
Pongámonos en el hipotético caso de que, aunque soy un declarado y ferviente
admirador de la saga Final Fantasy, nunca hubiese jugado a ninguna de sus
entradas. Por supuesto, siguiendo el orden lógico y acatando a mi manera
personal de hacer las cosas, comenzaría por el título que dio nacimiento a esta
gran e inmortal saga, e iría ascendiendo a través de su primera trilogía para
paladear y comprobar de primera mano cuál fue la evolución de los primeros
títulos, su enfoque, sus continuas mejoras, sus innovaciones a cada nueva
entrega… No son títulos fáciles de asimilar hoy en día para la mayoría, por sus
mecánicas, su control, y sus caprichosas formas, hijas sin duda de su tiempo y
limitaciones técnicas. Tampoco su dificultad tiende a ser plato de buen gusto.
Lo he confesado innumerables veces: Final Fantasy II, en particular, es uno de
los títulos más brutales e implacables a los que me he enfrentado en mis más de
25 años jugando sin parar a los más variados RPG. Pero este no es más que uno de
tantos y tantos aspectos que han ido evolucionando de manera fulgurante, a
medida que la saga crecía. Los tres primeros Final Fantasy son juegos para
auténticos Guerreros de la Luz.
Y a pesar de todo, aunque estos tres primeros puntales de una de las sagas más
extensas y conocidas de la historia del género no sean los más mencionados o
reconocidos, tienen a sus espaldas una gran legión de fans, estudiosos de los
más oscuros orígenes de la creación magna de Hironobu Sakaguchi y compañía. Más
allá de sus arcaicos gráficos, si exceptuamos el tercero (incluso teniendo en
cuenta que pertenecen a la Nintendo de 8 bits), más allá de sus sencillas pero
engatusadoras melodías y más allá de sus (cada vez menos, eso sí) rígidas
mecánicas, y sencillotes argumentos, son auténticas piedras angulares, piezas
maestras en un hipotético museo de la historia de los RPG, que cualquier
aficionado al género que se precie de serlo debe jugar, al menos, una vez hasta
el final. En estas tres primeras muestras de la creatividad, empeño y valentía
por parte de la todavía conocida entre brumas Squaresoft, se encuentran las
bases, las auténticas claves y los elementos que terminarían por conseguir que
esta saga despuntara respecto al resto, que ofreciese unas ideas completamente
únicas, y que generara a sus espaldas decenas, cientos de clones que se
esforzaban, a veces en un vano intento, por igualar su enorme personalidad.
La Leyenda de Final Fantasy I-II-III, que Héroes de Papel trajo en nuestro país
en el año 2019, es la edición española de La légende Final Fantasy I, II &
III (2017), una obra escrita por el experimentado periodista francés
especializado en videojuegos Raphaël Lucas, redactor en el prestigioso website
Gamekult, entre otros cargos. Con casi 20 años a sus espaldas de estudios,
pesquisas y análisis en este mundillo, con más de una decena de libros editados
a día de hoy sobre toda clase de sagas (como Castlevania, Legacy of Kain o
Prince of Persia), géneros (L'Histoire du RPG), personajes clave en el universo
‘videojueguil’ (Peter Molyneux), y colaborador en innumerables publicaciones de
prensa, hace unos años decidió abrir la veda, meterse de lleno en el universo
Final Fantasy con este didáctico y original tomo sobre los tres primeros
episodios, algo que recibiría continuación en un futuro cercano por parte de
distintos autores y editoriales. Para conocer más acerca de sus trabajos y
logros, podría emplazaros ya directamente al propio libro, más concretamente a
la página 15… pero sería una injusticia pasar por alto el que posiblemente sea
el detalle que mayor exclusividad le otorga a esta edición de Héroes de Papel, a
parte, por supuesto, de la excelente y meticulosa traducción de Diana Díaz
Montón. Estoy hablando, como no, de la introducción escrita ‘ex profeso’ para
esta obra por el personal de La Capital Olvidada, la auténtica sede, el hogar
donde todos los hispanohablantes aficionados a Final Fantasy se reúnen a
conversar y aprender. En ella, se tratan todo tipo de curiosidades sobre los
tiempos en los que aparecieron cada una de las entregas, nomenclaturas,
comparaciones, coincidencias, cifras generales… todo con el afecto y el mimo con
el que siempre han tratado a cada uno de los juegos en su website.
CAPÍTULO I: Contexto.

¿De dónde surgieron las primeras ideas? ¿Cómo se adaptó el proceso de desarrollo
a los medios de la época? ¿Qué existía hasta entonces en nuestro querido género
de los RPG? El apartado del contexto es, sin duda, uno de los más interesantes y
también necesarios de todo el libro para ayudarnos a entender. Precisamente es
algo que no me canso de repetir: sin la visión adecuada, sin encuadrar un
determinado juego en un marco histórico (técnico, jugable, etc.) es imposible
disfrutarlo como merece. Si enfocas un juego ya con los adjetivos: viejo,
obsoleto, lento, aburrido… en tu mente, de primeras no merece la pena ni que
pierdas un solo minuto con él. Y es, aproximadamente, lo que este primer
capítulo persigue, tender un puente entre dicho contexto histórico para
formarnos una idea de lo que puede ser la experiencia jugable. Y no creáis que
solamente se remonta a los primeros años previos al Final Fantasy original, ni
mucho menos. Nos lleva desde finales de los 60 en adelante, hasta la verdadera
raíz, los wargames, los RPG de lápiz y papel, los juegos grupales, Wizardry y
Ultima (obligatoriamente), o los libros de Fighting Fantasy, más conocidos aquí
como de tipo ‘elige tu propia aventura’, de los que no será la última vez que
oiréis hablar a lo largo del la obra. En definitiva, a los estados de evolución
entre cada paso hasta llegar a formar lo que unos cuantos años más tarde sería
el JRPG.
CAPÍTULO II: Creación.

El apartado de Creación es tal vez algo más técnico, repasando entre muchas
otras cosas, las figuras responsables de la semilla y concepción de los primeros
tres FF. Decenas de nombres, cifras y sucesos orientados más bien al diseño y la
programación del juego, los elementos que intervinieron en ella y una pequeña
historia de las personalidades más relevantes, como Sakaguchi, Uematsu (haciendo
un pequeño repaso sobre su música, que después se expandirá en el capítulo V),
Gebelli, Tanaka, Amano... por citar los más conocidos. En unos tiempos en los
que los PC japoneses ya estaban en plena ebullición de RPG, Dragon Quest,
Phantasy Star y por supuesto, Final Fantasy fueron los estandartes de una
revolución en el género en su paso a las consolas domésticas, pero esto no
surgió de la nada, sino a partir de coger elementos de aquí y de allí, darles
forma y adaptarlos (como por ejemplo, la introducción de una pila de salvado en
los cartuchos). Me ha gustado especialmente el sub-apartado sobre las
traducciones, con un montón de curiosidades e información que desconocía. Sí,
quizá sea la parte más densa del libro, pero está escrita con tanto amor por el
detalle y, dentro de lo que cabe, de forma tan amena, que se lee casi sin darse
uno cuenta. Y precisamente esa es una de las grandes cualidades de este libro,
de principio a fin, ese fuerte vínculo del autor hacia la saga de Squaresoft se
transmite en forma de un ritmo muy agradable y gran capacidad de empatizar con
el lector.
CAPÍTULO III: Argumento.

Necesario a la fuerza, ya que Final Fantasy fue el primer RPG para consola que
realmente apostó por el desarrollo en la profundidad de la trama, con eventos
rompedores, con nombres propios… tenía que ocupar un lugar preferente en este
libro. Pero su estructura es bien distinta a lo que podríamos imaginar, y en
lugar de entrar al trapo narrando palabra por palabra el argumento de los tres
primeros Final Fantasy, nos propone un juego, o mejor dicho, tres distintos. Es
sin duda, el capítulo más creativo de todos, y no solamente es didáctico y
entretenido, sino que además, es el más divertido. Después de las referencias,
en el primer capítulo, a los libros Fighting Fantasy, el autor utiliza esta
misma mecánica para proponernos un viaje de principio a final del argumento del
primer juego de la saga, permitiéndonos tomar nuestras propias decisiones para
recorrer varios caminos. Se podría decir que es un capítulo con mucha
‘rejugabilidad’, y una forma distinta de rememorar el juego que lo inicio todo.
Respecto a Final Fantasy II, el enfoque es mucho más emotivo: desde el diario
personal de María, una de las cuatro protagonistas, que narra sus hazañas, sus
pesares, y revive todos los sucesos que acontecieron durante la gran aventura,
de forma bastante respetuosa con el orden y la magnitud de estos, dándole un
toque a veces emotivo, a veces trágico, pero sobre todo, muy cercano, que me ha
encantado. La forma de contarnos el argumento del tercer Final Fantasy, de lejos
el más complejo y sobresaliente de NES / Famicom, también es la más curiosa, a
imagen y semejanza de ciertos poemas antiguos, cuyo origen e inspiración se
explica en el encabezado, con métrica, léxico y orden muy llamativos, algo
complicado de leer, pero muy original, y que le da un toque extra épico a la
historia.
CAPÍTULO IV: Análisis.

Nos plantamos ya en el cuarto capítulo, correspondiente a los análisis. Pero no
penséis en ellos como simples repasos a sus características técnicas y jugables.
Porque tras abordar desde este punto de vista los tres primeros Final Fantasy,
la sección se alarga notablemente bajo un prisma mucho más abierto, en el que
podemos encontrar decenas de referencias a otros RPG previos (especialmente
aquellos nacidos en occidente y en PC, pero también reflejándolos en el espejo
de otros para consola, como el mismo Dragon Quest o Phantasy Star). Son análisis
con enorme profundidad y conocimiento en los que, entre otras cosas, se
profundiza en la evolución de la saga desde sus inicios, en personajes como
Akitoshi Kawazu, con un buen puñado de curiosidades más y menos conocidas que
despiertan y espolean (o redescubren, en mi caso) el interés por las primeras
entregas. Las consecuencias del impacto que supusieron en su día, y en
posteriores juegos, también son tomadas en cuenta, partiendo de su fuerte
inspiración en juegos occidentales como Wizardry, Ultima, o las distintas
entregas de Dungeons & Dragons, en cuanto a personajes, mecánicas, diseños,
estilos de dibujo, remarcando el clasicismo del primero, la voluntad de
experimentación del segundo y la magnificencia y carácter revolucionario del
tercer juego. Bucea en su importancia respecto a la creación de universos
sólidos, pero también en divertidos gazapos, todo de forma muy cálida y empática
con el lector, incluso amplía mucho más el ámbito analítico, hablando la
naturaleza más directa de los JRPG para consola, y se detiene en el aspecto
narrativo a nivel general, comparando, a veces simplificando y otras
diseccionando con metodismo y paciencia cada apartado, los estereotipos, los
detalles innovadores y aquellos que “tomó prestados”, culminando con una tal vez
necesaria, pero para mí, muchísimo menos interesante sección de remakes.
CAPÍTULO V: La música de los primeros Final Fantasy.

Cuando llegué al capítulo final, dedicado enteramente a la música de los tres
Final Fantasy pioneros, lo primero que llamó poderosamente mi atención fue una
frase de título, en cuya idea he insistido hasta la saciedad en múltiples
ocasiones en mis análisis, y que nunca me cansaré de reivindicar, una forma de
perspectiva absolutamente imprescindible para entender, en general, las tan
preciadas y necesarias bandas sonoras de nuestros queridos RPG: “Las
restricciones: amigas de la creatividad”. Y es que en aquellos tiempos, con unos
chips tan limitados técnicamente, algunos compositores eran capaces de obrar
verdaderas maravillas compositivas valiéndose, como en el caso de la NES /
Famicom, de tan solo cinco canales de audio, y el gran ingrediente principal,
algo que desgraciadamente se pasa por alto en muchos de los juegos actuales, era
tan simple como determinante: la MELODÍA. Porque las melodías no entienden de
restricciones, entienden de imaginación, de talento, de experimentación y de
capacidad creativa y sentido musical. Otra cosa bien distinta es ya la calidad
sonora, que es intrínseca a cada sistema. El texto es un verdadero refuerzo
argumental extendido a todo esto que comento. De hecho, como explícitamente se
cita en el libro: “Para Uematsu, la clave de la música reside en la melodía”, y
precisamente por esto mismo, creo que las músicas de 8 bits tienen poco que
envidiar, o incluso superan en gancho y atractivo, a las de muchos videojuegos
contemporáneos. Por supuesto, Nobuo Uematsu es el gran protagonista de esta
sección, describiendo sus conocimientos, sus puntos de vista, su forma de
trabajo o sus inspiraciones. Anécdotas como aquella que rodea a la creación del
inmortal “Prelude”, su gusto por bandas como Led Zeppelin, Deep Purple o Yes, o
las virguerías que tuvo que hacer con su MSX (donde siempre componía) para
llevar a cabo las piezas musicales, son impagables. Además, se analizan, aunque
brevemente, varios cortes de los tres juegos y se habla, con mayor detalle y
profundidad, de la evolución musical entre ellos. Con todo, al menos para mí, en
uno de los más instructivos e interesantes.
El cierre se divide entre tres secciones: una trata de las distintas
adaptaciones musicales que tuvieron los remakes. La otra es una reflexión final
sobre la evolución, los distintos caminos, y la esencia innovadora de la saga,
capítulo tras capítulo (para bien… o para mal, depende de cada cual) y por
último, un listado de referencias bibliográficas y un sentido agradecimiento.
Todo ello engalanado con una presentación de fábula, con relieves en la portada
y una encuadernación de calidad. Un libro muy, muy interesante, muy necesario
para aprender a valorar y ampliar el entendimiento sobre los orígenes de la
saga, escrito de forma amena, apasionada y con la perfecta perspectiva, plagado
de datos, curiosidades poco conocidas, reflexiones y enlaces con todo lo
referente al mundo de Final Fantasy en particular, y a los RPG en general, que
bien merece formar parte de la colección de todo amante del género, incluso al
margen de si es o no devoto de la saga iniciada por el gran padre creador,
Hironobu Sakaguchi.
----OTROS ANÁLISIS RECOMENDADOS----
2 comentarios:
Que interesante reseña das sobre Fantasy, ademas después de navegar por tu blog me parece interesante, lo sigo y veré nuevas publicaciones. Un saludo desde ANTIGÜEDADES DEL MUNDO.
¡Muchas gracias! Me alegra que te guste. También me interesa el arte en general y las antigüedades, te sigo desde ya. ¡Mucha suerte! Un saludo.
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