Lagoon (Sharp X68000, Action RPG)

He de reconocer que hasta hace solo unas semanas, tenía un desconocimiento bastante alarmante sobre el ordenador Sharp X68000, por eso me decidí a solucionarlo. Y lo que he descubierto es una máquina grandiosa, con una potencia, características y sobre todo, un catálogo de juegos para chuparse los dedos, algunos de ellos exclusivos (como ese Castlevania, que me ha dejado con la boca desencajada por su soberbia calidad). Lagoon no forma parte de este último grupo, ya que un año después de su salida para este sistema, en el 1991, vio la luz de la mano de los mismos creadores (Zoom) una versión para Super Nintendo que dos años después llegaría incluso a Europa, quedándose la versión de X68000 para siempre en Japón, al igual que la propia máquina, exclusiva de aquel territorio. Sin embargo, y gracias una vez más a esos genios nunca lo suficientemente reconocidos como son los traductores aficionados, desde hace un año y poco se puede disfrutar la versión original en inglés gracias al parche de NLeseul. Y por supuesto, a ello me he estado dedicando estos últimos días, a exprimir en su versión nativa este Action RPG que tanta curiosidad me ha suscitado durante bastantes años.

La diferencia entre este análisis que nos ocupa y el resto que suelo escribir es que, tras terminar la versión para X68000, hice lo propio con la de Super Nintendo, por lo que este texto tendrá cierto carácter comparativo, pero quede claro ante todo que voy a centrarme en la de la máquina de Sharp, tanto en texto, imágenes y música. Al ser juegos bastante cortos me pude dar el capricho de terminar ambos a costa de retrasar esta publicación tan solo unos pocos días. Lagoon es un título extremadamente sencillo en todos sus apartados, y compararlo con las grandes obras inmortales del género es, sencillamente, perder el tiempo. Su mecánica directa y su historia poco profunda lo convierten en un objetivo perfecto para quien busque algo que no ocupe demasiado su tiempo y que le ofrezca una acción rápida, casi constante y sin preámbulos. Esto puede ser una ventaja o un gran hándicap. Se podría decir que el juego muestra virtudes y defectos casi a partesiguales, pero en comparación con mis primeros minutos de contacto con él, con el resto he descubierto un juego que al final se hace de querer, pero cuyo principio (al menos en mi caso) no pudo ser más espantoso y desesperante. Y cuando digo esto, hablo de ambas versiones. Pero vamos a desgranarlo poco a poco. La historia se sitúa en un país llamado Lake Leiland, en un mundo de fantasía. Cuando Nasir vuelve tras un duro y largo entrenamiento a cargo de su mentor, Matthias, encuentra que la situación del lugar donde nació ha cambiado radicalmente. La aldea sufre los constantes asedios de todo tipo de criaturas malignas, y el agua del cristalino río que hasta hace unos años calmaba la sed de sus habitantes, se encuentra ahora emponzoñado y rodeado por una tierra enferma y sin vida. Tras unos cuantos intentos por averiguar la verdad, Nasir se alza como el único guerrero capaz de viajar por toda la región y descubrir qué o quién es el causante de estos sucesos. Pero el envenenamiento de las aguas queda en una minucia cuando se descubre el alcance de la desesperada situación que viven otros pueblos: saqueos, pandemias, desapariciones… la maldad en estado puro se cierne sobre el mundo, amenazando no solo a la región, sino también con profanar el sagrado santuario del castillo Lagoon, lo que puede desatar una debacle de proporciones inimaginables. En Super Nintendo se hace más hincapié en detalles que dan más cuerpo al argumento, y se introducen situaciones que resaltan a ciertos personajes, pero en X68000, al estar contado en un orden más acertado, parece que todo tenga más sentido. Y sí, es una historia de esas que pueden recordar a otras decenas de juegos y no contiene nada realmente novedoso, hay magia, hay valerosos caballeros y hay un rey, una princesa y un castillo… ¡pero nos encanta!

Suscribiendo ahora lo dicho en el párrafo anterior, mis primeros minutos con él fueron tan horrendos, tan abominables que incluso llegué a pensar en abandonarlo, algo del todo extraño en mí. Tras parchear el juego, por fin pude dar mis primeros pasos con Nasir… hasta el primer enemigo de la primera cueva. Acabar con él me resultó tan imposible, que cambié a la versión para Super Nintendo, pero todo continuó igual; en realidad el problema fue que caí en la misma trampa que tienden muchos juegos por el estilo: sin nivel de experiencia, los primeros enemigos pueden hacerte caer con un solo toque. Tampoco ayudó el sistema de combate, casi idéntico al que usan títulos como Xak o los primeros Ys. El problema aquí es que el arma del protagonista apenas tiene unos pocos píxeles de longitud, por lo que es muy probable que el azar en el que se basa el sistema de daños se nos gire en contra en varios intentos. Pero a partir de las primeras luchas, todo empezó a mejorar sustancialmente. Porque pasados esos momentos de impotencia, su acción sin frenos me fue enganchando poco a poco hasta crearme mucho apego, tanto que apenas pude soltar el mando hasta que finalmente vi la pantalla final de la victoria. De hecho, incluso puedo asegurar que la curva de dificultad estuvo muy torpemente diseñada, ya que en este aspecto el juego se vuelve incluso demasiado fácil de mitad hacia el final (quién me lo iba a decir cuando lo empecé…). Otra cosa muy distinta son los terroríficos laberintos de los que hace gala, pero al menos nos libraremos del incordio constante de insuperables enemigos. El juego nos propone un clásico esquema de alternar entre visitas a pueblos y cientos de luchas de puro Action RPG en tenebrosas mazmorras o diabólicos castillos plagados de engendros y fantasmas, con un esquema tan laberíntico, especialmente en las más avanzadas, que en más de una ocasión nos hará tirarnos de los pelos por culpa de un diseño que deja bastante que desear y parece haber sido creado al tun tun en muchos casos, atendiendo a su caótica y desquiciante estructura. Por suerte, el paso por los pueblos es relajante, mientras absorbemos información de sus habitantes y adquirimos objetos importantes o renovamos nuestro armamento con espadas, escudos, armaduras, y las necesarias pociones y elixires. Pese a que el citado esquema se repite hasta el final, no me ha resultado en absoluto pesado. El juego no tiene demasiado texto (bien traducido, por cierto) ni situaciones que se alarguen más de lo deseable. Pasaremos rápido de una a otra y esto le confiere al juego un dinamismo que resulta agradable desde los primeros compases. Y es que en un RPG con una mecánica tan sencillota y una historia que tampoco necesita más, creo que este ritmo es la opción más acertada.

Aunque los apartados visual y sonoro tengan en ocasiones poca chicha, parece que los programadores también aplicaron en ellos la filosofía de “mejor cuanto más lejos”. Las primeras cuevas y laberintos son tristes, con una paleta de colores aburrida y plana y unos detalles que brillan por su ausencia. Pero creedme si os digo que algunos de los lugares que visitamos más adelante son por sí solos algunos de los principales atractivos toda la aventura. Cada pueblo que visitamos es lo suficientemente distinto al anterior como para captar nuestro interés, y no solo en colores, sino también en el diseño de sus viviendas y en los motivos que encontraremos diseminados (dependiendo si se encuentra en un bosque, en una región rocosa o volcánica…), además de tener habitantes de distintas etnias fantásticas, como enanos, elfos, ninfas… Nada que realmente sorprenda, por otra parte, en cuanto a su diseño: son personajes pequeños, pobremente animados y con pocos detalles, pero ese cambio de estilo entre regiones hace que al menos sean agradables a la vista. En cuanto a los casi 40 enemigos distintos, su diseño es infinitamente mejor al de los habitantes, más fantasioso, mucho más personal y atractivo, incluso lo situaría por encima del de los final boss. Las mazmorras también mejoran en calidad con el transcurso. De una cueva oscura y sin vida pasaremos por otros lugares con tonos más brillantes, con mucho más detalle y texturas distintas, como el castillo de Siegfried y sus rojas alfombras o al laberinto de hielo, que con un poco de imaginación nos transmitirá sensación de frío y soledad, casi tanta como los desiertos e inhóspitos páramos que tendremos que atravesar. Hasta ahora todo lo comentado en este apartado mantiene un nivel más o menos aceptable. Vayamos ahora con la artillería pesada, una serie de lugares muy concretos pero que parece ciertamente increíble que pertenezcan a un juego tan sobrio y carente de florituras. Las colinas más allá de la cueva dorada pueden darnos una muestra del potencial gráfico que se les insufló, pero las alturas de Phantom Hills van a dejarnos realmente atónitos, especialmente cuando se junten ante nuestros maravillados ojos los espectaculares planos y scrolls que generan las alturas con gigantescas nubes que pasan desfilando por encima de nuestro protagonista en todo un alarde de preciosismo y pasión visual, uno de esos lugares que hay que degustar durante un buen rato, ya que al parecer los programadores solo pusieron toda la carne en el asador en ellos. Tampoco se puede ignorar el paso de montaña que transcurre hacia la zona de lava, que de nuevo nos obsequia la vista con unos planos de scroll fantásticos. En estos y otros aspectos gráficos, la versión para X68000 le da una soberana paliza a la de Super Nintendo (que además carece de esas secuencias animadas tan chulas).

La música (no tanto los sonidos FX, que son demasiado típicos, escasos y toscos) va a ser otro pequeño aliciente que en conjunto harán de este título algo cada vez más y más apetecible. Y de nuevo, la que escucharemos en X68000 gana por goleada a la que encontramos en la 16 bits de Nintendo, ya no en cantidad, sobre todo a nivel de detalle instrumental y potencia sonora. El principal problema (y hablo de ambas entregas) con el que toparemos es que los alrededor de 30 temas audibles durante la aventura tienen un estilo y una estructura tan similares que en ocasiones nos parecerá estar volviendo a escuchar un tema repetido cuando en realidad no es así. Los compositores la emprendieron con los ritmos veloces y rara vez quisieron salir de ahí. Por una parte, resultan perfectos para la acción continua y rápida jugabilidad que destila el juego, y de hecho entre las de este tipo se encuentran las mejores del juego. Pero por otra parte, al no haber sabido darles esa chispa, o ese detalle de acabado que sorprenda y las haga únicas, muchas acaban pasando sin pena ni gloria por nuestros tímpanos. Tampoco quiero generalizar al 100%, ya que como podréis comprobar en la sección de música, hay ejemplares realmente buenos en su banda sonora, con mucho gancho y que van ganando con cada repaso que les damos, y su principal origen de fuerza es, sobre todo, el gran baño de épica con las que la mayoría fueron recubiertas. Así, espada en mano y luchando sin parar, la ambientación sonora nos dará un último empujón anímico para encontrar la salida de sus insondables laberintos. Para mi gusto, el mayor defecto del que adolece el juego va acorde a su sencillez en todos los apartados: la falta de una base emotiva que nos haga empatizar con los personajes, o momentos de esos que nos dejan con el corazón en un puño. Al padecer este vacío, por ende, también hay escasez de melodías más sensibles que ambientarían dichas situaciones. Por esto y lo comentado anteriormente, y a pesar de que habrá ciertas canciones que empezaremos a tararear pasados unos segundos (algunas se pegan, las condenadas), el apartado en general queda algo cojo en cuanto a variedad. Para defender su calidad sonora encontramos más argumentos, debido a la espectacular percusión que suena de auténtico lujo, potente y cristalina, y algunos instrumentos sorprendentes como clavicordios, metalófonos o sus omnipresentes bajos, aunque cierto conjunto de temas abusen de ese estilo recargado de estos últimos, demasiado funkies, grises y aburridos.

A la sombra de títulos que crecieron en nombre y prosperaron mucho más como Ys o Hydlide, Lagoon presenta unas características muy similares a estos a nivel jugable. Un juego de acción pura y dura cuyo sistema de niveles de experiencia lo clasifica dentro de los RPG, un tanto americanizado por cierto, que bebe tanto de los clásicos de PC como de consola. No esperéis grandes alardes técnicos, ni una historia llena de profundidad o emociones. Pero a su favor tiene un ritmo bien llevado y algunos highlights gráficos por los que vale la pena recorrer la aventura en toda su longitud, que para bien o para mal no superará las 12 horas. De ambas versiones, sin duda me quedo con la de Sharp X68000 casi por goleada. La verdad, viendo muchas de las críticas que se vertieron contra este juego (situándolo como uno de los peores RPG de la historia), esperaba algo mucho peor y al final me he encontrado con una aventura divertida y sencilla a la que es fácil coger cariño.

EXTRAS
- Descarga el manual de la versión Sharp X68000 (japonés) AQUÍ.
- Descarga el manual de la versión japonesa de Super Nintendo AQUÍ.
- Descarga el manual de la versión americana de Super Nintendo AQUÍ.
- Y no dejéis de visitar esta maravilla de sitio, creado y dedicado en exclusiva al juego: Secret Place: A Lagoon Fansite


- Lo Mejor Del Juego: Va mejorando sus cualidades con el avance. Algunos lugares son ciertamente bonitos y espectaculares en X68000. Las melodías más rápidas. El diseño de los monstruos.

- Lo Peor Del Juego: Carece de chicha emocional casi por completo. El sistema de combate puede ser muy enervante por culpa de la pobre detección de impactos. Hay canciones muy monótonas.

----OTROS ANÁLISIS RECOMENDADOS----

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La Música de este RPG

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Pese a que la mayoría de temas coinciden en lugar y presencia en ambos títulos, es de suprema justicia reconocer que la calidad sonora de la versión para X68000 es bastante superior a la programada para el chip de Super Nintendo. Más instrumentos y una percusión sólida y contundente nos dejan algunas melodías ciertamente disfrutables, especialmente en los temas más cañeros (que son muchos) y dejando a un lado esas otras composiciones que tiran hacia un funk más pastoso e incoloro.

Run to the Hill of Phantom. No, no tiene nada que ver con el tema de Iron Maiden, pero con un ritmo de batería y bajo casi Heavy arranca el tema de la región montañosa donde podremos gozar de unas de las vistas más impresionantes de todo el juego, arropados en todo momento por la gran épica de la melodía central de lo que escucháis a continuación, formada a base de teclados que encierran un verdadero espíritu guerrero y abocado a la lucha, al igual que nuestro personaje. El sonido de la batería es una maravilla.



Master of water (Castle Lagoon). Así de primeras, con tan solo una pasada por toda su duración, ya la encumbré como mi melodía favorita de todo el juego. Aunque aparezca ya en sus últimos compases, nuestros oídos, en ocasiones saturados por excesivas melodías planas y demasiado recargadas de graves, repararán inmediatamente en la melodía que emerge a los pocos segundos. Lo que parecen unas campanas van subiendo de tono el conjunto hasta llegar a la parte central, furiosamente épica, que nos dará un merecido subidón.



Desperate Dreams. Clavicordios a toda mecha abren uno de los temas más trabajados a nivel musical de todo el juego. No os extrañar que con esa intensidad de entrada ambiente algunos combates contra los jefes finales y algún que otro momento extra dramático durante la aventura. Y aun así, creo que se podría haber empleado en más situaciones. La entrada de la batería le confiere inmediatamente un aura progresiva que posteriormente estalla en una subida de ritmo con un bombo muy potente.



Moonchild. Muy evocador título para la composición que nos acopañará durante el ansiado final y las pantallas de créditos. Os aseguro que os va a sorprender y encandilar a partes iguales, comenzando por su impactante inicio y esos contratiempos de batería que le dan una fuerza espectacular. El tema se va desarrollando con melodías de teclado de gran épica y baterías cruzadas, teniendo también un solo de teclas bastante virtuoso que rompe al final de la primera pasada. Una gozada de principio a fin.



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Ejemplar de mi colección

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Lagoon

Aunque ya he comentado que la profundización en los aspectos del juego en el análisis se basa ante todo en la versión de Lagoon para Sharp X68000, he tirado mano de este ejemplar de Super Nintendo para presentároslo en esta sección. El juego para esta última salió tanto en Japón como en EEUU y Europa (cosa extraña esto), y lo que podéis ver aquí es la versión NTSC USA de la que dispongo. La Pal actualmente está muy por encima de mis posibilidades, alcanzando precios muy elevados por un ejemplar CIB en buen estado.

La copia está en un estado pongamos aceptable debido a sus numerosos defectos físicos, como se puede apreciar en la caja. Por suerte, la bonita imagen de portada superó bien el paso del tiempo, solo tiene alguna arruguita, pero ningún descolorido. Las otras caras sufrieron peor suerte; las laterales tienen varias marcas de punta a punta, los cantos están bastante pelados y abiertos y las solapas aunque mantienen su integridad también están bastante tocadas. La parte trasera tiene una rotura importante en la esquina inferior derecha, pero el texto y las imágenes se ven bien.

El cartón interior está en buen estado físico, pero un poquito menos en lo visual. A pesar de que mantiene su forma perfectamente, tiene por todos los bordes manchas negras provocadas por los roces (algo habitual). Sorprendentemente, la parte trasera está impecable aunque aquí no se pueda apreciar.

Cartucho con partes un tanto amarillentas, se conoce que en su momento llevó una buena batalla, aunque el plástico sigue duro y en la forma original sin roturas apreciables. Tiene también algunas manchas y ha perdido su brillo, que sí conserva parcialmente el adhesivo, todavía bien puesto. Por la parte trasera su aspecto gana bastantes enteros. Carece de funda protectora. Originalidad comprobada, como siempre.

Es una verdadera lástima que la portada del manual a todo color y tamaño muestre tantas rozaduras tirando hacia la parte del lomo. Sin duda una imagen épica y bonita. La parte trasera tiene algunas manchitas, nada grave. En el interior está mejor cuidado, tiene algún calco de algún número en ciertas páginas, pero lo más extraño es que estas (a pesar de estar todas íntegras) parecen un poco arrugadas en toda su superficie. Por cierto, quitando la portada es uno de los manuales más feos que he visto en Snes.

También falta cualquier extra, panfletos o publicidad, lo cual rebaja su valor coleccionista.

Fecha de adquisición: 08 de Enero del 2009.
Precio: 25.-$ (unos 21,34.-€ actuales).