Lejos de acomodarse en las mecánicas y características ya implantadas en el primer capítulo (algunas de ellas realmente innovadoras para su momento, y sobre las cuales podéis leer aquí), Ys II resultó un paso adelante, otra vuelta de tuerca en la que, contando una vez más con una soberbia banda sonora a cargo de Yuzo Koshiro (entre otros), mejoró todos y cada uno de los apartados, y no se puede negar que en su conjunto dichas mejoras hacen de este Action RPG un juego muchísimo más equilibrado, jugable, bonito y adictivo. De nuevo vengo a hablaros de la versión para MSX2, ya que está considerada una de las mejores de entre las cinco que salieron originalmente. En este caso, la he jugado con el parche en castellano creado por Manuel Pazos y pulido por Víctor Martínez, ya que es el único completo que existe. Aunque, siendo sincero, la calidad de la traducción en ocasiones deja bastante que desear (traduciendo “table” como mesa en lugar de “tabla” o “after you” como después, en lugar de “tras de ti”, etc.), pero al menos hace la historia entendible, que ya es mucho. Aun así, recomiendo fervientemente el visionado del anime que salió pocos años después, a ser posible después de terminar el juego para evitar spoilers. Os ayudará enormemente a entender la trama y conocer mejor a los personajes ya que es del todo fiel al videojuego, además de tener una calidad narrativa y de acción que me ha dejado patidifuso. Dejando a un lado aspectos extra, Ys II es una continuación estrictamente directa del primero, y continúa en el momento en el que, tras haber recuperado los seis libros de Ys y acabado con Dark Fact, nuestro héroe pierde el conocimiento envuelto en una luz que le transporta a una nueva tierra. Para muchos, una simple leyenda. Para otros, su hogar. Ys fue ascendida a los cielos 700 años atrás por las diosas y sus seis sacerdotes. Habiendo desterrado el material de Crelia, creyeron que de ese modo podrían vivir en paz. Pero la perla negra, que trajo la bendición a aquellas tierras, también sería el origen de todo mal, y pronto Ys se vio inundada de oscuras criaturas y sacrificando inútilmente vidas humanas para aplacar su sed de sangre. La llegada de Adol Christine a dicho lugar simboliza la rebelión contra los seres del inframundo, y muy pronto otros valientes luchadores se unen a él para acabar con el despotismo y el terror que el villano Darm lidera sin compasión. En esta segunda entrega, intervienen más personalidades secundarias, y a pesar de que en el juego la trama no está demasiado desarrollada, sí hace hincapié en momentos fundamentales, unas cuantas revelaciones y sorpresas y algunos personajes que no son quienes parecen ser.
La introducción ya es en sí misma una mejora, y bastante acusada, ya que pasamos a presenciar una deslumbrante secuencia que tuvo un gran impacto en aquellos años, larga y con dibujos y animaciones grandes y muy bien realizados. Conforme vayamos progresando, los gráficos mejorarán ostensiblemente, y no solamente respecto a su antecesor. La variedad se va haciendo patente, y también la extensión de los lugares. Desde mazmorras en ruinas que transmiten una gran sensación de abandono y misterio hasta decadentes cuevas, así como enormes palacios, extensiones cubiertas de hielo con gran cantidad de elementos y zonas volcánicas excelentemente trasladadas al aspecto visual made in Falcom, que en esta aventura cobra una personalidad mucho más definida gracias precisamente a todo el conjunto de detalles esparcidos por los distintos mapas. Hablando de mapas, curiosamente esta vez no disponemos de uno general. La acción se desarrolla a través de lugares cerrados o pueblos. Pero no es algo que realmente importe, ya que la acción es tan intensa que ni siquiera lo echaremos en falta. Ahora los interiores parecen más vivos. Echadle un ojo, por ejemplo, al sótano de Hira y a la magnífica animación del muro. Se mantienen esas líneas curvas en las formaciones (como cuevas o caminos) que invitan a una mayor exploración. Pero es en los lugares exclusivos, y especialmente en la recta final del juego, donde el apartado gráfico se luce a sus anchas. La cima del torreón del Templo Salomón me ha dejado embobado, con su sensación de altitud y sus cielos y nubes anaranjados, una auténtica preciosidad, pero también me han sorprendido las texturas de calaveras en las paredes, solo visibles en el último tramo (creando un ambiente diabólico), o detallazos como la marca del agua al bajar de nivel en las alcantarillas. El plantel de monstruos es más amplio y también mejor diseñado. Criaturas malévolas de fantasía como seres de cuatro brazos (perfectamente reconocibles) se entremezclan con clásicos como hechiceros y caballeros de doradas armaduras. Y todos ellos correctamente animados. Y respecto a la extensión y tamaño… si algunos lugares del primer Ys os parecen grandes y complejos, quedan a la altura del betún si hablamos de su segunda parte. Porque más allá de las amplias zonas de lava o el confuso diseño de la ascensión de hielo, el Templo Salomón resulta de un calibre y magnitud inimaginables, como pocas veces he visto en un videojuego de 8 bits, un tortuoso y descomunal laberinto de varias pantallas y tres alturas que ha conseguido volverme medio loco. Por suerte, gracias a la elección de colores y puntos de referencia la tarea no será imposible si estamos alerta. Durísimo pero coherente. Eso también habla muy bien del acabado de su diseño.
Al imparable equipo formado por Mieko Ishikawa y Yuzo Koshiro, que compusieron y arreglaron la música en el capítulo inicial, en esta ocasión se unió un tercer miembro, Hideya Nagata, en su primera y única aparición en la saga. Juntos volvieron a hacerlo. Volvieron a crear una de las bandas sonoras más icónicas, grandiosas e influyentes de la historia de los RPG, y el resultado salta al oído nada más encender el juego, con esa introducción acompañada por un tema largo, rebosante de acción y una melodía que nos enciende por dentro, y que ha recibido diversas adaptaciones, algunas de ellas en formato Heavy/Rock, que es realmente el género al que más se presta el modo de componer que este trío de artistas ostentó en Ys II – Final Chapter. De hecho, en el mismo anime que os he mencionado antes podréis escuchar algunas de ellas (y por supuesto, en la sección musical de abajo). La orientación en el juego sigue siendo la misma: melodías con un fortísimo componente ochentero en sus notas, pasajes épicos a más no poder, acción por los cuatro costados y una calidad compositiva digna de los nombres que hubo detrás. La dirección, diseño, programación y guión del juego seguían estando amparados por Tomoyoshi Miyazaki y Masaya Hashimoto, y precisamente fruto de la colaboración entre estos y el legendario Y. Koshiro, la ópera prima de Quintet, Actraiser, contó también con la batuta del legendario compositor. Ys II mantuvo perfectamente el nivel de calidad musical del que hizo gala en el anterior juego. Ni un solo tema se puede tachar de relleno, o se nos va a atragantar durante la aventura, y es que estamos hablando de una colección que supera la veintena de piezas, que contienen algunas a las que se les dio un baño de melancolía, u otras más ambientales, pero que definitivamente se especializan en la acción pura y dura. Bajos rápidos y muy presenciales, notas virtuosas, subidas y bajadas de intensidad, giros melódicos interesantísimos… fue (y sigue siendo, con perspectiva) un ejercicio de creatividad y amoldamiento a la esencia del juego exquisitos. Además, muy bien encajadas en cada momento. Porque, por suerte, en las zonas donde más tiempo pasaremos se encuentran algunas de las más destacadas y adictivas, de esas que entrarán por la fuerza en nuestra memoria auditiva para permanecer mucho tiempo, sin cansarnos, dándole al jugador uno de los más grandes motivos para no desfallecer en esta aventura con su tremenda intensidad. Aquí se buscó también la experimentación con más sonidos, y aunque las limitaciones del MSX2 no daban para incluir nuevos, sí podemos encontrar, por ejemplo, ritmos de campanas, o algo parecido a pájaros en algunas melodías, así como sonidos distorsionados y un mejor uso, si cabe, de todos los samples de percusión posibles. También se puso empeño en ampliar el número de efectos de sonido, con alguna que otra fanfarria (cofres o la mítica melodía de armónica), sonidos al subir escaleras y distinción entre los golpes y la estocada final en un combate.
Hasta aquí ya hemos citado unas cuantas mejoras que incorporó el juego. Algunas forman parte de una evolución lógica, mientras que otras son fuertes añadidos que mejoran notablemente el conjunto. Sin embargo, la madre de todas ellas, el aspecto que rotundamente más se elevó en cuanto a calidad fueron en realidad dos: la sobresaliente mejora en la curva de dificultad y el movimiento de pantalla. Ambos marcan la diferencia entre un Action RPG que era jugable pero con severas carencias y una auténtica oda a la diversión como este. Y es que de esta forma, el avance se convierte en un placer tan adictivo, tan apasionante y tan fluido que es casi imposible dejarlo desde el principio hasta el fin. Olvidaos del nivel de experiencia que llega al máximo a mitad de juego, o de esos enemigos tan brutalmente superiores a nosotros. En Ys II todo es muchísimo más llevadero, sigue siendo una aventura difícil pero es mucho más agradable para con el jugador. Y es que difícil no tiene porque ser sinónimo de poco jugable, y esta es la demostración perfecta. Más que en la dureza de los enemigos, los retos e impedimentos que nos propone este juego van más enfocados al uso de objetos, a lugares extremadamente laberínticos (como las alcantarillas, todo un desafío a nuestra orientación y paciencia) o a la exploración milimétrica de sus escenarios, aunque también hay que reconocer que en determinados momentos se les fue un poco la mano. Un solo pixel distinto en el mapa puede suponer un objeto crucial para dar el siguiente paso en la aventura. El uso de un ítem concreto en una situación muy puntual puede conllevar el avanzar o el quedarnos durante horas recorriendo una y otra vez la mazmorra de turno sin saber qué diantres hacer. Y eso contando con que en esta segunda parte tenemos más pistas, incluso podremos convertirnos en monstruo para hablar con los semejantes, o usar una caracola para que nos guíe hacia el siguiente paso; grandes ideas que le dan otro color a la dificultad. La inclusión de la magia es uno de los mayores añadidos, y es que si anteriormente solo contábamos con nuestra espada y escudo, ahora podremos lanzar bolas de fuego, y esto llega a cambiar bastante la forma de resolver ciertas barreras. Muchos más objetos (ahora, con sus descripciones), posibilidad de salvar en cualquier momento, nuevas e imaginativas situaciones, más jefes finales y por supuesto, la posibilidad de recuperar vida estando quietos y el mismo sistema de combate (lo que los ingleses llaman bumping attack), y todo ello infinitamente más fluido gracias al renovado scroll que incide muy positivamente sobre la jugabilidad.
Si probasteis Ys I y os desanimó por su atronadora dificultad en la recta final y la incoherencia de ciertos desequilibrios en su desarrollo, no os deis por vencidos con la saga, porque su secuela ofrece una enorme cantidad de añadidos y mejoras que la convierten en algo muchísimo más jugable y variado pero sin perder ni un ápice de la frenética acción de la que hacía gala el primer capítulo. A mí personalmente me ha supuesto una sorpresa mayúscula y al mismo tiempo, una satisfacción indescriptible el poder haber terminado (por fin) el inicio de una de las sagas más míticas de la historia de los RPG. Y por supuesto, insisto, no olvidéis disfrutar y deleitaros al máximo con la colosal banda sonora de Koshiro / Ishikawa / Nagata. Un paso intermedio perfecto para enlazar con Ys III, que seguro que pronto veréis por aquí. Ahora sí lo puedo decir alto y claro: La segunda parte de Ys es una auténtica y definitiva maravilla.
- Lo Mejor Del Juego: La brillantísima OST de Koshiro y compañía. El uso de la magia. El scroll mejoró enormemente, y la jugabilidad dio un paso de gigante. Más grande. Más adictivo. MEJOR.
- Lo Peor Del Juego: En ocasiones nos volveremos locos sin saber qué hacer. La historia está pobremente narrada y no profundiza nada en personajes muy relevantes.
----OTROS ANÁLISIS RECOMENDADOS----
La Música de este RPG
__________________________________________________________El conjunto formado por Ys I e Ys II no solamente conforma una historia llena de magia, fantasía y vibrante acción sin frenos. También forman parte de la historia de los videojuegos gracias a su excelente banda sonora, que sentó cátedra en estilo y composición para futuras entregas del género. El trío formado por Yuzo Koshiro, Mieko Ishikawa y (solo en esta segunda entrega) Hideya Nagata dio como resultado una selección musical sin la cual no se podría concebir de la misma forma este grandísimo Action RPG.
To make the end of battle. Empezamos a tope, con uno de los temas más emblemáticos de toda la saga. Uno de esos que ya te pone a cien desde el mismo inicio de la intro, acompañando con dramatismo y espectacularidad todas las imágenes y animaciones que vemos en ella. Si hay algo en particular que me encanta de él, es la parte inicial, con influencias del este en sus notas y esas otras que van ascendiendo en tensión hasta llegar al grueso principal, que nos hará mover el pie a base de bien.
Solomon shrine. Sin bajar el ritmo en absoluto, continuamos con esta que acompañará nuestro tortuoso devenir por uno de los templos más gigantescos, confusos y amenazantes que haya visto en un juego de 8 bits. Y esa misma musica capta su esencia al máximo con unas bases graves en clave de doble pedal de Heavy Metal mientras las virtuosas notas se suceden, ganando poco a poco en dramatismo hasta llegar a uno, e incluso a dos puntos álgidos de esos que nos incitarán a levantar nuestra espada en alto.
Apathetic story. Curiosa y casi descorazonadora composición. De corta duración pero de gran expresividad, la tristeza que desprenden sus notas inunda cada rincón de la casa de Banoah, la madre de Lilia, que ve como lo más preciado en su vida desaparece. Es exclusiva de ese lugar y tan solo de una parte en concreto del juego, pero cuanto más la he escuchado, más me ha conmovido. Puede que no destaque especialmente en un primer contacto, pero se va haciendo mucho de querer.
Subterranean canal. Volvemos a las bases cabalgantes, pero esta vez la melodía no es como las demás rápidas. Sus notas están más espaciadas, y aunque transmite muchísimo (de hecho, es una de las mejores a mi parecer), lo hace más allá del clásico sonido épico. Sin abandonar la esencia ochentera en su estilo, su principal línea melódica es más bien alegre, pero sus cambios de tesitura, notas mayores y menores, especialmente en su segunda mitad, la convierten en una de las escuchas más interesantes del juego.
Tender people. Hay más de un tema en el juego apropiado para los momentos más sensibles de este (que son muy pocos, pero los hay). Pero si hay una que sin duda merezca ser calificada de absolutamente entrañable, es esta que escuchamos a continuación. Su cadencia es muy distinta a la gran mayoría, su melodía es tierna y ensoñadora, como sus cambios suaves de intensidad, que nos van tranquilizando y transportando poco a poco. Por último, añadir que su percusión es una de las más variadas que encontramos. Me parece una auténtica maravilla.
Ruins of Moondoria. Volvemos a todo trapo. Ruins of Moondoria pertenece al conjunto de temas que se quedará mucho tiempo en nuestra memoria al ritmo de la acción trepidante que desprende. Varias adaptaciones que se han hecho de ella han empleado un sonido Heavy Metal que le viene de perlas. Me encantan sus bajos, su melodía secundaria y la principal, pero sobre todo cuando esta última se queda sola con las bases y forma una de las partes más épicas musicalmente hablando del juego.
2 comentarios:
Que estupendo análisis, todo un clásico del RPG y para MSX2, nunca lo he jugado pero algún día caerá.
¡No dejes de probarlo! Una auténtica pasada que te mantendrá pegado al mando hasta el final. Épica en estado puro. Solo por su bestial OST ya merece la pena. U¡saludo Xisco!
Publicar un comentario
Si te ha gustado el análisis y/o te resulta interesante, deja aquí tu comentario :)