Pues bien, ese momento ha llegado por fin. La evolución respecto a su antecesor se puede apreciar claramente en todos sus aspectos. Y no solamente vagos retoques o añadidos cumplidores. Se trata de mejoras verdaderamente sustanciales en cuanto a gráficos, sonido y jugabilidad que se pueden resumir en un equilibrio general mucho más perfilado y atractivo. Y eso que el juego se desarrolló a toda prisa y bajo una presión de tal magnitud que varios miembros del equipo de desarrollo abandonaron el barco a medio proyecto. Pero desde luego, nadie lo diría… Porque Shining Force II lo tuvo casi todo para triunfar, y de hecho, fue un coloso en ventas en su país natal. Tal vez el único apartado que no he nombrado aun es el que más salió ganando: su trama. Demonios, maldiciones y profecías forman el eje central de la historia. Siguiendo los hechos narrados en Shining Force Gaiden: Final Conflict de Game Gear, la introducción, con música e imágenes en perfecta armonía, inician la historia de este título, que se sitúa en un tiempo en donde la tranquilidad reina en el mundo tras una devastadora guerra entre tres poderosos demonios ocurrida medio siglo atrás. Zeon resultó vencedor, pero Darksol y Lucifer, gracias a la joya del mal, sellaron al rey de los demonios en una dimensión paralela, y posteriormente el héroe portador de la joya de la luz envió a los otros dos al mismo lugar. Con ambas joyas ejerciendo de sello, la profecía cayó en el olvido y los habitantes, aun los entrenados para ello, casi olvidaron con el tiempo cómo empuñar un arma. Pero en la oscuridad de una noche tempestuosa, tan solo iluminada por los atronadores relámpagos, Slade, un ratero de poca monta, abrió las puertas prohibidas para hacerse con el gran tesoro de la leyenda que yacía en la torre ancestral, sin tener ni la más remota percepción de lo que su fechoría estaba a punto de desatar. Al retirar las joyas, un portal de pura maldad quedó abierto, liberando el espíritu del rey de los demonios, Zeon… y el equilibrio del mundo se corrompió. Así comienza la leyenda de Granseal.
Aunque sin llegar a las cotas de los grandes RPG de aquella gloriosa época, Shining Force II pone ante nosotros un mundo de una extensión masiva. Más variedad de terrenos y muchos más pueblos que visitar, amplios y con elementos distintivos, más grandes y cargados de detalles y decoración, mucho más acordes a la potencia de Mega Drive. Tienen un bonito diseño y convidan a la exploración con sus varias alturas, sus rincones encantadores y algún que otro pasaje secreto. En las casas, los tejados desaparecen para permitirnos disfrutar de unos interiores claros, limpios y acogedores. El pueblo de Bedoe, excavado en la montaña (por poner un ejemplo), desvela un trabajo a conciencia, al igual que el templo del dios Volcano, que transmite una sensación sacra gracias a sus cuidados gráficos y distribución de elementos. El colorido está muy presente en llanuras y campos, pero se ha jugado con él de forma astuta, pudiendo encontrar también lugares tenues y casi fantasmagóricos con una iluminación muy apagada, especialmente en los preciosos santuarios en ruinas. En general es un juego muy vivo en lo visual, aprovechando bien la paleta de la 16 bits de Sega. Uno de sus puntos fuertes son los fondos de las batallas. En ellos se refleja el tipo de terreno sobre el que estas se desarrollan, mostrando escenas acordes de gran belleza y definición, con unas tesituras de color muy diferenciadas, y además son semi-dinámicos para mostrar varias partes de la acción. No llegan al cromatismo de los grandes titanes del género para Super Nintendo, pero difícilmente podamos encontrar unos fondos más bonitos en un juego para la bestia negra de Sega, rebosantes de colorido y matices de dibujo artesanal. El curioso scroll (que avanza con más lentitud que el protagonista) seguirá llevándonos por lugares inhóspitos y majestuosos, como los grandes castillos y lugares con hechizo como el dibujo del cóndor de Nazca, que también encontramos en el maravilloso Illusion of Time (curiosamente, ambos juegos aparecieron en Japón con un mes de diferencia) o el gigantesco puente de Pangoat, en donde libraremos una de las batallas más rabiosamente épicas con el que es mi tema favorito aportando tensión de fondo. Rara vez notaremos aburrimiento en la variedad de parajes que visitaremos. Si no me creéis, esperaros a visitar el templo de Tanos o el mundo de realidad aumentada de Creed (todo un puntazo de genialidad que quedará anclado en vuestra memoria). En las cumbres, un plano de scroll extra creará una deliciosa sensación de altura, pero no es el único efecto visual que encontraremos, se unen alguna pseudo-transparencia curiosa y sobre todo, los embriagadores reflejos de las nubes sobre el lago en el templo de Mitula, que nos dejarán sin aliento. Destacar también la mejora en los avatares que acompañan los textos, mucho más grandes, coloristas y mejor dibujados que en la primera parte, y las animaciones, con detalles muy divertidos.
Masahiko Yoshimura, tras estar al mando en las dos primeras entregas, pasó la batuta al sr. Motoaki Takenouchi. Y no quiero desmerecer el trabajo del primero, pero desde luego no se puede negar que el cambio influyó muy para bien. Mientras la banda sonora de las dos primeras partes era mero acompañamiento, en Shining Force II las composiciones cobraron mucha más presencia y personalidad hasta el punto de convertirse en uno de los apartados más destacados del cartucho. Quizá podamos quejarnos de que en ocasiones estén algo desubicadas, o echemos en falta más cortes de intensidad media para ciertas situaciones, pero en la mayoría dio totalmente en el clavo a la hora de incluir algunos de los temas más épicos que se escucharon en Mega Drive. En castillos, retumban las orquestaciones y los redobles de tambor, bastante bien adaptadas al chip de la máquina (se nota claramente el esfuerzo), y este tipo de sonido es el que va a predominar a lo largo de la aventura. Pocas nos van a dejar indiferentes, y no particularmente por mostrar alardes sonoros, sino por la chispa y la versatilidad de estas, mezclando en varias ocasiones elementos tan dispares como tono humorístico y marchas militares, o lo que más me ha impresionando, ambientando batallas desenfrenadas con temas muy suaves que le dan un contrapunto poco común pero muy funcional. Adorables resultan las canciones que nos acompañan en los pueblos (aunque falte variedad) y, de repente, ante esa situación triste y desoladora como tantas que nos aguardan en la aventura, salen a nuestro paso varios cortes muy sentimentales, de esos que llegan muy hondo. Precisamente porque el juego es bastante más emocional que sus predecesores, hacen estos más acto de presencia. Los 26 temas que conforman la colección constituyen una banda sonora variada, colorista en lo musical y a veces muy sorprendente, incluyendo algunos temas exclusivos de lugares secretos, como por ejemplo, la ciudad de los elfos, en donde nos daremos cuenta que su acompañamiento se parece más al de los santuarios de hadas de cualquier juego de The Legend of Zelda de lo que la simple casualidad puede llegar a explicar. Otra alegría que me he llevado ha sido en la ciudad subterránea de los enanos, un fantástico tema con aires de jazz que no podrás parar de escuchar. En cuanto a los sonidos FX, están a un nivel muy inferior en comparación. Raro será el momento en que nuestros oídos se sientan abandonados sin ningún efecto (hay cierta cantidad), pero estos son de una calidad muy mediana, muy comunes. Más allá de la apertura de puertas, los pasos por las escaleras o los estridentes sonidos de las acciones en el menú, es un buen detalle que cada uno de los personajes tenga un tono distinto en el transcurrir de sus textos, como si a través de este hecho se hubiesen querido representar distintas voces. Fanfarrias hay unas cuantas, y todas son de esas que te hacen alzar el puño en señal de victoria, algo que este juego pide a gritos.
Pero todavía falta por tocar una de las notas clave del juego, y es que haciendo honor a su naturaleza de Tactical RPG, cualquier momento, cualquier excusa es adecuada para plantarnos delante de una gran batalla. Podremos disponer de 11 luchadores simultáneos de entre un total de 30 a reclutar (algunos de ellos secretos). En el campo de acción, el juego es lo más parecido que podamos esperar a un juego de rol de tablero en cuanto a su mecánica, que no ha variado apenas respecto a su precuela. La estrategia es algo muy necesario, tanto emplear una buena táctica de ataque como utilizar a nuestro favor las características especiales que nos proporcionan los distintos terrenos. En las luchas avanzadas, el nivel de dificultad (a escoger entre cuatro distintos, por cierto) nos irá apretando las tuercas a base de bien, teniendo en cuenta que la inteligencia artificial de los enemigos se rediseñó por completo para este capítulo, pero aun así, creo que si tengo que poner un punto por encima del resto en este juego, es su perfectamente medida dificultad. La curva fue trazada con mucho tacto, y en mi opinión, lo que sitúa a esta saga por encima de Fire Emblem (al menos, en los primeros títulos) es que los personajes no mueren definitivamente. Si le añadimos la posibilidad de escapar de los combates en cualquier momento para volver a intentarlos si la cosa se pone muy cruda, disfrutaremos de un equilibrio que es una gozada para el jugador, mientras poco a poco, con cada golpe o victoria, nuestros personajes van aumentando de experiencia, e incluso de clase a partir de cierto nivel o con ciertos objetos especiales. A veces pueden resultar algo incómodas las batallas aleatorias por el mundo general, sobre todo contando que estas pueden durar entre 30 y 45 minutos, pero también son algo necesario si queremos mantener un nivel de experiencia digno. Ya inmersos en ellas, nos olvidaremos de que existe el resto del mundo gracias a su ardiente intensidad que se palpa especialmente en algunas como la de las flores prisma, o la fascinante batalla que libraremos a lo alto de una torre de cuatro pisos. La extensión de los mapeados es enorme, y en más de una ocasión podremos sentirnos perdidos por su carácter abierto, así que, ante la ausencia de un mapa, no queda otra que explorar, pero también leer, ya que el juego cuenta con mucho texto para su estilo y muchos eventos inesperados que nos acercarán, poco a poco, a uno de los tramos finales más intensos que he jugado nunca, un final no exento de tragedia de los que te hacen temblar hasta el último segundo. Estamos, tal vez, ante el mejor RPG de Mega Drive.
Su desarrollo es fluido y espontaneo, pero esto no quiere decir que sea siempre intuitivo. Para superar algunos tramos, deberemos hablar con personas concretas o realizar acciones (el trozo de madera en el árbol, la dinamita para el cañón…) que nos pueden llegar a mantener unas cuantas sesiones de juego dando vueltas y buscando el punto adecuado. Por suerte el control, que era un poco incómodo en la primera parte, se mejoró notablemente aquí. Disfruta al máximo de esta irrepetible epopeya, busca los pedazos ocultos de mithril, aprende a dominar los menús en batalla, dedícale tiempo a los pueblos y a sus habitantes, revisita lugares y busca nuevos luchadores sin acomodarte demasiado en una sola plantilla de estos, porque ahí suele estar la magia de la diversión de un buen Tactical RPG. Y tras el final, si tienes paciencia, todavía te aguarda una última sorpresa en forma de una de las batallas más tortuosamente difíciles de entre todas las que habrás superado ya.
- Lo Mejor Del Juego: Algunos escenarios nos dejarán atónitos en el fragor de las batallas. Multitud de mejoras en todos los ámbitos. La historia tiene mucho peso y es más emotiva. La parte final es de una intensidad abrumadora. Dificultad casi perfecta. Unos cuantos secretos.
- Lo Peor Del Juego: Fallos en la traducción inglesa. No hay mapamundi. Ciertas soluciones muy poco intuitivas.
----OTROS ANÁLISIS RECOMENDADOS----
La Música de este RPG
__________________________________________________________Si comparamos los temas compuestos para este Shining Force II con los de las anteriores entregas, encontraremos un claro salto evolutivo en calidad. Estos tienen una mayor profundidad, y no solo a nivel instrumental, sino también a la hora de llegar al jugador y transmitir las sensaciones de sus estupendos escenarios y mapeados. Se hizo un uso más intensivo del chip de Megadrive y se dotó a cada una de las canciones de una personalidad mucho más notable.
Lively Town. De esta forma tan alegre y vivaracha (y salvando el acompañamiento de la introducción) comenzarán nuestras andanzas en Shining Force II, concretamente en el pueblo original de Granseal. Muchos pensarán que esas notas tan luminosas restan épica, pero yo la considero perfecta para el lugar, con sus lúcidos colores y el toque de humor presente en muchas ocasiones. La combinación de bajos y notas principales es ideal, con un tímido xilófono que asoma ocasionalmente.
Dying Wishes. Desolador título para una de las melodías más pesarosas del juego. A los pocos segundos cobra algo de color musical, pero lo hacie siguiendo la estela de melancolía de sus primeros compases, incluyendo una buena imitación de saxo y teclas como instrumentos principales. De las canciones lentas, es esta la que más me ha llegado, asentada sobre una base de oscuros pianos y representando esos momentos más lúgubres y emocionales del juego.
To Arms!. De esta es de la que os hablé en un momento de la review. Su inicio siempre ha sido un motivo de alegría durante el juego, ya que aunque al principio parece muy clásica, con su ritmo militar y su percusión constante, transcurrido un rato va subiendo gradualmente de intensidad hasta llegar a un punto de épica con una fuerza tremenda que marca el zénit de la composición. Recordar o imaginarse esto en medio de una fervorosa batalla llega a poner los pelos de punta.
Piano. Esta se podría considerar casi como una curiosidad, ya que tan solo suena en un momento puntual del juego, uno de esos complicados de encontrar, en el que el protagonista tiene que interpretar esta misma pieza en una ciudad arrasada por el pánico. Es tranquila, más melancólica que triste, y su único instrumento son las teclas del piano que descansa en esa olvidada casa de la población de Moun. Nos acompañará a partir de entonces siempre que la visitemos, y es una adaptación suave del tema Wandering Warriors.
Final Battle. Ponemos toda la carne en el asador ahora con esta creación musical que destaca por varios motivos, pero sobre todo por su fiereza, por su ritmo endiablado, por su percusión y por la sensación de tensión y peligro que aportará precisamente a la que será la batalla más difícil del juego, viéndonos las caras con el rey de los demonios Zeon. Las trompetas sonando a pleno pulmón desembocan en una parte más extraña y compleja que vuelve a reiniciar el tema.
10 comentarios:
Durante mi infancia este fue uno de mis títulos favoritos, lo conocí gracias a un amigo que me paso el emulador con el juego, al estar solo en ingles y yo no ser muy bueno en ese tiempo, me costo bastante terminarlo. Aun hoy en día suelo re-jugarlo de vez en cuando.
Qué gozada conocer este pedazo de juego en la infancia. A mí me ha tomado demasiado tiempo en ponerme con él, pero lo he disfrutado como si fuese el primero. Muy superior a su primera parte, sin duda es una obra que merece ser jugada una y otra vez. ¡¡Un saludo, Lundalf!!
Lamentablemente nunca jugué este juego, pero tu analisís está muy bueno :D. ¿Alguna vez probaste el Dungeon Maker de DS? La historia es media floja, pero el modo de juego es muy entretenido. Saludos o.O
¿Qué tal?
¡Gracias! Créeme, vale muchísimo la pena dedicarse a él. Es uno de los mejores Tactical que he jugado nunca y uno de los mejores RPG (por no decir el mejor) de Mega Drive. Estoy convencido de que te va a encantar si te gusta el género, es un imprescindible.
Pues no, nunca he probado el Dungeon Maker, la DS es una consola que tengo poco tocada a pesar de su buen catálogo de RPG. Pondré este en la lista de votaciones. Gracias por la recomendación.
Un saludo.
pedazo de blog amigo que tienes, yo no se que hice antes para no descubrirlo hasta ahora, por cierto los análisis son muy buenos
¡Hola Vyse! (por cierto, me encanta tu nombre de usuario)
Muchísimas gracias por tus palabras, espero que todo sea de tu agrado y, si te animas, comenta, opina, sugiere... ¡lo que quieras! Estás en tu casa.
Un gran saludo.
Uno de mis preferidos de Mega Drive, supera en todo al primer Shining Force, que es también muy bueno. Me mola también la música del juego, es de mis favoritas, quizás por nostalgia, porque me compraron el juego en su época, 11000 pelas que valía el jodido xddd. Quien diga que segundas partes no son buenas, aunque en este caso técnicamente es una tercera parte, no probó este juego.
¡Hola Isaac!
Tu lo has dicho. Mejorando enormemente lo que ya de por sí fue un gran juego. Me encantaría haberlo conseguido en su momento, su precio actual supera ampliamente las 11.000 "cucas" jeje. En cuanto a la banda sonora, es cierto, tiene algunos temas que son una gozada. A ver si no tarda mucho en aparecer por aquí el Shining in the darkness, le tengo bastantes ganas. No dejemos nunca de recordar y disfrutar estos pequeños tesoros.
¡Un saludo y gracias por tu comentario!
El primer juego de rol que jugué desde bien pequeño ,en inglés y sin enterarme de nada ,brutal la música los personajes y todo en el es una auténtica delicia .Batallas super épicas y un juegazo que me produce una nostalgia absoluta ,el mejor RPG táctico de la historia para mi ,un saludo crack me encantan tus análisis me hacen volver a la infancia y me ha e quererlos rejugar todos .
Estoy jugando actualmente al chrono Cross que nunca jugué y me está encantando aunk solo llevo 6 horas .Un saludo crack
¡Hola Dani!
Tanto si eres de los que viviste la era retro (8 / 16 bits) como si no, pero sabes valorar en su justa medida estas joyas, te sentirás como en casa en este blog :). Shining Force 2 para mí fue amor a primera vista, y cuando lo terminé, estuve convencido de que era uno de los mejores Tactical que había jugado hasta el momento. Tanto el desarrollo, como la narrativa, la mecánica, la ambientación y el equilibrio de su jugabilidad son dignas de una pequeña obra de arte hecha RPG. Yo lo incluiría entre mis 5 favoritos del subgénero. Me alegra que estés disfrutando de los análisis.
Madre mía, Chrono Cross, palabras mayores. Para mí es, sin lugar a dudas, el mejor JRPG de Playstation, por encima incluso de Xenogears o Final Fantasy VII, y uno de los mejores de la historia, al mismo nivel que su antecesor, pero muchísimo más maduro. Si sabes apreciar su inmensa profundidad emocional y su laberítica trama, te va a dejar sin aliento. Ya me contarás qué tal. Un saludo.
Publicar un comentario
Si te ha gustado el análisis y/o te resulta interesante, deja aquí tu comentario :)