Breath of Fire (Super Nintendo, J-RPG)

Sí, lo sé, ya estaba tardando en hacer su aparición en estas páginas esta ya longeva serie de RPG. Soy consciente de que muchos me habéis pedido constantemente que abra la caja donde se esconde esta gran creación de Capcom para hacer un análisis detallado y extraer de ella tanto las cosas que me han encantado como las que he visto mejorables. Pero sea como sea, la verdad es que Breath of Fire ha dejado en mí una impresión fantástica y diría más, me ha dado incluso mucho más de lo que esperaba de él. No hace mucho compartía opiniones en un foro con un compañero sobre las grandes sagas de RPG, y es curioso e injusto también que esta no se incluya nunca entre las grandes, junto a los Tales, los Quest o los Fantasy de turno (y aun habría que agrandarla mucho más). Y con todo hay que reconocer que el juego tuvo un aplaudido éxito en Estados Unidos gracias sobre todo a que tras la promoción y distribución se hallaba un gigante como Squaresoft, que en el año 1994, cuando se distribuyó el juego allí, ya presumía de gran fama gracias a producciones como Secret of Mana o Final Fantasy II.

Me gustaría matizar que en muchas fuentes se cita, en palabras de la propia Capcom, que este fue realmente su primer RPG, afirmación de dudosa veracidad, ya que si nos retrasamos un poco hasta el año 1989, encontramos en NES a Willow, que tenía muchos toques de Action RPG y sobre todo, a Destiny of an Emperor, que era un JRPG puro y duro. Se podría decir con toda certeza, eso sí, que fue su primer RPG en la era de los 16 bits y que tenía una mecánica y una parte técnica ya propia de aquellos nuevos tiempos. Y ya sabemos cómo se las gastaba Capcom en su época más gloriosa...Fue una aventura arriesgada, ya que sus programadores no tenían apenas experiencia en cuanto a la creación de juegos de rol, pero no solo salió del paso, sino que cosechó una acogida muy digna tanto de cara a los jugadores como a la prensa, y la prueba visible es la aparición, con los años, de hasta cinco secuelas (la última de ellas para los condenados móviles, totalmente censurable), bastante apreciadas por los jugadores de todo el mundo. Y no es de extrañar, pues esta primera entrega dejó una huella imborrable en todos los que se aventuraron en ella, a pesar de su planteamiento básico y de no poseer realmente grandes sorpresas técnicas o avances inéditos en ninguno de sus apartados. Simplemente, fue un juego desarrollado con mucha calidad y atención, cuidando mucho todos sus aspectos, sin apenas fisuras y sabiendo conquistar a los aficionados al género sobre todo por una cualidad: su sencillez, que es realmente donde radican sus grandes dosis de encanto. La historia es el perfecto ejemplo de esto último. En la intro, con un trasfondo extrañamente poético, se nos narran los sucesos de una guerra antigua, cientos de años atrás, provocada por una diosa cruel a la que solo movían sus ansias de satisfacción, y que consiguió dividir al gran clan de los dragones ofreciendo cumplir un solo deseo a quien resultara victorioso de aquella contienda. Finalmente, el bien triunfó, el clan de los dragones de luz, mediante un valeroso guerrero, logró encarcelar a la diosa Tyr tras un sello mágico protegido por seis llaves. Sin embargo, los dragones de la oscuridad continuaron con su persecución sobre los de luz, cuya existencia quedó diezmada y casi extinta. La historia se repite. Motivado por su tremenda avaricia, el emperador del clan de los dragones oscuros persigue, años después, un objetivo incluso mayor: dominar el mundo. Su locura imperialista le ciega hasta tal punto que pretende servirse del inmenso poder de la diosa, tratando de liberarla de su cautiverio. Y aquí es donde entra en acción Ryu, nuestro héroe (posible guiño a Street Fighter, ya que a modo de easter egg también encontraremos a Chun Li), uno de los últimos descendientes reales del clan de los dragones de luz. Respecto al argumento, y aunque soy bastante enemigo de los spin-off, no me negaría a jugar alguno en el que se relatara la primera batalla entre los dos clanes, y a título personal, uno en el que se narrase el “extraño viaje” de Nina, que veremos ya bien avanzada la trama. Creo que, bien hechos, podrían dar mucho de sí.

Como digo, en la sencillez está uno de los mayores baluartes del juego. Sus gráficos se encuentran dentro del rango de otras producciones para esta consola, no brillan especialmente por el diseño de sus sprites o por contener gran cantidad de efectos especiales. Sin embargo, desde un primer momento alimentan el sentido visual y también nuestra imaginación con su paleta de colores, que en ocasiones es muy viva, llena de tonos muy atractivos que saltan a la vista, un espectro muy agradable en el que también destacaría las tonalidades más suaves empleadas en ciertos lugares como los subterráneos del castillo de Nanai. En general la variedad en este sentido es muy agradecida a la vista. El diseño de los sprites no llega al de otros monstruos del género, pero sí disfrutaremos de unas animaciones bien realizadas que no decepcionan y unos enemigos curiosos y de buen tamaño. Su acabado es limpio y perfilado, destacando bien sobre unos fondos bonitos y que cambian en batalla dependiendo del terreno. Claro que en estas todo esto gana bastantes enteros, ya que los personajes se ven con más detalle y contienen más animaciones, aparte de dar con una de las claves visuales: la perspectiva isométrica en que se desarrollan, pura seña de identidad de toda la saga salvo en el último capítulo, que casi se podría considerar un hijo bastardo. Los sprites de los principales enemigos pasan de ser miniaturas a transformarse en verdaderas bestias con un dibujo excelente y cuidado. Y aunque haya hecho referencia a lo contrario, el juego no carece por completo de efectos gráficos. Las nieblas, e incluso el ghost layering dotan de una excelente ambientación los lugares que más la necesitan, como los bosques o alguna oscura torre, incluso tendremos alguna que otra interesante dosis de Modo 7 en forma de rotaciones u ondulaciones del entorno, o un sorprendente efecto de pixelación en cierto enemigo avanzado. Los interiores, con sus ornamentos en forma de estanterías, cocinas, camas etc., resultan de lo más acogedor y cálido, aunque no varíen mucho, algo que también sucede en los interiores de las cuevas, mucho más espartanos. No puedo dejar atrás este apartado sin comentar algo que hizo que el juego subiese para mí muchísimos puntos desde los primeros minutos: el cambio entre el día y la noche en “tiempo real”. Este afecta a absolutamente todos los entornos que visitemos, desde los pueblos (con las luces de sus casas encendidas y la atenuación en su paleta de colores) hasta los campos de batalla, pero me ha enamorado especialmente la visión de algunos de los bosques con el ocaso, que al igual que ocurre en el campo abierto, dejan ver grandes detalles que no se aprecian a la luz del día, matices como fantásticos sombreados o cambios en el aspecto del agua. Como digo, este tipo de cambios y detalles son los que me hacen sentir todavía más un juego. Una lástima que no se hayan acompañado con sonidos de la vida nocturna exclusivos o cambiando la banda sonora, porque hubiese sido más sensacional todavía.

Pasemos, ya que la he nombrado, a analizar esta última, una de las partes que más me gusta diseccionar y que más me hacen sentir. Podríamos decir que Breath of Fire, más que por un conjunto fastuoso y rimbombante se podría estudiar mejor por cortes individuales, ya que tal vez englobando toda su banda sonora como un solo elemento no le haga justicia si lo comparamos con otros títulos similares. El principal motivo, pienso, es debido a cierta falta de cohesión, a un ritmo irregular en la aparición de esos grandes cortes que han llegado a marcarme. Pero si nos centramos detenidamente en ciertas composiciones, ahí encontraremos la verdadera esencia. Al igual que sucede con sus gráficos, las melodías que conforman el score del juego se pueden calificar de suaves, llevaderas y envueltas en cierta dulzura incluso aunque hablemos de los lugares más peligrosos y hostiles, y no solo en forma de temas épicos y marchas guerreras (que también las hay), sino más bien dejándose caer en estilos más inusuales, como el jazz, o el funk, en ambientaciones sinuosas y casi aterradoras, en ciertos soplos cómicos o en ritmos muy sorprendentes de los que no encajaríamos, de primeras, en un RPG de estas características. Con multitud de instrumentos distintos y bastante originalidad, se crearon temas como los que ambientan esos templos escondidos con los que en ocasiones daremos por pura casualidad, y que nos envolverán en una sensación de descubrimiento genial gracias a cortes con cierto aire místico, atmosférico y encantador. Sin ir más lejos, la que suena en comercios y hoteles me dejó escuchándola un buen rato para poder asimilarla, con unos bajos que, de hecho, recuerdan inequívocamente a otras producciones de Capcom. Si tras el diseño de los personajes tenemos a Keiji Inafune (padre de Megaman), la compañía puso a trabajar en la banda sonora a un grandísimo equipo de destacados músicos, cuyas influencias y talento se mezclaron sabiamente para conformar una buena ambientación, y que al sintetizarse con otros apartados, dan nacimiento a un mundo de fantasía maravilloso, de esos que encandilan y absorben… de esos que en los que tanto me gusta perderme. Para que os hagáis una idea, en los pueblos no se repite la misma música hasta la saciedad, sino que existe un buen número de ellos con melodías exclusivas y muy interesantes (Bleak, Arad, Prima, la ciudad del comercio o Wisdon) de entre un total de 45 composiciones propiamente dichas que acompañarán nuestros andares y un bueno número de fanfarrias y efectos sonoros, algunos de ellos muy remarcables, como los que suenan al pisar esqueletos, los goteos en las cuevas o el sonido de nuestras armas en batalla (especialmente el de los arcos).

Con sus más y sus menos, Breath of Fire ofrece más de lo que se ve a simple vista, ya que en una primera toma de contacto puede parecer un juego simplón, con elementos y características muy estándar que le impiden destacar de entre la multitud. De hecho, no sería descabellado recomendar este título a quienes estén interesados en adentrarse en este subyugante mundo. Al principio, las mazmorras son sencillas y la frecuencia de combates muy razonable, sin torturar injustificadamente al jugador. Las misiones también pueden parecer algo mecánicas y fáciles en los primeros pasos, algo que secunda mi opinión al respecto: hay algunas que son una genialidad (como la inmersión en el mundo de los sueños) y otras bastante insípidas, como espiar a la princesa, que parecen quedarse a medias. Entre ellas, podemos dedicarnos a tareas secundarias, como cazar bestias en el mapa general o pescar tesoros en determinados puntos, siempre intentando mantener un nivel de experiencia decente para que la aventura no se nos haga cuesta arriba mediante los combates, que son bastante ágiles y cargan rápido y además son muy sencillos de dominar, con un menú de lo más típico. No obstante, en ellos se encuentran algunas de las principales innovaciones del cartucho: las transformaciones. Si bien algún miembro ya posee habilidades mágicas, el protagonista aprenderá mediante la indagación a usar la principal arma del clan de los dragones de luz, olvidada años atrás, que no es otra que transformarse en distintos tipos de dragones. También Karn puede realizar transformaciones, fusionando a varios personajes del equipo, y dando lugar a implacables bestias que además poseerán habilidades únicas, algo que también es extensible al resto de personajes. Si Bo es capaz de caminar entre arboledas, Ox derribará gruesos muros a base de puñetazos, y Mogu cavará hoyos en puntos concretos. Habilidades que son fundamentales para avanzar en la historia y que aportan mucha profundidad y variedad al conjunto, posiblemente el principal valor añadido diferenciador de otros juegos.

Aunque ahora no suponga ninguna novedad, es muy curioso cómo el juego nos permite la asignación de botones para accesos directos al menú. La progresión del nivel de dificultad es excelente, y se nota que se puso mucho empeño en mantener un cuidadoso equilibrio entre misiones, combates, pistas en diálogos y búsqueda de objetos. Eso sí, a veces el juego es muy escueto en indicaciones y para una tarea simple (como buscar a algún personaje en concreto) podemos invertir unas cuantas horas dando vueltas que se sumarán a las cerca de 40 que ya de por sí contiene el juego hasta llegar, por fin, a plantarnos ante el gran enemigo final y devolver así la paz a las tierras atormentadas por la guerra. Si eres un aventurero experto en este género, es complicado que Breath of Fire te sorprenda, pero incluso para nosotros se convierte en una odisea muy atractiva y digna de ser vivida. Cuando todo termina, cada personaje vuelve al calor de su hogar, y nuestro solitario héroe sigue su camino sin rumbo fijo, añorando su aldea natal que fue reducida a cenizas por el despreciable Jade…


- Lo Mejor Del Juego: Los dragones, como tema central. La progresión de la dificultad es casi perfecta. Algunas melodías muy evocadoras. Las transformaciones y fusiones. Ideal para neófitos.

- Lo Peor Del Juego: Las nomenclaturas de los ítems son muy confusas y en general los textos muy simples. No es demasiado expresivo. A algún personajes le falta carisma.

----OTROS ANÁLISIS RECOMENDADOS----

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La Música de este RPG

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En la gran variedad de ritmos, en su instrumentación y en la diversidad de estilos musicales se encuentra uno de los grandes alicientes para jugar Breath of Fire. Tenemos valses, temas exóticos, algunos tristes de los que tocan la fibra sensible y auténticas rarezas que sorprenden al jugador. Además, al igual que sucede con los gráficos, en la recta final seremos obsequiados con melodías inéditas y exclusivas de ese tramo.

White dragon. Comenzamos con uno de los temas más expresivos que se pueden encontrar a lo largo de todo el juego. Lleva la palabra dramatismo escrita en cada una de sus notas. Una pequeña joya compositiva con principio y final definidos y audible en tan solo una parte concreta de la aventura, aunque se podría haber explotado mucho más. Sus cambios de intensidad tan decadentes y sus intensos pianos son una completa delicia para los oídos.



Profit. Podemos escucharla prácticamente desde los inicios del juego en varias tiendas y en posadas, y seguramente sea una de las que más nos llame la atención y también nos descoloque. Su particular y virtuoso bajo nos atraerá, a lo que he de añadir su melodía tan cambiante y su ritmo casi enloquecedor y vibrante con pianos casi progresivos que se transforma poco a poco en un ritmo de vals con sus vaivenes. Aunque tal vez termine siendo algo cargante con el tiempo.



Premature death. No abundan, en verdad, los temas lentos y sentimentales, tres o cuatro en realidad, pero encuentro este entre los más destacados. Con una base muy sentida y una profundidad mucho mayor que el resto de los cortes, tampoco está demasiado usada, pero es tremendamente expresiva. La velocidad de las notas de fondo contrasta con su cadencia princpal, que de nuevo se vuelve a servir de un piano con notas muy dispersas.



Swimming. Una vez más el piano es casi el protagonista absoluto de esta melodía totalmente llena de encanto y buenas vibraciones, de las que abundan en el juego, pero esta me ha resultado especial por su capacidad relajante... y es que es perfecta para navegar por el fondo marino transformados en un enorme pez entre rocas y corales. De alguna forma, me ha recordado a ciertos temas de la saga Zelda, tal vez por ese espíritu alegre y risueño que tiene.



God's Footprints. Cuando buscaba este tema entre la banda sonora, solo por el título ya deducí que tenía que ser este, ya que su melodía nos transmite esa sensación de lugar divino, sagrado y escondido. Encontrarte con un templo oculto (casi por casualidad, como fue mi caso) y escuchar esto de fondo es una sensación total de cohesión con lo que estamos viendo. Misteriosa y con un puntito de terror en algunas partes mezclando piano y metalófono, es una delicia auditiva.



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Ejemplares de mi colección

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Breath of Fire

A día de hoy, todavía no me explico cómo pude conseguir este ejemplar de Breath of Fire, con una calidad tan inmensa, por el precio que lo hice. Cierto que fue hace 11 años pero aun así es algo muy extraño. Y por supuesto, hice en seguida las pertinentes comprobaciones de originalidad y el resultado fue rotundamente positivo. No sé si las imágenes logran captar el casi perfecto estado del juego, pero desde luego se trata de una de las piezas mejor conservadas que tengo.

La caja (es 100% original, era un vendedor de confianza) se muestra como si el tiempo se hubiese detenido en el 1994 para ella. Brillante como acabada de estrenar, conserva minuciosamente intactas las solapas y los dibujos tanto de la portada como de la parte trasera (que por cierto, son buenos y originales). Esquinas también absolutamente perfectas. Lo único que se le puede criticar negativamente es tener mínimos restos de adhesivo que solamente se ven al trasluz, aunque el juego ya vino limpio de estos.

Si excelente es el estado del envoltorio, lo mismo se puede decir del cartucho. Ni un solo defecto se le puede sacar. El adhesivo brilla muchísimo, señal de su poco uso y/o cuidadosa conservación, los conectores están intactos y la carcasa sin un solo roce o muesca, ni siquiera en la parte trasera o laterales.

Posiblemente no sea la mejor parte, y aun así el manual luce un aspecto impresionante. Y digo lo primero porque siendo puntillosos se puede apreciar algún doblez en la parte superior que solamente afecta a la página de portada. El resto de sus 39 hojas están impecables y 100% brillantes, incluyendo el intenso negro de su contraportada.

Por supuesto, el juego es 100% CIB (Complete in box), lo que hace que su precio sea más ridículo todavía. Y cuando digo 100%, me refiero a la expresión más exacta. A parte de la bolsa protectora y el plástico para guardar los conectores (que ya es importante), viene con toda una colección de publicidad, la tarjeta para pedir la guía de regalo, el panfleto de precauciones y la tarjeta para la guía Prima. Y lo más importante, tal vez, de toda la pieza, los dos posters (uno con mapa y el otro con el listado de enemigos e items) que cualquiera diría que jamás han sido desplegados. Ni un solo roce, ni pelado, ni rotura, perfectos del todo.

Fecha de adquisición: 09 de Noviembre del 2008.
Precio: 37.-$ (unos 33.-€ actuales).



Breath of Fire: Ryu no Senshi

Aunque su valor de coleccionista es muy inferior al de la versión americana (como suele suceder), lo cierto es que también es un orgullo contar en mi colección con una copia japonesa del Breath of Fire, adquirida en una tienda retro a buen precio y totalmente completo. Y como se puede apreciar en las imágenes, en un estado envidiable. Otro que se nota que estuvo muy bien conservado en su día ya que todos sus elementos lucen como nuevos.

La caja no se podría tildar de estar perfecta, pero sí muy cercana a este estado. En la portada, y tan solo al trasluz, se llegan a ver marcas lineales y no demasiado profundas que no afectan ni a la imagen ni al color. Está muy limpia y bastante brillante, conservando todas sus solapas. También son inapreciables los restos de adhesivo / manchitas. La parte trasera está todavía mejor, con menos signos del tiempo.

Con el manual en mano, muy pocos defectos, por no decir ninguno, se le pueden sacar. Mantiene todas las imágenes en todo su esplendor, el interior es mucho más bonito que el de la versión americana (con muchos más dibujos e imágenes exclusivas). No tiene esquinas dobladas ni peladas. Está tan nuevo que parece mentira que este juego haya cumplido ya 25 años. Absolutamente impecable.

Otro tanto se puede decir del cartucho, poniéndonos exactos, la pieza mejor conservada de todas, ya que parece recién estrenado por el reflejo del adhesivo de la parte delantera. No se observa ningún desgaste en los pines, y por detrás no tiene ninguna zona descolorida o mancha.

El hecho de no tener la bolsita protectora le resta alguna décima de valor, pero el plástico interior de la caja se conserva en óptimas condiciones, tan solo salvando alguna pequeña mancha poco importante, el resto es totalmente transparente y sin defectos. También incluye una tarjeta blanca de papel, de Capcom, en perfecto japonés.

Fecha de adquisición: Mayo del 2016.
Precio: 17.-€.