Regreso... al Japón de mis Sueños (1ª Parte de 4)

Podría parecer una simple broma. Podría sonar a sinsentido, a despropósito, o sencillamente, a delirio onírico por las incontenibles ganas de que se hiciera realidad. Cada cual podrá tener su opinión sobre ello, y es respetable. Pero la única realidad que cuenta para mí es… que ha vuelto a suceder. Como un sueño mágico cumplido por segunda vez, como un inesperado regalo de la vida que se repite, volví a Japón entre el 22 de noviembre y el 5 de diciembre, solo nueve meses tras mi primera visita. Hoy, con tan pocos días de por medio, todavía no he podido, ni de lejos, asimilar y analizar con plena conciencia todo lo que he vivido allí, pero ya sabéis hasta qué punto me enamoró la primera vez (solo tenéis que revisar el artículo que le dediqué entonces en este mismo blog) para no tener que pensármelo ni un solo minuto en cuanto surgió esta segunda propuesta. Dicha oportunidad vino en forma de un maravilloso regalo por parte de mi chica (si cabe, más fascinada por el País del Sol Naciente que yo), para quien nunca tendré suficientes palabras de agradecimiento por haberme permitido cumplir de nuevo la mayor ilusión de mi vida. Y aún a riesgo de resultar un pelmazo, me encantaría también compartirla con vosotros.

Un viaje en el que he vuelto a establecer un vínculo con aquel jovenzuelo (yo mismo), que siendo un adolescente empezó a soñar con cruzarse medio mundo para admirar las mil y una maravillas de aquellas tierras lejanas, misteriosas, y llenas de tesoros, de poder entrar en esas tiendas de cuento de hadas con las que nos ponían los dientes largos las revistas de la época, abarrotadas hasta los topes de videojuegos, figuras, manga, anime y juguetitos varios. Porque, al menos para mí, estar en Japón ha sido como volver a ser un niño a mis 43 años, pero sin el más mínimo remordimiento ni vergüenza por querer serlo. Y es que lo que para nosotros es un paraíso inimaginable e imposible de concebir aquí, para ellos es parte de una cultura tan arraigada en su sociedad como lo pueden ser sus religiones o su gastronomía, y eso lo convierte en algo todavía más exótico y ensoñador. Un mundo diametralmente distinto, en donde la fantasía forma parte de cualquier día normal y corriente, un universo de dibujos, luces, colores, animaciones… y por supuesto, videojuegos, que cómo no, van a ser el tema central de este artículo, en particular (y nuevamente), los RPGs del gran amor consolero de mi vida: Super Nintendo.

Pero antes de meternos en el ajo, me gustaría aclarar algo: aunque he trabajado mucho tomando apuntes y recolectando datos, esto no va a ser un inventario de tiendas completo de juegos retro, ni de otras consolas, ni de Super Famicom, ni siquiera de todos los RPG de dicha consola. Va a ser algo con un enfoque más concreto e intransferible, una recopilación de precios solamente de los ejemplares que faltan actualmente en mi colección. Eso no quiere decir que no vaya a dar alguna información sobre el resto, pero no pretendo hacer un reportaje completo al 100% sobre el mundillo de videojuegos retro en Japón, sino más bien, un diario personal del que también yo mismo pueda hacer uso en un futuro. Porque si en febrero fue un pasote todo lo que me traje a casa… ya os aviso que en esta ocasión se me fue, pero mucho, la cabeza a la hora de hacer mis compras, incluyendo varios juegos más bien tochetes, y hasta una de las grandes bestias del coleccionismo RPG en Super Famicom que se me puso a tiro. Y Poo (Earthbound). Y mandos. Y cómics. Y gashapones. Y… venga, venga, ¡comencemos!

Sábado 22 de Noviembre del 2025. Tokio.

Sería la 1 del mediodía cuando, tras más de quince horas de vuelo, aterrizamos por fin en el aeropuerto de Narita. Esta vez no entramos por la parte de Nintendo, pero la sensación de volver a estar allí fue igualmente indescriptible. Hicimos los preparativos, y rápidamente cogimos el Keisei Skyliner hasta la Nippori Station, pero no para ir a descansar, sino para empezar a patear como si no hubiese un mañana. Dejamos las maletas en unos coin lockers, y nos adentramos por las tradicionales calles de Yanaka Ginza con destino al santuario de Nezu, donde tuvimos nuestra primera experiencia zen entre puertas torii, hermosos jardines, y los primeros colores otoñales del momiji, que fue una de las grandes razones de ser de esta aventura. Todo resultaba fascinante alrededor, no podía dar crédito aún de que estuviese allí de cuerpo presente, a pesar de que mi salud, tras tantas horas de vuelo y poquísimas de dormir, se encontraba algo resentida. Vuelta hacia Nippori (no nos dio tiempo a ver el cementerio), y a coger un JR, que nos dejaría relativamente cerca de donde nos hospedaríamos durante nuestra estancia en Tokio, una casa de invitados. Dejamos la maleta en la habitación, y nos dirigimos hasta el mismo corazón del barrio de Akihabara (oh, sueño dorado…), que quedaba a escasos metros de allí. Todo el malestar, el cansancio, y la desorientación desaparecieron de un plumazo en cuanto atravesamos las puertas de la primera tienda.


Mandarake (Tokio)

La escogida, según ruta, fue el Mandarake que ya visitamos el año pasado. Más que una tienda, un auténtico museo de videojuegos retro. Difícilmente existe algo que no esté allí. Pero nos llevaríamos una pequeña sorpresa nada más entrar, el primer gran ejemplo de cuánto es capaz de cambiar Tokio (y Japón, en general), en tan solo unos pocos meses. La planta dedicada al retro ya ni siquiera existía, pero no porque la hubiesen eliminado, sino porque a pocos metros de allí, se alzaba otro nuevo edificio Mandarake con la preciada mercancía. Al entrar, quedé completamente atónito frente a su gigantesca estantería, con incontables juegos de Super Famicom. ¡Impresionante! ¡Interminable! Aquello, para mí, era el paraíso en la tierra. Casi formando un charco de babas en el suelo, comencé a husmear ávidamente entre sus cientos de cajas, haciendo las primeras anotaciones de precios y tanteando el terreno. Lo que ya no me vino de improvisto fueron sus elevados precios (algo habitual en esta cadena), pero desde luego, aquello era como para no volver a lavarse los ojos. Pude reprimir las ganas de comprar, pero cuando mis ojos se posaron en su vitrina… casi se me saltan las lágrimas. Allí estaban tres de los grandes titanes que ni siquiera pude ver en febrero, nada menos que un flamante Love Quest por la ‘minucia’ de 121000 yenes (unos 670 euros), un Ball Bullet Gun - Survival Game Simulation (extremadamente raro de ver), y sobre todo, mi amado e idolatrado Hourai Gakuen no Bouken!, uno de mis RPG favoritos de Super Famicom, por 88000 ‘del ala’. De no haber sido porque llevábamos algo de prisa, me habría quedado allí admirándolos hasta el infinito. Algún día…

Además, se encontraba también mi deseado Gokinjo Boukentai (56000), un Idea no Hi por 82600, un Solid Runner (48000), un Trinea a 45000 o un Kuusou Kagaku Sekai Gulliver Boy por 43900. Sin ninguna duda, una de las vitrinas más ostentosas y alucinantes que vi. Aquello, desde luego, sí que fue empezar a lo grande.

A partir de aquí, con "Precios Top" me voy a referir a los precios más bajos por juego que pude ver, no de cada tienda en sí, sino en todo el viaje, después de hacer balance y síntesis de todo lo recabado. Podéis verlos pinchando en los correspondientes desplegables.

Ver precios Top:

- Angelique: 1980 yenes.
- SD Gundam Gaiden - Knight Gundam Monogatari - Ooinaru Isan: 2580 yenes.
- Wizardry Gaiden 4 - Throb of the Demon's Heart: 3980 yenes.
- Cyber Knight II - Chikyuu Teikoku no Yabou: 4950 yenes.
- Princess Minerva: 8800 yenes.
- Bishoujo Senshi Sailor Moon: Another Story: 8800 yenes.
- Farland Story 2: 8800 yenes.
- Ys 5 - Ushinawareta Suna no Miyako Kefin: 13200 yenes.
- Shadowrun: 27600 yenes.

De paso hacia la siguiente gran tienda, nos paramos en dos más. Una de ellas estaba anexa a un Hard Off que no tenía nada de videojuegos, y se llamaba Geno QCPASS. Tampoco es que aquí hubiese mucho, un Front Mission - Gun Hazard y poquito más. La otra, era ya una ‘vieja conocida’ que no podía dejar de visitar, aquella increíble gruta de las maravillas de la que os hablé en el primer reportaje, la Beep.

Beep (Tokio)

Un verdadero santuario para los amantes de los microordenadores japoneses de 8 y 16 bits. El rincón del fondo estaba algo más ordenado que la primera vez que la visitamos, pero aun así, seguía dando esa impresión de bazar añejo, de sótano oscuro y olvidado, con muñecos, ordenadores (flipé con ese Sharp X68000, o ese FM Towns que tenían expuestos), mogollón de juegos para esos y otros sistemas como PC-98 o MSX2, posters del Xanadu o Illusion City que ni siquiera estaban a la venta, monitores, consolas como PC Engine Turbo Duo, y en una estantería no demasiado grande, un puñadito de RPG de Super Famicom con precios bastante ajustados. Volví a quedar absolutamente fascinado con ella, sin poder parar de mirar arriba y abajo para no perder detalle, y felicité al dependiente por tan fabuloso rincón.

Ver precios Top:

- Dokapon Gaiden - Honoo no Audition: 1580 yenes.
- Kessen! Dokapon Oukoku 4 - Densetsu no Yusha Tachi: 1980 yenes.
- Actraiser: 2780 yenes.
- Soul & Sword: 4180 yenes.

Surugaya (1) (Tokio)

Proseguimos hasta el primer Surugaya de nuestro itinerario, una franquicia que obviamos por completo en la zona de Tokio en nuestro anterior viaje… Y en cuanto repasamos los primeros títulos, nos dimos cuenta del error que cometimos. A parte de una vitrina muy bien surtida, había una barbaridad de juegos de Super Famicom, que fui manoseando con ahínco, regodeándome entre tanta abundancia. Entre ellos, más de una treintena de RPG. Las ansias me podían, especialmente, con algunos muy golosos que vi, pero había que refrenar los impulsos y hacer primero unas buenas anotaciones para, en nuestro último día en la ciudad, apostar solo a caballo ganador. Precios mucho más rebajados que en Mandarake, y sobre todo, Super Potato, y una selección que les tenía poco que envidiar. Parece mentira que más de 30 años tras la salida al mercado de esos juegos, haya lugares que los sigan vendiendo en tales cantidades. Obviamente… eso solo es posible en Japón. Y solo de recordarlo, se me eriza el vello. Rarezas, no demasiadas, aunque destacaría un Taikou Risshiden, a 3100 yenes, no demasiado frecuente.

Ver precios Top:

- Shin Megami Tensei II: 1500 yenes.
- Dai Koudai Jidai II: 1900 yenes.
- Majin Tensei: 2100 yenes.
- Albert Odyssey 2: Jashin no Taidou: 2900 yenes.
- Tenshi no Uta: Shiroki Tsubasa no Inori: 4400 yenes.

Tras este primer contacto con las tiendas de Tokio, y con una excitación capaz de no dejarme pegar ojo en toda la noche a pesar del cansancio extremo que acarreábamos, nos fuimos retirando a nuestra residencia, en busca de un descanso de justicia. Todos los días tocaba madrugar entre las 6 y las 7 de la mañana, y el siguiente no sería una excepción.


Domingo 23 de Noviembre del 2025. Tokio.

De buena mañana, el principal aliciente era el recorrido por el parque Yoyogi, y la visita al santuario de Meijii, uno de los lugares que repetimos. La sensación de espiritualidad que uno siente en su interior, al estar en tan distinguido lugar, y rodeado de naturaleza en pleno núcleo urbano de Tokio… no se puede explicar con palabras. Aquí disfrutamos todavía más del momiji, alfombras de hojas rojas hasta donde alcanzaba la vista en un escenario verdaderamente idílico, de los muchos en los que estaríamos. De allí pasaríamos al otro extremo, el Tokio más moderno y urbano, con grandes contrastes en el estilo de sus edificios, y tiendas de lo más ‘cool’. Cat Street, Omotesando, Takeshita Dori… no esperaba que me gustase tanto esta parte. Llevábamos (gracias al enorme trabajo de mi chica), un horario y un planning súper estricto y detallado, tanto en cuanto a lugares como tiendas. Y aun así… es inevitable que se escape algo. Así, en la zona de Shinjuku nos topamos con un enorme Surugaya, que no estaba dentro del itinerario, y que para más inri, fue uno de los pasos clave para mí de todo el viaje.


Surugaya (2) (Tokio)

Tras encontrar la estantería correspondiente… metros y metros de Super Famicom, de arriba a abajo. Me produjo un subidón tremendo, y no sabía ni por dónde empezar. Ya de primeras, vi un sinfín de RPG, pero decidí paladear el momento e ir con calma, pieza a pieza, valorando, registrando precios y descubriendo algunos de los más baratos hasta el momento. Mi auto represión consumista traspasó su límite, y de allí me llevé los primeros RPG: un The Last Battle por unos irrisorios 1900 yenes, y un Maka Maka por 4200. Este último está considerado como el peor RPG de todo el catálogo de Super Famicom… así que tenía que tenerlo a la fuerza jeje. Poquísimas veces fallé al comprar, pero el Maka Maka lo podría haber conseguido más adelante por un par de euros menos. Digo esto, para que os hagáis una idea de lo fino que hilé a la hora de calcular al céntimo, teniendo siempre a mano una lista muy preparada con precios de referencia. Echándole un vistazo a la vitrina, me iluminaron la mirada esos Idea no Hi, Aretha 2 - Ariel no Fushigi na Bouken, o Daikaijuu Monogatari II, y me explotó la cabeza ya del todo al encontrar todo un Chrono Trigger NTSC USA en muy buen estado por… ¡¡210000 yenes!! Pero el rey fue un Gokinjo Boukentai (que podéis ver en una de las imágenes) por casi 30000 yenes menos del precio al que lo encontré en febrero. ‘¿Tal vez?... ¿Quizá?... No, imposible Javi, no puedes permitírtelo’ me decía a mí mismo. Pero lo cierto es que su encantadora carátula se quedó dando vueltas en mi cabeza. Ahí lo dejo.

Ver precios Top:

- Wonder Project J - Kikai no Shounen Pino: 1300 yenes.
- The Last Battle: 1900 yenes.
- SD Gundam Gaiden 2 - Entaku no Kishi: 2400 yenes.
- Elfaria II: 2500 yenes.
- Kouryu Densetsu Villgust: Kieta Shoujo: 4000 yenes.
- Dragon Knight 4: 4200 yenes.
- Sword World SFC 2 - Inishie no Kyojin Densetsu: 6200 yenes.
- Slapstick: 8000 yenes (me estuvo haciendo ojitos, también).
- Popful Mail: 9400 yenes.
- Idea no Hi: 35000 yenes.
- Gokinjo Boukentai: 42000 yenes.

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The Last Battle: 1900 yenes

Maka Maka: 4200 yenes

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Puesto que ya no nos daba tiempo a entrar en el Shinjuku Gyoen garden, fuimos a ver el santuario de Kanda Myojin. Los japoneses no tienen ningún complejo a la hora de hacer mezclas de lo más extraño con sus elementos culturales, como en este caso, en el que a un lado veíamos un santuario sagrado, y al otro, cantidad de detalles otaku. Como nos sobraba un rato antes de comer, lo exprimimos al máximo visitando otro de los puntos estrella del día, el Super Potato, en donde la anterior vez me dejé la mitad del presupuesto.

Super Potato (Tokio)

Decir que, en esta ocasión, tras haber visitado ya dos Surugaya y el Beep, mi concepción sobre la tienda cambio sustancialmente. Los precios están descaradamente hinchados, y aunque sigue habiendo una cantidad ingente de juegos de Super Famicom (olvidaos de estúpidos vídeos mentirosos que afirman que sus estanterías están vacías), ya no me resultaron tan atractivos. Echamos un vistazo a la parte donde estaba el ‘junk’ (basura), que en las tiendas suele significar juegos muy incompletos o artefactos que no funcionan. Con temazos de Super Nintendo sonando de fondo, recorrimos el resto de la tienda con máxima atención, sobre todo en las joyas de los altillos, y nos centramos en repasar bien la sagrada estantería, acaparándola por completo y anotando precios. Una verdadera delicatesen, con parte importante del catálogo de la consola expuesto allí, aunque no todos estaban CIB. Realmente, vi poco que quisiera llevarme. Antes de abandonar Tokio, haríamos otra incursión para revisar a fondo las otras plantas del edificio y su vitrina.

Ver precios Top:

- Kyuuyaku Megami Tensei: 4598 yenes.
- Metal Max Returns 4982 yenes. (¡!)

Una buena comilona en plan buffet de yakiniku, con la que nos pusimos como cerdos (la gastronomía japonesa es uno de los grandísimos alicientes para mí), y a proseguir con la ruta de las tiendas, para visitar en este caso el Trader, una de las que más loco me volvió en nuestro anterior viaje, y en el actual.

Trader (Tokio)

Nos pasó algo similar al Mandarake, y en seguida nos dimos cuenta de que, a escasos metros, habían abierto otro Trader, pero todo el retro continuaba estando en el original. Y de verdad, yo no sé cómo demonios lo hacen para tener una oferta tan descomunal, y algunos de los precios más baratos de todo Japón, pero con diferencia, es mi tienda favorita, y no os podéis imaginar la panzada de disfrutar que me pegué allí. Si no me gasté una fortuna, fue porque teníamos más días por delante en Tokio, y solo la ‘batida final’ por Akihabara sería la conclusión definitiva. Pero ganas no me faltaban. En sus DOS gigantescas estanterías, había incluso algunos juegos que normalmente son exclusivos de vitrinas, y a unos precios de escándalo. Y nada que no fuese CIB, encima. No digo que literalmente todo sea más barato en el Trader, pero si tienes en mente comprar un juego, mejor pásate por ahí primero. La vitrina, adyacente al mostrador, tampoco se quedaba atrás, con algunas de las piezas más lujosas que vimos en todo el viaje. Fire Emblem Thracia 776 (78000 yenes), Verne World (54000), Ganpuru: Gunman’s Proof (extremadamente raro, por 59000), Dark Law: Meaning of Death (43800), Kuusou Kagaku Sekai Gulliver Boy (32800), y otro Love Quest por 118000…¡Buaaah! Se me caía la baba de verlos, aun siendo consciente de que no podré pagarlos ni en 100 años. Una auténtica salvajada. Como cabría esperar, fue la tienda donde más precios Top encontré de todo nuestro periplo, y solo voy a poner unos pocos para no eternizar la lista. Repito, la mejor tienda de videojuegos de todo Japón, sin ningún género de dudas.

Ver 13 de sus 46 precios Top:

- Super Datou Nobunaga: 400 yenes. Por ese precio, se vino conmigo de carrerilla, a pesar de la tirria que le tengo a este juego.
- Ultima VI - Itsuwari no Yogensha: 900 yenes.
- Lagoon: 1680 yenes.
- Ryuu Kihei Dan: Danzarubu: 1800 yenes.
- Burai - Hachigyoku no Yuushi Densetsu: 2580 yenes.
- Wizap! - Ankoku no Ou: 2680 yenes.
- Hokuto no Ken 5 - Tenma Ryuuseiden Ai Zetsu Shou: 3680 yenes.
- Illvanian no Shiro - Ruins of Illvanian: 3780 yenes.
- Haou Taikei Ryuu Knight - Lord of Paladin: 4300 yenes.
- Ruin Arm: 4780 yenes.
- Crystal Beans From Dungeon Explorer: 6880 yenes (este solo lo vi allí).
- Dark Kingdom: 8600 yenes (otro que solo vi allí).
- Monstania: 9600 yenes.

Y la cosa sigue, sigue, y sigue. Ya sabía de antemano que Trader se llevaría una parte importante de mi presupuesto, pero podría haber sido perfectamente todo. Para un loco incurable de Super Nintendo como yo… aquello es algo que supera holgadamente mis más salvajes fantasías oníricas.

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Super Datou Nobunaga: 400 yenes.

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Se acabaron las tiendas por hoy (que no fueron pocas, ojo), y era el momento de hacer nuestra primera actividad social. Quedamos con una mujer japonesa, llamada Mamiko, que se ofreció a darnos una vuelta por algunos lugares emblemáticos de la ciudad simplemente a cambio de practicar español, idioma que hablaba de forma bastante decente. Así, tuvimos el gustazo de ver una espectacular proyección de Gundam en mapping 3D contra un edificio, visitamos el arrebatador callejón de Omoide Yokocho, un trocito del Shinjuku Golden-Gai, y el barrio rojo de Tokio, Kabukicho, uno de los poquísimos lugares supuestamente poco seguros de la ciudad. Entre medias, fuimos hasta las puertas de los cines Toho a rendir pleitesía al gran Godzilla, que asomaba su cabeza por detrás del rascacielos. Se nos quedó pendiente, sin embargo, el santuario de Hanazono Jinja, debido un evento especial que había a aquellas horas. La cena a base de sashimi que nos dimos… para chuparse los dedos.


Lunes 24 de Noviembre del 2025. Tokio / Machida.

Nos preparábamos para vivir uno de los días más intensos en este regreso al Japón de mis sueños, con todo un aluvión de tiendas por visitar

Tras unas paradas de metro, nos esperaba un buen garbeo por calles de tiendas comerciales (todo muy auténtico), y el precioso templo budista Senso-ji, con una altísima pagoda que nos dejó helados. Nos zampamos unos mochis de fresas que supieron a gloria, y proseguimos hasta la famosa calle Kappabashi, llena de tiendas y demonios Kappa. Hicimos algunas compritas, y sin perder tiempo, llegamos a uno de los lugares más magnificentes, el parque Ueno, que en esta estación del año resultó una visión idílica, albergando el santuario shintoista de Toshogu, y un gran lago lleno de vegetación que nos detuvimos a contemplar en todo su esplendor. La parte de Ameyoko fue vibrante a más no poder, con sus cientos de tiendecitas y puestos callejeros, un ambiente difícil de describir, donde un buen atracón de donburi nos dejó listos para empezar el tour de tiendas del día.

Hard Off (1) (Tokio)

Primera visita a la franquicia, que no pudimos hacer en nuestro anterior viaje. La diferencia con los Book Off que visitamos era notable, y en un pequeño rincón de cajas abarrotadas y juegos colgados, se encontraba bastante material de Super Famicom. Eché un buen vistazo a la docena de RPG que había, y fiché con la vista algunos de ellos. No estaban nada mal los precios… pero como digo, todavía quedaba mucho por ver.

Ver precios Top:

- Heracles no Eikou III: Kamigami no Chinmoku: 2200 yenes.

También nos estrenábamos aquí, en la calle paralela a Ameyoko, con el primer Book Off + al que entramos. Vamos a ver qué ofrecía.

Book Off + (Tokio)

En general, no demasiado a destacar, típico de la franquicia. Ejemplares muy vulgares, a precios no demasiado elevados (eso sí, sin IVA), aunque mejor surtida que los Book Off convencionales, con una decena de RPG para Super Famicom en total. No me llevó mucho tiempo tomar apuntes, y es que además, estaba impaciente por emprender rumbo a Machida.

Ver precios Top:

- Neugier - Umi to Kaze no Koudou: 4100 yenes.

Aquí, en Machida, se concentró lo mejor del día… y de qué manera. Lo primero, fue asomarnos a otro Book Off +.

Book Off + (Machida)

No había estantería como tal, pero si una vitrina cerrada, donde pude reconocer algunos RPG pese al caos que reinaba en ella. El Final Fantasy USA: Mystic Quest estaba entre mis compras imprescindibles del viaje, y aquí vi uno a precio muy goloso, entre pocos otros juegos del género. Otro destacable era el Super Chinese World 2, no demasiado habitual de encontrar, a unos 2300 yenes, y un Super Mario RPG a 2500. De nuevo, precios sin IVA. Antes de decidirme, fuimos a ‘saquear’ primero el enorme Surugaya que se encontraba a unos pasos.

Ver precios Top:

- Super Chinese World 2 - Uchuu Ichibuto Daikai: 2500 yenes.

Como podéis observar, hasta en la tienda más pequeñaja se pueden encontrar precios mínimos de cada juego, con lo que podemos extraer la conclusión de que hay que mirar a fondo, todo lo posible, hasta en el más mínimo rincón, para no dejar pasar joyas y oportunidades.

Surugaya (Machida)

El encuentro con este Surugaya fue una sorpresa masiva, y la ocasión de corroborar in situ la certeza de eso que dicen: cuanto más te alejas de los núcleos urbanos, mejores precios puedes encontrar. Y por experiencia, es algo que ya no puedo poner en duda. Debía haber más de 150 ejemplares de Super Famicom, en una estantería casi sin final, en la que invertimos casi una hora entera, repasándola a conciencia, y aquí me encontré incluso con varios juegos que solo suelen estar en vitrinas, pero a precios extraordinariamente bajos (mucho Top aquí). En las vitrinas mismas, piezas muy buscadas y en un estado excelente como Bishoujo Senshi Sailor Moon: Another Story, Daikaijuu Monogatari II (18400), G.O.D. (18670), Madou Monogatari (18200) o Traverse (14670). Necesitaba salir a la calle a tomar el fresco. Estaba tan híper excitado que se me nublaba la mente. Dejé reposar unos instantes todo lo visto, y deliberé concienzudamente. Machida era un lugar al que ya no regresaríamos, y había muchas joyas (demasiadas) que no podía dejar escapar, aunque me gastase una pasta.

Ver precios Top:

- Sword World SFC: 900 yenes. (¡adquirido!)
- Dai 3 Ji Super Robot Taisen: 1570 yenes.
- Sansara Naga 2: 1634 yenes. (¡adquirido!)
- Super Mario RPG: 2060 yenes. (¡adquirido!)
- Gaia Saver - Hero Saidai no Sakusen: 2510 yenes (quise llevármelo, pero estaba demasiado hecho polvo)
- Might and Magic - Book 2: 3980 yenes.
- Super Dai Koukai Jidai: 5300 yenes.
- Mahou Kishi Rayearth: 6500 yenes. (¡adquirido!)
- Ranma 1/2: Akanekodan Teki Hihou: 6600 yenes (me dio mucha rabia tener que dejarlo allí…)
- Estpolis Denki: 6700 yenes. (¡adquirido!)
- Verne World: 42600 yenes.

Pero antes de extraer una conclusión, regresamos al anterior Book Off +, donde me agencié ese Final Fantasy USA: Mystic Quest por 2750 yenes, IVA incluido. Aquí patiné un poco, ya que posteriormente, lo vería por 2000 en el Surugaya de Osaka (unos 4 euros menos). ¡No todo sale siempre perfecto!

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Final Fantasy USA: Mystic Quest: 2750 yenes.

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Y ahora sí que sí, llegaba la primera gran compra en Japón. De vuelta al Surugaya, hicimos ‘la cosecha’, y con la cesta hasta arriba de juegos, fuimos a pagar. La pobre dependienta, que no hablaba una sola palabra de inglés, se armó un buen lío con los precios y el tax free, pero tras un buen rato, todo acabó cuadrando.

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Mahou Kishi Rayearth: 5909 yenes.

Estpolis Denki: 6091 yenes.

Super Mario RPG: 1873 yenes.

Sansara Naga 2: 1485 yenes.

Sword World SFC: 818 yenes.

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Nunca tengo suficiente de tiendas, y eso es un hecho. Estaba viviendo un sueño en carne y hueso, y pensaba aprovechar cada minuto en ellas, cada ocasión que se me brindase de cruzar sus puertas y encontrar material de Super Famicom, tocar sus cajas, oler ese cartón, admirar sus carátulas… y como todavía nos sobraba algo de tiempo, fuimos a hacer otra paradita a un Book Off Super Bazar, primero y único en el que entraríamos.

Book Off Super Bazar (Machida)

Vaya vaya, aun siendo un Book Off, esto ya era otra cosa distinta. La exposición de Super Famicom era algo más jugosa que de costumbre, y los precios, muy a tener en cuenta. Ninguno se vino conmigo porque no vi nada realmente extraordinario, salvo quizá ese Brain Lord por 3600 yenes, pero mereció mucho la pena entrar y pasar un gran rato allí, ‘ojeando’ juegos, y encontrar una quincena de suculentos RPG, entre muchos juegos ‘morralleros’ y cantidad de cartuchada suelta, pero lo más selecto y bien conservado, como siempre, estaba en la vitrina de turno. Un Mother 2 por 5200 yenes, un Traverse a 18000, un Slayers a 8800, el Alcahest por 9000 o un impecable Shinseiki Odysselya por 7200. Lo que más llamó mi atención, fue un Final Fantasy IV: Easy Type, por 16000 yenes. Qué difícil de encontrar (y qué caro) es el condenado.

Ver precios Top:

- RPG Tsukuru 2: 2000 yenes.
- Fire Emblem - Monshou no Nazo: 2300 yenes.
- Brain Lord: 3600 yenes.