No obstante, hablando de Game Gear y del año 1992, el aspecto narrativo no está tan desarrollado como a uno le hubiese gustado, aunque esto no quiere decir que carezca de una historia, simple pero sólida, que sustenta los acontecimientos y además evoluciona de una forma fluida y constante, con sus puntos más emocionales y otros más mecánicos. Me gusta destacar, como siempre, especialmente los primeros, ya que el argumento se basa en la siempre recurrente lucha entre la luz y la oscuridad, y en la existencia de un poderoso mago oscuro, Ahriman, que aterroriza a la humanidad. Esto da pie a épicas luchas, muerte y venganza, aliados y enemigos… que cubren bastante bien esa parte más emotiva conforme avanza la historia. El punto de inflexión es la llegada de un guerrero llamado Jamseed, que, ayudado por tres anillos legados por el mago de la luz, confinó al malévolo ser en una dimensión olvidada. Tras varios ciclos en la historia, la paz gobernaba en Shanadar… hasta que el príncipe heredero recibió la visita de la princesa de Mahamood y el más poderoso imperio del mundo oriental lanzó un estratégico ataque. La introducción acompaña con bonitas imágenes y una ensoñadora música de aires arábigos la narración de dicha historia, tocando básicamente los aspectos importantes y contándola de forma sencilla. El resto tendremos que vivirlo al mismo tiempo que controlamos al príncipe, que es el protagonista, y a sus leales compañeros. Dicha intro ya nos pone en situación sobre cuáles van a ser dos de los aspectos que más nos van a llegar: la banda sonora plagada de aroma oriental, una historia sin demasiadas vueltas argumentales pero directa y eficaz, y unos gráficos en los que se nota bastante esfuerzo por parte de Sega, programadora y distribuidora del juego, señal casi inequívoca de calidad en aquellos tiempos de grandeza del coloso japonés. Y no es la primera vez, de hecho, que la compañía nos transporta a estos parajes desérticos y llenos de embrujo, de arena y de olor a especias. En aquella maravilla llamada The Story of Thor (Beyond Oasis en EEUU) consiguió otro hito en el mundo de los RPG para otra consola propia un par de años después, aunque este y el título que nos ocupa no guarden ninguna relación más que la puramente ambiental. También, por otra parte, podemos encontrar referencias a estos entornos en el excepcional Arabian Nights de Super Famicom, que me muero de ganas por presentar aquí.
Pero centrémonos en el presente, y salgamos al mundo de Defenders of Oasis, disfrutemos de sus primeros pueblos, de sus escenarios y diseños en general, exploremos sus yermas tierras y dejémonos llevar por un guión que avanza con un ritmo sabiamente diseñado para no dejar estancado al jugador demasiado tiempo en ninguna situación e ir aportando cada vez más variedad para que el aburrimiento nunca se asome a nuestra pantalla. Observemos detenidamente los diseños: todo está adaptado perfectamente para que las culturas orientales, religiones (por algunos símbolos) y vestimentas queden plasmados en la aventura y nos sumerjan todavía más en su mundo. Cada paisaje, lugar y personaje fueron tratados con mucho cariño, así se aprecia por ejemplo en los atuendos. Turbantes, pantalones bombachos, chalecos y túnicas se representaron con todo el nivel de detalle que permitía la Game Gear, también espadas, pañuelos y cualquier elemento ornamental que encontremos en los pueblos. Sin presentar anacronismos aunque con mucha fantasía, el juego también introduce en el argumento piratas, brujos y monstruos mutantes para ampliar el espectro de personajes. ¿Y si además añadimos un genio salido de una lámpara maravillosa? Obtenemos un interesante cóctel gráfico que parece salido de la última hornada de juegos para la consola, aunque en realidad es todo lo contrario. Igualmente, encontraremos ciertos contrastes y altibajos. No me convence el modo en que se han representado las casas, por ejemplo, mostrando en todo momento su interior y sin techo, tan solo el muro contenedor, y las decoraciones tampoco son nada del otro mundo. En los pueblos, notaremos cierta sensación de vacío y falta de elementos, eso sí, las texturas no son planas, y presentan efectos de hierba, de tierra o incluso sombras, aunque sin duda la mejor de todas es la del agua en los ríos. Otro de los puntos más flojos del apartado son sus combates. Que no cuenten con animaciones puede ser comprensible, pero la ausencia de fondo (tan solo oscuridad) los hace aburridos a la vista y les resta alicientes cuando nos toca subir de nivel a nuestros héroes. Estos por suerte son compensados con unos enemigos bien diseñados, detallados y bastante grandes que si bien se repiten con demasiada frecuencia con el clásico cambio en el color, varían rápidamente entre las distintas zonas. Destacan los jefes, especialmente ya de cara al final, con algunos bastante espectaculares y un final boss que ocupa casi toda la pantalla realmente terrorífico. La cosa mejora notablemente en los interiores de los palacios y similares, bastante más inspirados a nivel de colorido y texturas, como la torre de Jiklart, que regala al jugador una paleta que encaja perfectamente con la ambientación oriental que se pretende crear, es más, los tonos cambian de intensidad al subir o bajar dentro de la misma. La historia está dividida en capítulos y en cada uno de ellos se nos muestra una secuencia que se desmarca del estilo, optando por pantallas casi estáticas a todo color con un buen trazado, muy agradecidas a la vista. En cuanto a las mazmorras vuelve a bajar el nivel de vistosidad, con paredes y suelos más repetitivos, aunque lo suficientemente distintas entre sí para que no las confundamos. Eso sí, se echan en falta más espacios abiertos fuera de los poblados / laberintos, ya que los pocos que encontraremos son muy dignos.
En el plano sonoro también vamos a encontrar reconfortantes sorpresas. Si, al igual que yo, gustas de esas melodías orientales que de vez en cuando nos regala algún RPG, en Defenders of Oasis vas a quedar saciado en el mejor de los sentidos. La parte más floja con diferencia es la referente a los efectos de sonido. Aunque os diga que encontraremos algunos destacables, como los de los personajes al correr, las fanfarrias de dormir o incluso un par de voces bastante resultonas de lamento de los últimos enemigos, lo cierto es que son muy escasos y muchas acciones y situaciones quedarían mucho más completas y divertidas si se hubiesen acompañado con su correspondiente chascarrillo sonoro. A parte de escasísimos en cantidad, su calidad es muy discreta: no se ha intentado aprovechar en absoluto la capacidad del chip de sonido de la portátil, y se han visto cosas mucho mejores en otros juegos. En los combates se concentran unos cuantos y en verdad son los mejores, aunque no pasan de ser los clásicos golpes toscos y faltos de personalidad. Afortunadamente, contamos con un listado de temas mucho más exquisito, como he comentado antes, con melodías puramente orientales que nos transportan a aquellas civilizaciones olvidadas de enormes y ostentosos palacios, ancestrales culturas, chilabas, artesanía e inmensos desiertos. Si en los gráficos toda esa estética y cultura están presentes en las mazmorras, templos, vestuarios y decoración, en su música podemos encontrar la segunda mitad de la esencia misma del juego. En los escasos 20 segundos que dura la melodía de la pantalla de título obtendremos una idea clara de por dónde irán los tiros, y el precioso horizonte hará el resto. Quizá alguno pueda intuir que si la gran mayoría de las canciones están cortadas por un patrón similar, la variedad en este aspecto puede resentirse, pero no es así. Dentro de los sonidos y escalas utilizadas encontramos una personalidad distinta dentro de cada uno de los cortes pese a que en apariencia puedan parecerse, al cabo de un rato se volverán tremendamente pegadizas y acabaremos tarareándolas casi sin querer. Con el tiempo, irán añadiéndose auras misteriosas, ritmos que transmiten peligro o algún réquiem más apagado, pero son las marchas moras la auténtica espina dorsal de este apartado, épicas y gloriosas y con una fuerza que salta al oído en lugares como la cueva de Ali Baba (cómo no) o en Gylan, la gran capital del imperio. De todas formas, no todas las melodías son del mismo estilo, especialmente las de los pueblos, que se desmarcan de la tendencia general sonando mucho más suaves al estilo de otros RPG, más similares a las de Sylvan Tale, por mencionar un ejemplo cercano. Y no os preocupéis porque las que suenan en batalla sean cortas: están muy bien llevadas y lejos de cansarnos, nos aportarán un necesario subidón de ánimos y tensión.
En nuestra recerca de los tres anillos (el de poder, el de la palabra y el del alma), que son el elemento más importante y objetivo de las aventuras de nuestros héroes, nos encontraremos con varios escollos en forma de monstruos que nos atacarán en los espacios abiertos y en las oscuras mazmorras, o de forma inesperada, en algún que otro pueblo, y lo harán en la más ortodoxa tradición de los JRPG, de forma aleatoria y con aspecto invisible, algo que escasea enormemente en el catálogo de Game Gear (tuve que rebuscar bastante para encontrar algo realmente clásico). Y cuando digo aleatoria, lo digo en el sentido más estricto de la palabra, en el de la inconstancia, ya que podemos dar 50 pasos sin un solo combate, o 5 pasos con 5 apariciones enemigas. Reconozco que los combates me resultaron bastante puñeteros al principio, dándome la falsa impresión de que la dificultad no estaba bien ajustada, pero esta sensación se disipó rápidamente con unas pocas horas de juego y unos niveles extra. La dureza de estos se va modulando para bien y muy pronto podremos seguirles el ritmo, aunque siempre se nos puede cruzar algún boss que requiera alguna estrategia adicional. Efectos adversos como el veneno, el sueño o la muerte no serán motivo de echarse las manos a la cabeza, ya que incluso de esta forma es posible solventar los combates con un poco de pericia y sangre fría. Lo de los niveles no funciona igual para el Genio, cuya experiencia dependerá de los objetos exclusivos para él diseminados por todo el mundo y no de los combates que libremos. También este último será el encargado de la parte de los hechizos, con casi 20 magias distintas que iremos aprendiendo mediante el espejo mágico (otro elemento encantador).
Si queréis emular en vuestra pantalla una experiencia RPG que tenga todo el sabor de las mil y una noches, Defenders of Oasis puede ser una excelente opción. Su duración no supera lo innecesario, su dificultad nunca llega a lo excesivo y sus apartados, tanto técnicos como jugables, son muy agradables y trabajados. Avanzar por toda su extensión se convierte en un placer desde los primeros minutos, superado el pico inicial de dificultad y el agobio de los laberintos que, como comprobaremos, no son para tanto. Los puzles no requieren sacar humo de nuestra cabeza y la ecuación de frecuencia / dificultad de los combates es muy favorable. Como detallazo del juego, el salvado es automático al cambiar de pantalla, y no perderemos oro ni experiencia aunque muramos. Esto sí que es una curva perfectamente ajustada y un ejemplo de que no todos los RPG para 8 bits eran extremadamente crueles. La escasez de JRPG clásicos en Game Gear es otro valor añadido más para este Defenders of Oasis, que se perfila como una de las mejores opciones de la consola y un ejemplar casi único.
- Lo Mejor Del Juego: El gran baño de color de los gráficos. La mayoría de temas tienen mucho encanto. El ritmo de la historia. Variedad de magias y un Genio. La ambientación. Auto-save.
- Lo Peor Del Juego: Comprar y equipar no es nada intuitivo. A veces la frecuencia de los combates agota un poco. Los efectos de sonido fue un aspecto muy abandonado.
----OTROS ANÁLISIS RECOMENDADOS----
La Música de este RPG
__________________________________________________________Independientemente de los gustos personales de cada uno respecto a las melodías de corte oriental, que en esta ocasión son las grandes protagonistas, no se puede negar que en el aspecto de la banda sonora, Defenders of Oasis gana muchos enteros en su valoración global. Denota un gran trabajo compositivo en cada una de sus composiciones, jugando con distintas escalas, mezclando diversos estilos e incluso llegamos a escuchar algunas versiones modificadas de temas originales. Esto también le da el puntito emotivo.
Introduction - Ending Theme. Nada mejor que comenzar por el principio, con la música que suena durante la introducción, y es perfecta, porque en general contiene y mezcla la mayoría de recursos y estilos que aparecen durante el juego, con ese obvio toque arábigo, pero modelando las melodías para no ser demasiado obvia, tan solo algunos detalles y arreglos para no desentonar con las bonitas imágenes que se nos muestran. Algunas partes pueden resultar demasiado agudas, pero en general tiene una línea bastante suave.
City Theme. No es una marcha mora pura y dura porque tiene elementos de otros estilos, pero básicamente se compone de ritmos y tonos bastante orientales que recuerdan a las lejanas tierras a las que hace referencia la historia del propio juego. Muy pegadiza, sabe ambientar a la perfección las primeras calles que recorreremos, entre chozas y tiendas. Parece de algún modo reflejar la dinámica vida de una ciudad de aquellos parajes, ya que es bastante animada y tiene una parte más alegre.
Village Theme. Esta se puede escuchar en los pueblos más pequeños, y también le sienta como anillo al dedo. Pensaba incluir en la selección alguno de los temas más tristes, pero en esta he visto cierto aire en este sentido que me ha parecido perfecto. Es colorista en su melodía pero bastante profunda en su segunda mitad. Además, su compás 3/4 hace irresistible escucharla una y otra vez, trayéndonos cada vez más emociones. Curiosamente, el primer juego que trajo a mi mente fue el Rudra no hihou, señal de buen augurio :)
Ali Baba's Cave. Una de mis debilidades de este juego. Y una vez más, sucede... ¿Porqué con frecuencia algunas de las melodías más inspiradas son las menos utilizadas? Esta en concreto aparece solamente en la cueva de Ali Baba, el jefe de los ladrones, y tiene un ritmo y una melodía absolutamente deliciosas, que da ganas de ponerse a marcar el paso con esa fantástica marcha mora y que podría haber sido mucho más utilizada, ya que encajaría genial en otras situaciones y lugares.
10 comentarios:
Una gozada de texto. Me agrada que agregues piezas musicales a los análisis ya que junto a las imágenes y a tus palabras se genera un conjunto muy especial dificil de describír pero siempre agradable. La verdad es que me he descubierto que en Game Gear también hay algo de rpg que catar. Me ha entusiasmado,asi es que "a emular se ha dicho" 😉. Nada cómo un buen juego en estas vacaciones. Un saludo Javi.
Muchísimas gracias Azort. Antes solo se podían escuchar en la sección Mi Música, pero desde hace poco las incluí también en sus respectivos análisis para que fuesen más accesibles y relacionarlas más todavía. Y es que tengo el firme pensamiento de que la música es una parte indivisible y absolutamente imprescindible para entender un RPG al 100%. Sé que hay gente que juega sin volumen, o con otra música de fondo, allá ellos, pero escuchar y apreciar la música de cada juego significa también sentirlo mucho más. Es algo que me tomo muy en serio.
Por otra parte... ¡por supuesto! ¡nada como una buena aventura para empezar el año con ánimo! Y en Game Gear hay varias de una calidad enorme que sorprenderían a más de uno :D. Un saludo.
Gracias una vez más eh?. Ya está este juego en mi lista de espera. Hace poco terminé Hexys Force,un título que pasó algo desapercibído en la Playstation Portable pero que me ha supuesto un agradable descubrimiento,no sé si lo ubícas. Es de la desarrolladora STING y se nota,aún cuando este juego es más un JRPG tradicional,alejándose de la experimentación típica que STING aplíca a sus juegos. Gracias por tu respuesta!. Prometo pasarme por tu blog y comentar siempre que pueda.
De nada, siempre será un placer recibir tus comentarios sean de la índole que sean. Conozco el Hexyz Force solamente de oídas, parece un título interesante, voy a incluirlo en la lista de opciones para votar. STING programaron juegos como Baroque, los Evolution de Dreamcast o el port a Wonderswan color del Final Fantasy IV. No es una de las grandes, podríamos decir, pero sí tienen en su haber algunos títulos bastante interesantes.
Por cierto, dentro del catálogo de Game Gear, aunque este Defenders of Oath sea uno de los pocos JRPG clásicos por turnos, no dejes de probar el Sylvan Tale, una aventura-RPG totalmente encantadora. ¡Un saludo!
Si. Personalmente descubrí la pista de Sting cuando adquirí el Riviera:The Promised Land para GBA,(Que originalmente se lanzó para la Wonderswan),en su día me costó pillarle el truco y no es de los mejores pero tiene un lugar en mi corazoncíto. Si,STING no es muy conocida como desarrolladora pero a mi me llama la atención el detalle de sus mecánicas tan atípicas y hasta demasiado rebuscadas cuyo ejemplo máximo y extremo sería Knights In The Nightmare,a cuya propuesta no logré sostenerme jamás. Oooh y vaya con ese Baroque eh?,bastante raruno se ve no?. Mis saludos.
Vaya, pues otros que me gustaría probar entonces (los dos que mencionas). Siempre he sido amante, en general, de lo poco convencional, así que puede que me guste. El Baroque solo lo probé durante unos minutos para hacer una cata, no sé demasiado sobre él, pero me dejó la impresión de ser un juego bastante curioso, sí.
Hola Javi.
Por una recomendación tuya, ya tengo este Defender of Oasis como título a jugar cuando finalice, entre otros juegos, Chrono Trigger. Y justamente por eso no quiero leer aún este análisis, simplemente para dejar que la aventura se me revele por sí misma.
Hace muchos años tuve una Game Gear a reparar, y como su catálogo de juegos me atrae muy poco, decidí venderla y usar el dinero para otras adquisiciones gamer.
Así que en unos días comenzaré con esta entrega rolera, e iré compartiendo mis impresiones periódicamente.
Saludos!
¡Eyyy Kroll!
Gracias por tener en cuenta mi recomendación, y por tu comentario. Creo que, cuando acabes de fascinarte por completo con esa obra maestra que es el Chrono Trigger, sería una excelente apuesta este Defender of Oasis. Y además, creo que haces muy bien en no leer el análisis si vas a jugarlo en breve. Precisamente yo suelo hacer lo mismo. Para juegos que tengo pensado terminar, tanto a corto como a largo plazo, prefiero saber lo mínimo posible sobre ellos (como mucho, su género, y poco más), para así absorber sus virtudes y las emociones que puedan transmitirme desde cero. Siempre he creído que es la mejor forma para crearse una opinión propia, sin contaminaciones externas ni opiniones ajenas. Defender of Oasis, salvando Lunar: Sanposuru Gakuen, es mi JRPG favorito de la portátil. Tampoco es que haya una barbaridad donde escoger de este género en este sistema, y todavía me faltan varios por jugar, así que mi 'clasificación' podría variar en un futuro. Pero sea como sea, creo que lo vas a disfrutar. Un saludo.
Vaya, desconocía que existiese un Lunar en Game Gear. Es un título pensado 100% para la portátil, o una adaptación de sobremesa? Por otro lado, se puede jugar en inglés?
¡Pues sí! Y como te digo, es mi RPG favorito de la consola. Su mezcla de fantasía, cotidianidad y humor me dejó unas sensaciones completamente inolvidables y su música... ¡Qué música! Temazo tras temazo. No sé si lo jugarás algún día, pero me encantaría saber tu opinión. Es un título exclusivamente creado para Game Gear, que posteriormente fue portado a Saturn, pero no lo he probado (no me interesan los remakes). Y por último, sí, se puede jugar en inglés. Si tienes más interés, puedes leer la review y escuchar algunos de sus temas en el análisis que le hice en su momento. ¡Un saludo!
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