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domingo, 15 de noviembre de 2020

The Battle of Olympus (NES, Aventura RPG)

The Battle of Olympus - Caja Pal EspañaTal vez con este nuevo análisis me haya salido un poco de la tónica habitual. Cuando emprendí la aventura que nos ocupa, confiaba en que presentara más elementos RPG de los que contiene en realidad. Al fin y al cabo, su aspecto gráfico y mecánica de juego me recordaron en un primer contacto a juegos como Zelda II: The Adventure of Link o Faxanadu, ambos ya comentados en este blog, incluso vi alguna reminiscencia de Castlevania II: Simon’s Quest en alguna de sus más tempranas pantallas. Lo cierto es que hoy voy a hablar de una aventura en toda regla con algún deje RPG, más allá de su grandilocuente estética y poderosa música, en su mecánica de avance. Porque si un buen puñado de títulos de la saga Zelda u otros como Illusion of Time, Alundra, E.G.G o Neutopia han visitado estas páginas, ¿por qué no iba a hacerlo esta épica gesta situada en el mundo de los dioses antiguos? Además, estoy convencido de que gustará a cualquier jugador que tuviese la suerte de vivirla en su más tierna infancia a los mandos de su NES, algo que, según me consta, fue el caso de muchos de los que me leéis.

The Battle of Olympus - Pantalla título RPGEsta obra llevaba en mi recámara de títulos pendientes mucho tiempo ya (y es que hay tantos y tantos RPG atractivos que desbordan mi capacidad de elección). Sin embargo, al leer sobre ella unos días antes de escoger nuevo RPG, especialmente su historia, la alternativa quedó clara. Para empezar, siempre me atrajo fuertemente su estética y su concepto al estar obviamente basado en el universo de la mitología griega, el paradigma de todas las aventuras épicas habidas y por haber. Aunque nunca antes lo había probado, sus pantallas me resultaban evocadoras y la idea The Battle of Olympus - Slimesde abrirse camino entre pruebas y batallas con grandes Dioses de la antigüedad abría mi apetito aventurero. Sin embargo, el atractivo definitivo fue conocer la propia historia que cuenta el juego, claramente inspirada en una leyenda que adoro: la de Orfeo y Eurídice, y fue entonces cuando ya no pude resistirme. Una historia hermosa y a la vez muy amarga, una auténtica tragedia griega que cuenta la vida de Orfeo al conocer a la ninfa Eurídice y enamorarse de ella. Juntos vivieron en un idilio de felicidad durante poco tiempo hasta que la bella mujer fue mordida The Battle of Olympus - Abismospor una serpiente venenosa que causó su muerte, y su alma pasó a ser posesión de Hades. Con el corazón devastado por la pérdida, Orfeo viajó hasta el mismísimo núcleo del infierno para encontrarse con el rey de los muertos y suplicarle que devolviera la vida a Eurídice. Orfeo conmovió a Hades con sus tristes melodías hasta que este le concedió la oportunidad de que ambos pudiesen regresar al mundo de los vivos, pero con una sola condición: en su trayecto hacia la luz, Orfeo nunca, bajo ningún concepto, debía mirar atrás. Tras un penoso camino y ya al borde de su destino, el The Battle of Olympus - Aguas venenosashéroe, cada vez más asaltado por insoportables dudas, no pudo evitar volver la cabeza para comprobar si realmente Eurídice caminaba tras él, y en ese mismo instante, el abismo infernal se abrió y se tragó el cuerpo de la dama para nunca más volver a abrirse. El juego coge bastantes elementos de esta descorazonadora historia y los plasma en ocasiones de forma más o menos fiel, y en otras a su libre interpretación. Nos pone en la piel de Orfeo en su aventura para llegar al Tártaro, el lugar de pesadilla donde se encuentra el cuerpo petrificado de Eurídice. Por The Battle of Olympus - Fuentealguna misteriosa razón (de espacio o de gancho), la mujer fue referida como Helena en este juego, algo que choca bastante, ya que la mayoría de Dios@s de la antigua Grecia sí mantienen su nombre original (Athena, Afrodita, Hephaestus…). Así pues nos podremos encontrar bien arropados por toda esa sensación de estar en una auténtica aventura de referencias ancestrales y mitológicas.

The Battle of Olympus - Habitación amarillaDicho universo, a nivel de entorno visual está tan bien representado que resulta una auténtica delicia, lleno de estilo, detalles y símbolos que nos llevan de vuelta a la conocida leyenda, con algunas de las ciudades y periferias más recordadas en la historia clásica, como Ática, los profundos bosques del Peloponeso, la zona rocosa de Argolis o la ancestral Phthia para meternos todavía más en materia. Esto se traduce en una gran variedad de lugares y texturas gráficas, ya que el juego plasma cada una de las The Battle of Olympus - Campos traicionerospoblaciones y regiones con una gran imaginación y un perfecto sentido del estilo clásico y épico que debe envolver a una odisea de tal magnitud, sin perder en ningún momento la visión más guerrera y legendaria. Se mantiene dicha personalidad en todo momento, en cualquiera de las pantallas, y sin embargo en ningún momento nos dará la sensación de repetición, ya que en este apartado se jugó muy bien con el espectro de colores de la NES para darle carisma, desde a las grises zonas que están formadas The Battle of Olympus - Cascadapor cuevas e imponentes abismos hasta la tenebrosa oscuridad que reina conforme nos vamos acercando al Tártaro, pasando por la frondosidad que aportan los tonos verdes y marrones y los efectos de sombreado a los bosques del Peloponeso, donde recorreremos rutas con combinaciones de color que nos ayudarán a orientarnos, unas más nocturnas y otras más brillantes o más áridas. Podemos entrar y ver los particulares interiores de las casas, demasiado vacíos pero con formas curiosas que recuerdan vagamente (algunos ventanales) el expresionismo alemán. En el The Battle of Olympus - Delfíninterior de los templos la cosa es bastante distinta. Las murallas y fondos nos obsequiarán la vista con una gran cantidad de detalles en su arquitectura y decoración, esto es: desconchados en las paredes, hiedras, marcos, gigantescas columnas, y partes que simulan profundidad en las estructuras. Nada que rebase las posibilidades de la NES, desde luego, pero creado con mucho gusto y noción, y lo más importante, trasladando al jugador esa sensación de estar formando parte de una The Battle of Olympus - Bloques doradosleyenda de la mitología griega. Muros deteriorados, gigantescas torres de piedra, misteriosas ciudades (Elis o Atenas, por ejemplo), místicos jardines, fachadas semiderruidas invadidas por la naturaleza, y especialmente, fantásticas y deslumbrantes escenas al aire libre donde podemos deleitarnos observando el horizonte y sus bonitos degradados. Una vez más, aquí el colorido es notable. Y en el ending, el efecto de iluminación producido por la salida del sol contra lo que parece el Partenón nos dejará fascinados. Hay mucho más que rascar en este apartado. El tamaño del The Battle of Olympus - Columnaspersonaje principal es considerable, al igual que lo son sus animaciones, con algún que otro cuadro más de lo que uno podría esperar al caminar o saltar. Podéis acusarme de tener excesiva imaginación, pero lo cierto es que a mí cada uno de los lugares de este The Battle of Olympus me ha cautivado irresistiblemente y me ha sumergido a un alto nivel en la historia, y eso en un juego de 8 bits era algo fundamental.

The Battle of Olympus - Degradado celesteLa banda sonora del juego también es una pasada a la hora de encajar y transmitir, perfectamente comparable al anterior apartado en cuanto a calidad e incluso superándolo, consiguiendo absorber en sus notas ese neoclasicismo griego adaptado al ámbito musical, por lo que al igual que sus detalles y virtudes gráficas, esta también nos invitará a entrar de lleno en esta epopeya de colosos y batallas. Nótese que, lo mismo que comenté con los distintos espectros visuales que nos ofrece el juego, The Battle of Olympus - Escalerasla música también consigue una considerable variedad de tesituras pero sin modificar su estilo. Cerrando los ojos, podríamos casi adivinar solamente por la música un compendio de lo que se muestra en pantalla. Son, además, carismáticas y con bastante fuerza compositiva, logro que hay que agradecer al músico Kazuo Sawa, que destiló conocimiento e inteligencia a la hora de utilizar los escasos canales de audio de la vieja 8 bits de Nintendo con reducidos medios. Y es que en la mayoría de los The Battle of Olympus - Estatua solescasos, el talento y el ingenio son los más importantes recursos. Sobre todo teniendo en cuenta que The Battle of Olympus fue uno de sus primerísimos trabajos, y que el equipo que desarrolló todos los apartados constaba de tan solo tres personas, encargándose Yukio Horimoto de la programación, Reiko Oshida de los gráficos y componiendo el guión entre ambos, junto a los cuales complementaba el The Battle of Olympus - Fuegoelenco el citado Kazuo Sawa tal como viene en los créditos. El mérito conociendo este dato se eleva exponencialmente. Continuando con la selección musical, esta consta de la cifra de veintitrés cortes, nada mal, ambientando cada una de ellas una de las nueve regiones principales, a las que hay que añadir templos, pasadizos y mazmorras, además de las pantallas de título, nombramiento del personaje, ending... de hecho, salvo la usada para la pantalla de título y la lectura de las The Battle of Olympus - Fortalezacartas de Helena / Eurídice (que además es posiblemente la mejor de todo el juego), nunca escucharemos repetirse una melodía en dos lugares distintos. No tardará demasiado tiempo, en la primera misión, en impactar nuestros oídos una composición conocida por todo el mundo, nada menos que el fragmento más mítico de Tocata y Fuga en Re menor de Johann Sebastian Bach, que dará el toque de gracia al barroquismo que ya se percibe entre las grandiosas columnas de los templos en The Battle of Olympus - Pared ruinosadonde residen l@s Dios@s. Desde luego, no podría pensar en ninguna otra melodía para cubrir estos momentos, y además adaptada con mucha pericia; una deliciosa sorpresa sin movernos del clasicismo dominante. En ciertas melodías podremos fijarnos en efectos como notas crecientes, otras semi-difuminadas, curiosos juegos con los tempos… unas cuantas virguerías, no especialmente técnicas, pero sí creativas.

The Battle of Olympus - MoradoMás vale que os apretéis bien el cinturón antes de comenzar la aventura, porque de primeras el juego no es fácil precisamente. Sin embargo, hay muchos aspectos positivos que equilibran la balanza para bien, para que las andanzas de Orfeo no se conviertan en una pesadilla jugable. Para empezar, el control es sorprendentemente digno, bueno y fiable. A la hora de saltar, influirá el tiempo que mantengamos pulsado el The Battle of Olympus - Monstruo piedrabotón y la velocidad alcanzada (pero también las habilidades aprendidas), la manejabilidad durante estos es bastante placentera y no existe una excesiva inercia como es característica de otros juegos similares, e incluso podremos llegar a caminar por el techo, ampliando las posibilidades jugables. La detección de impactos a la hora de golpear a los enemigos puede ser uno de los puntos débiles en este apartado, sin embargo, muy pronto le cogeremos el tranquillo a sus pormenores. The Battle of Olympus - PuenteDichos enemigos no son excesivamente molestos, pero sí hay diversas excepciones, como los simios saltarines, las culebras o los murciélagos, que son tan insistentes y esquivos que conseguirán ponernos a parir. A otro nivel incluso superior están los jefes. Tan solo matar a Lamia (uno de los primeros) ya me supuso dos decenas de continuaciones (y no hablemos ya del Can Cerbero…): la exactitud con la que tenemos que atacarles no es apta para principiantes, por eso advierto que es The Battle of Olympus - Pasadizos oscurosun juego que hay que coger con calma y repetir las partes tantas veces como sean necesarias. Si alguna de ellas es exageradamente difícil es probable que no estés en el lugar correcto, lo cual no es un problema, ya que el mundo del juego es bastante amplio y abierto, y siempre quedarán alternativas, lugares no vistos o enemigos pendientes. Tenemos dos opciones si Orfeo muere: continuar, con lo que consumiremos la mitad de las “olivas” que hayamos recogido durante el camino, o reintentar, lo The Battle of Olympus - Serpiente gigantecual nos devolverá al último checkpoint, que se crea automáticamente al solicitar el password a los dioses (engorrosos hasta la nausea, por cierto). Mediante el bien pensado botón Select podremos hacer uso de los objetos importantes, como el harpa o la ocarina para viajar en Pegaso y en delfín respectivamente entre las zonas del juego, todas ellas marcadas en el mapa principal.

The Battle of Olympus - Final boss HadesUn juego que, sin duda, recompensa el tiempo y el esfuerzo invertido en él con práctica adquirida, en el que encontraremos muchos desafíos extremos a la paciencia y a los nervios: muy difíciles pero no imposibles. Cargaos de olivas, recoged las porciones de vida, las ambrosías, el frasco de néctar… y sobre todo, aprended de memoria las ubicaciones de templos y fuentes curativas. Cualquier ayuda aun será poca en esta épica y rimbombante aventura para salvar el alma de nuestra amada Eurídice de las garras del Dios Hades, que se encuentra en lo más profundo del The Battle of Olympus - Fin / The EndTártaro y que, aunque como jefe final deja bastante que desear, protagonizará junto a nuestro héroe una de las batallas finales más poéticas en lo visual a las que me he enfrentado, donde tendremos que luchar haciendo uso de las sombras de ambos reflejadas a la luz del cristal lunar. Encomendaos a Zeus, a Poseidón o a vuestro Dios favorito, pero ante todo, como dicen mis adorados Dark Moor en su Autumnal: “Orpheus, don’t look back… Play your music!”.


- Lo Mejor Del Juego: La ambientación musical es fabulosa, y la sensación épica gracias a la representación de los entornos también. El control es bastante apurado, lo que lo hace muy jugable.

- Lo Peor Del Juego: La forma de esconder ciertos objetos clave es enfermiza e incomprensible. Algunas partes sacarán lo peor de nosotros por su dificultad. Los passwords son un verdadero fastidio.


----OTROS ANÁLISIS RECOMENDADOS----

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La Música de este RPG

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Si queréis ver plasmada en un videojuego la gran epopeya que llevó a Orfeo a adentrarse en el inframundo para salvar el alma de su amada Eurídice, no lo dudéis, The Battle of Olympus es vuestro desafío. Dioses, míticas espadas, arpas y habilidades mágicas serán vuestros principales aliados para avanzar, pero apuesto a que también cada uno de los grandilocuentes temas que forman su banda sonora supondrán un buen empujón de ánimos a la hora de afrontar la aventura. He terminado seleccionando 5 de ellos.

Title Screen + The Battle of Olympus. He unido dos cortes musicales que se suceden nada más arrancar el juego porque cuando escucho uno no puedo evitar seguir con el otro. Mientras el logo asciende, suena la primera parte, que es una retahila de notas épicas a más no poder (unas trompetas quedarían de muerte), y de repente nos encontramos en una bajada hacia unos registros mucho más profundos, una composición bellísima, construida a base de arpegios en la que su melodía principal se debate entre lo triste y lo edulcorado. Posiblemente, la joya de la corona.



Attica. La región de Attica comprende las ciudades de Elis y Atenas, reconstruidas por el juego con mucho arte, y en ellas podremos gozar de una de las melodías más destacadas del juego. Como sucede en la mayoría, consta de partes bien diferenciadas. Esta es en esencia una composición guerrera, que va cobrando más intensidad con su desarrollo, aunque ya de primeras la percusión nos lo advierte con los platillos a un ritmo endiablado. Aunque su estilo no es clásico 100%, sí se encuentran matices, sobre todo en su etapa más virtuosa.



Peloponnesus. En esos vastos bosques, llenos de peligro y misterio, escucharemos uno de los cortes que más rompe con la tónica del resto. Y no lo digo porque abandone su tesitura de música clásica, sino por la instrumentación que se buscó imitar en el sonido de la misma. Me parece una auténtica belleza, llena del drama y añoranza que transmiten esas flautas iniciales, que le dan un marcado estilo medieval absolutamente perfectos para el entorno en el que nos moveremos junto a ella.



Arcadia. Con ella dentro de la selección, volvemos a registros más habituales dentro de lo que viene ser el conjunto de su banda sonora, de nuevo con un tema variado en tempos y melodías que, sin perder su dramatismo en ningún momento, primero de forma un tanto más alegre para luego introducirse gracias a un amento de notas y un bajo más veloz, en terrenos más épicos y virtuosos. No por ser la que más vamos a escuchar nos va a parecer pesada; en más de un momento nos alegraremos de estar en Arcadia para escucharla.



Palace of the gods. O traducido al idioma de la música universal, la grandísima e incomparable Tocata y Fuga en Re menor, posiblemente la mayor sorpresa a nivel sonoro que nos aguarda en el juego y que no tardaremos demasiado en descubrir y quedarnos descolocados por su aparición en los distintos templos de las deidades. Pocas veces la eterna música clásica del maestro Sebastian Bach sonó de esta forma en una NES. Un fragmento, sin duda, digno de representar las columnas y portales de dichos templos divinos.



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