Pero el supremo cariño que le profeso a esta gran consola, la última que Sega ha fabricado hasta la fecha (sin contar las versiones mini de Mega Drive y Game Gear) no me va a obligar a afirmar que todo en ella o en las circunstancias que rodearon su nacimiento y muerte comercial fuese perfecto. Ni muchísimo menos. Más allá de la tan culpabilizada piratería estuvo la dudosa capacidad y política de gestión de la otrora gigante Sega, un bastante discreto catálogo de juegos en su salida al mercado japonés, demasiados taras de fabricación, la brutal y feroz competencia de aquella generación (si realmente la metemos en el saco de los 128 bits junto a Playstation 2, Xbox y Gamecube) y, por qué no decirlo, las casi excesivamente vanguardistas ideas que ostentó en el momento de su lanzamiento también fueron algunos de los clavos de su ataúd. En realidad, son decenas de preguntas las que muchos nos hemos formulado a la hora de explicar los motivos de su prematura caída en desgracia.
Páginas 16 y 17. Periféricos |
Páginas 50 y 51: La crème de la crème |
Enrique Segura es profesor de inglés, padre, editor de la revista Play Again, aficionado a la cultura en general, escritor y, por supuesto, un devoto y sincero amante de Dreamcast, y ambas formas de sentir se plasman perfectamente en cada una de las páginas. Nada más abrir la primera, en las líneas iniciales el autor ya expresa toda una declaración de intenciones y su visión acerca de la consola y de cómo afrontar su análisis global. Pero, tras un agradable prefacio y un sentido agradecimiento, hubo algo que fue lo que definitivamente me enganchó a la lectura de primeras: el autor no pretende escribir desde una perspectiva necesariamente técnica, no va a profundizar excesivamente en datos, ni se va a basar en aburridas cifras de dominio público o especificaciones del sistema más de lo necesario, y crea este libro desde los cimientos que a mí me gustan, desde el corazón, desde el recuerdo y la nostalgia (conceptos fundamentales en este blog), desde lo que él mismo sintió con su experiencia Dreamcast, y desde luego, independientemente de que servidor esté más o menos de acuerdo en determinados puntos, definitivamente comulgo al 100% con esa forma de ver y hacer las cosas. Pero, como cita el mismo Enrique en varias ocasiones, esto es ante todo un gran homenaje a una de las grandes (le pese a quien le pese) consolas de todos los tiempos, segmentado en veinte capítulos más una entrevista genial a Francisco Javier Cabal, de Hobby Consolas.
Páginas 116 y 117: Catálogo parcial de Dreamcast. Nunca es tarde para descubrirla. |
El autor nos anima constantemente a desempolvar nuestra bestia blanca de Sega, a darle otra oportunidad, una nueva vida, a que conozcamos más en profundidad esos añadidos que nunca tuvimos la ocasión de probar, periféricos, emuladores, juegos homebrew completamente nuevos en constante aparición (lo cual corrobora la condición de ‘consola viva’)... Y para quienes no la compraron en su momento, la presenta como el caramelito que es, versátil, fácilmente modificable, con un catálogo inmenso de joyas y además como uno de los sistemas retro más económicos a día de hoy. En este caso, querer es poder, y doy fe que actualmente una Dreamcast se puede conseguir aproximadamente por entre 40 y 80 euros dependiendo de las condiciones. La mía dejó de funcionar correctamente hace mucho, y hace cuatro años adquirí una prácticamente nueva por 45. No falta tampoco una buena sección de curiosidades, muchas de ellas bastante desconocidas y sorprendentes, y por supuesto, en el capítulo IV, la pregunta del millón. ¿Por qué “fracasó” Dreamcast? Junto a la susodicha entrevista del final, aquí encontraremos algunas de las razones e hipótesis por las que la bestia de Sega se hundió cuando aún estaba casi en la flor de su vida.
Páginas 186 y 187: Los juegos que nunca llegaron |
Casi el resto del libro, podríamos decir el grueso, está repleto de análisis, labor de recopilación y segregación del catálogo de juegos atendiendo a sus características. El capítulo IX es, definitivamente, una de las mayores razones de de existir de este libro, que no es otra que la de intentar mostrarnos el catálogo de juegos completo de la consola, aunque en realidad no es así exactamente. Más bien enumera y analiza todos aquellos juegos que obtuvieron cierto reconocimiento, y lo hace con textos para todos los públicos, que si bien en contadísimos casos podrían haber estado más pulidos y, eso sí, con unas capturas de mayor calidad, consiguen describir y transmitir en pocas palabras aquello que fue y supuso cada juego para Dreamcast y para él mismo. Un fantástico ejercicio de resumen y conocimiento en cada uno de ellos. Puestos a pedir, me habría gustado que se hubiese incluido una ficha técnica de cada uno, pero como digo, el libro no se presta demasiado a cifras y datos. Cada uno de los textos rezuma el entusiasmo y el amor del autor por la consola, y tal vez en ocasiones pueda resultar algo imparcial, pero lo cierto es que al ver la calidad general que tuvieron sus juegos, uno se ve obligado a quitarse el sombrero y a volver a hacerse, una vez más, la pregunta del Por Qué. Tampoco todo fueron obras mayores en Dreamcast, y para ello también tenemos el apartado más sonrojante: Los peores juegos de Dreamcast, en los que Enrique se queda a gusto con las ovejas negras del catálogo. Lo que no me ha terminado de convencer es que hay juegos duplicados en varios capítulos (aunque obviamente en distintos contextos), lo que me da sensación de repetición y por otra parte, faltan muchísimos otros que no se mencionan. Otras secciones que me han resultado tremendamente interesantes son aquellas en la que se citan juegos que nunca salieron de Japón pero que pueden ser disfrutados perfectamente a pesar del idioma, con alguna que otra miradita hacia el coleccionismo, o la que nos muestra sus 10 joyas más ocultas, o tal vez mi favorita: el top de los juegos cancelados (siempre he sido un gran fan de los “unseen”). Es curioso porque entonces todavía no había saltado al público esa versión beta de Castlevania Resurrection que pudimos ver hace bien poco. ¡Incluso nos ofrece, como en antaño, una sección de trucos y combinaciones para nuestros juegos! Algo que hoy en día se ha perdido casi por completo.
Páginas 208 y 209: ¡La escena de Dreamcast sigue estando que arde! |
Y por supuesto, aquí vamos a hablar de RPG, un género que obligatoriamente no puede faltar en ninguna gran consola que se precie de serlo. Aunque como digo faltan muchísimos por reseñar (Langrisser Millenium, Sorcerian, Marie to Elie Atelier, Lack of Love, Fushigi no Dungeon…), desde luego los grandes nombres, los monstruos del género en la consola sí están convenientemente analizados, como Skies of Arcadia, Grandia II, Evolution 1 y 2, Record of Lodoss War, los dos Shenmue (aunque no sean estrictamente RPG), Phantasy Star Online 1 y 2, Dragon Riders… una buena retahíla de auténticos juegazos a los cuales, si te gustan los RPG, debes abrir las puertas ya mismo. Porque no fue la consola más destacada de la historia precisamente en dicho género, y aunque tocó prácticamente todos los sub-estilos, obviamente la cosa tampoco daba para hacer una sección específica, pero es de justicia reconocer que algunos de ellos se pueden encontrar fácilmente entre algún que otro listado Top (para mí Skies of Arcadia es uno de los mejores RPG de toda su generación). Y si uno se pone a rebuscar ya en lo más hondo, encontrará auténticas gemitas enterradas como Tricolore Crise o los siete volúmenes del J-RPG El Dorado Gate, entre otros muchos exclusivos de territorio japonés.
Páginas 230 y 231: ¡Soñar es gratis! |
¿Qué nos queda para el final? Pues mucho, y muy interesante, porque además de la entrevista que cierra el libro con Francisco Javier Cabal, en la que da su visión sobre diversas cuestiones relativas a los acontecimientos que rodearon la existencia de la consola, los dos últimos capítulos se presentan como una alternativa a continuar soñando. Una mezcla entre el “¿qué habría sucedido si…?” y el “confiemos en que algún día…”, entre la nostalgia y la esperanza. En realidad, y diciéndolo sin el más mínimo tono negativo, son pura especulación, pero una especulación enormemente atractiva, imaginativa, que toca varios puntos sobre lo que podría llegar a ser el futuro de Sega, sobre si algún día podremos siquiera llegar a volver a imaginar una nueva consola de Sega a pesar de sus dos últimos grandes tropiezos a nivel comercial (Saturn y esta Dreamcast), o si llegará el día en que la compañía recupere sus días de esplendor. Porque el autor se niega en rotundo a llamar “fracaso” a la carrera de Dreamcast, y en ello vuelvo a estar de acuerdo con él. Simplemente, más allá de las malas decisiones empresariales, fue víctima de demasiados factores que se giraron en su contra y terminaron borrándola de la competencia. ¿Dreamcast mini? De momento seguimos esperando, a pesar de las cercanas expectativas del autor en aquel 2019. Lo que está claro es que en estos textos predominan dos cosas: la pasión por Dreamcast, la misma de la cual hace gala desde la página 1, y el optimismo ante tanta pregunta sin responder, ante tanta incógnita que tan solo el futuro revelará ya que, de momento, Sega sigue sin soltar ni la más mínima prenda.
Y aun con todo, creo que quedan muchos temas en los que merecería la pena profundizar (el universo Dreamcast es inmenso), por lo que me encantaría incluso llegar a ver una segunda parte o continuación del libro. De momento nos quedamos con este, que ya es muchísimo. El mismo Enrique Segura lo dijo en una entrevista. No existía hasta entonces material de este calibre sobre nuestra querida consola. Alguien tenía que hacerlo, escribir el primer y único libro hasta el momento sobre Dreamcast en castellano, y tuvo que ser él. Un libro fantástico, que desprende cariño e ilusión por sus cuatro esquinas, indispensable si siempre fuiste fan de Dreamcast pero también si hace poco que caíste pres@ de sus encantos, en el que se tocan todos los puntos clave de su breve periodo de éxito, sus influencias en el futuro, su enorme (y en parte eterno) catálogo de juegos y que reserva gran parte de sus páginas a reivindicar y demostrar que nuestra querida blanquita nunca llegó a morir realmente, ya que a pesar de desaparecer del mercado, continuó estando alimentada y sustentada por una sólida base de fans que nunca le dieron la espalda y que prolongaron su existencia hasta nuestros días, más de 20 años después de su nacimiento. Y por supuesto Enrique, con este grandísimo libro y homenaje que le ha dedicado con toda su alma, es uno de ellos.
Ficha técnica:
Título original: Dreamcast: El Sueño Eterno.
Edición: 245 páginas, tapa dura.
Tamaño: 24.5 X 17 X 2 cm.
© Dolmen Editorial (05 de Septiembre de 2019).
ISBN: 9788417956165.
P.V.P: 19,95.-€.
2 comentarios:
Estupendo todo. En definitiva Dreamcast fue el legado de una compañía tan polémica y turbulenta como lo fue SEGA cuando sacaba consolas. En ella exprimieron toda la creatividad, calidad e ingenio que tenían (tanto que les sobró para compartir con Gamecube, PS2, Xbox, etc). Verdaderamente Dreamcast siempre me ha llamado la atención, es una consola con un catálogo increíble. Por cierto, otro RPG bien raro de la máquina, que es todo un homenaje a SEGA, es el Segagaga (menudo nombrecito). Deberías echarle un vistazo. Gran trabajo, Javi
¡Muchas gracias! Excelente también tu síntesis sobre la consola. Tuvo muy poco tiempo para progresar, pero lo suyo fue un auténtica maratón. En poco tiempo estuvo a punto (y de hecho, en algunos aspectos lo logró) de revolucionar el mercado de las consola. Lástima, demasiados factores en su contra... Yo todavía la guardo con muchísimo amor. Conozco el Segagaga, aunque nunca lo he jugado. En cualquier caso, me gustaría, pero al no tener traducción inglesa no tiene demasiado sentido. Gracias de nuevo por tu comentario, ¡un saludo! :D
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