Super Robot Taisen (Game Boy, Tactical RPG)

Si el juego que os acerqué en el anterior artículo, Dragon Ball Z Super Gokuden - Totsugeki-Hen, ya se puede considerar un producto 100% japonés a más no poder, dicha cualidad, aunque parezca impensable, se convierte en algo todavía más rotundo y tangible si hablamos de los súper robots gigantes nacidos en cualquier manga o anime. Y es que… ¿existe algo más nipón en la era contemporánea que no sean los mechas? Desde principios de los años 60, con la aparición de los primeros dibujos y relatos, y pasando por su gran apogeo a mediado de los 70, es algo tan simbólico, tan inherente a la cultura japonesa, como puedan serlo sus templos y jardines o su gastronomía. Existirán poquísimos casos, incluso en las antípodas del mundo, de aquellos que en su vida hayan leído o visto en televisión alguna serie o publicación con alguna de estas creaciones robóticas como protagonistas. Aunque no puedo decir que sea un acérrimo conocedor de este mundillo, sí hubo un buen puñado de series que marcaron mi infancia, como Voltron, Dai Apolon, Astro Gungar (el primer anime mecha emitido en color) y por supuesto, Mazinger Z, aunque curiosamente, mi eterno favorito no es japonés, sino el coreano Robot Taekwon V.

Pese a que las primeras apariciones de mechas en los videojuegos datan de principios de la década anterior, en el año 1990, Banpresto (otro nombre ineludiblemente ligado al mercado japonés) creó la saga conocida como Compati Hero, aventuras protagonizadas por todo tipo de personajes extraídos del imaginario japonés en el ámbito de los mechas y el género tokusatsu, en formato crossover, en donde hacían aparición algunos de los más míticos nombres de distintas franquicias como Ultraman, Gundam o Kamen Rider. Dicho concepto se extendió con rapidez, materializándose en varios estilos como el beat’em-up, la estrategia, juegos deportivos y RPG, y fue, al mismo tiempo, la verdadera semilla de la inmensa saga cuyo primogénito nos ocupa. Pero puede que ni siquiera sus creadores pudieron imaginar la envergadura que llegaría a alcanzar la serie Super Robot Taisen / Wars, que en la actualidad consta de alrededor de (agárrense) 70 títulos y, además, se encuentra en un estado de continuidad envidiable después de más de 30 años, principalmente en Japón, claro. De hecho, esta serie de Tactical RPG ostenta un record, que no es el de mayor cantidad de entregas (aunque bien podría ser), sino el de mayor número de licencias distintas recogidas en una serie de videojuegos, con más de 100 personajes distintos. Para este caso concreto, se contó con algunas de las más legendarias en su país de origen, como son Getter Robo, Mazinger Z y Gundam. Tal como sucedió con esta ópera prima, Winkysoft fueron los encargados de dar vida a una buena parte de las entregas hasta su bancarrota en 2015. A través de redes, he compartido muchas noticias y parches relacionados con la serie, pero a pesar de haber probado unos cuantos, nunca me había puesto hasta el final con ningún capítulo. Y puestos a bautizar la saga en este blog, como siempre, he decidido hacerlo con la entrega inicial, de 1991, para la Game Boy clásica. La trama es escasa en detalle, poco ambiciosa y simple, aunque, por otra parte, tampoco necesita presentarnos a unos personajes más que célebres en su ámbito. Se centra en el terror provocado por la bestia Gilgilgun, nacida en los confines del espacio, azote y conquistador de planetas, que esta vez ha puesto sus miras sobre el pequeño y azul planeta donde habitan los Súper Robots. Muchos de ellos terminan cayendo ante su poder, pero los más fuertes y heroicos deciden a plantarle cara a lo largo de varios emplazamientos por los que discurrirá la gran batalla. Cada capítulo consta de una pantalla de texto final (con un simpático guiño al formato episódico) y otra de inicio, que narra el progreso de la situación, características del nuevo escenario, o información sobre los jefes.


Contemporáneo de otro interesante y divertido Tactical RPG que traje por aquí hará un par de años (Little Master: Raikuban no Densetsu), llama la atención, por poner un ejemplo comparativo, lo distinto que es aquí el estilo gráfico, salvo en la adopción de la perspectiva cenital tan clásica y sobria en los inicios del género. En esta ocasión, las casillas de movimiento están delimitadas por bordes, confiriéndole un aspecto mucho más inspirado en los juegos tradicionales de tablero que, por otra parte, resulta más incómodo y soso en lo visual. A esto último, no ayuda precisamente la representación de los personajes en las fases de movimiento, mostrando tan solo iconos con los rostros de los protagonistas, sin ningún tipo de animación, y las siluetas de los enemigos, aunque lo importante es que son reconocibles. A pesar del reducido tamaño y relativa poca variedad en cuanto a los elementos que forman los entornos en donde tienen lugar las decisiones tácticas, estos están distribuidos de tal forma que dejan una sensación de lleno bastante digerible, y además, existen dos tipos de entornos muy bien diferenciados gracias a esos marcados contrastes de tonos, ya sean aquellos que transcurren a cielo abierto, con sus bosquecitos de árboles, montañas, partes desérticas y áreas pantanosas, o los laberintos, de aspecto mucho más oscuro y claustrofóbico, recargados de columnas y muros. Puede parecer poca cosa, pero a ello debemos añadir los distintos tipos de terreno, que añaden más colorido (entiéndase esto de forma metafórica si hablamos de una Game Boy clásica) y vistosidad al panorama, destacando el embaldosado y pavimento roto de las mazmorras interiores. Pero no nos engañemos. Aquí, como supongo que le sucede a la gran mayoría de quienes han ido a dar con este título (o con cualquiera de la saga), hemos venido a ver Súper Robots, y de estos vamos a tener una cantidad, variedad y calidad que suman varios enteros al apartado gráfico. Será en las batallas, bien cuerpo a cuerpo, o bien a distancia, donde podremos disfrutar de todos estos colosos mecánicos en su mayor apogeo, y esto es uno de los grandes alicientes para los aficionados a los animes y mangas originales. Los robots más reconocibles y carismáticos de las franquicias citadas (amigos y enemigos, con sus respectivas transformaciones) desfilan por la pantalla, en vista lateral, con un tamaño más que digno y un diseño sorprendentemente meticuloso, resultando fieles a los originales en sus armazones, motivos y configuración, pero con ese toque desenfadado y juvenil que aporta la técnica super deformed. Lástima que tampoco estén animados como tal, pero los proyectiles y golpes le dan cierta vidilla a los enfrentamientos. Concluir el tema gráfico diciendo que también se puede jugar con coloración añadida en Super Game Boy.


Con muy poca información disponible en la red, mínimo conocimiento de sus autores, y una cantidad tan escasa de temas, es realmente complicado rascar más de la cuenta a la hora de hablar de la banda sonora de este primer Super Robot Taisen. Compuesta (según algunas bases de datos) por Yasunari Ōnishi y Masa Konishi, ambos músicos estrechamente vinculados a la compañía Winkysoft en los inicios de sus respectivas y cortas carreras, con algunos trabajos discretos para juegos como Mazinger Z (Super Famicom), y el Action RPG para PC Engine CD, Gensō Tairiku Auleria, no es precisamente el punto fuerte del cartucho, a pesar de contener algunos highlights que merece la pena escuchar. La pantalla de título está acompañada por un tema realmente bueno y con gancho, que recoge en sus notas el enfoque de acción y épica hacia el que la aventura se encamina desde el primer combate, encajando a la perfección con el estilo del juego, y todo hace presagiar una OST muy afín a ese espíritu tan épico y trascendental, que alimente todavía más la emoción de cualquier aficionado a los mangas y animes basados en estos personajes. Sin embargo, las posibilidades de dicho arranque tan prometedor quedan aprovechadas en una mínima parte, ya que son tan solo ocho los temas que forman su banda sonora, incluyendo uno exclusivo para el pase de los créditos, otro para la selección de equipo, una fanfarria compuesta con exactamente 10 notas para antes del inicio de las campañas, y el que más escucharemos con diferencia (y que por suerte, es de los más trabajados y disfrutables), el del overworld, entre algún otro más. Por lo tanto, es bastante lógico que terminemos un poco cansados de algunos cortes. Pero en contraposición a esto, hay que decir que, salvo el del mapa de cada batalla (siempre el mismo, por cierto), las acciones y secuencias donde suenan otros son tan cortas que a duras penas los llegaremos a escuchar enteros, lo que por una parte alivia, pero por otra, en ocasiones nos perderemos las mejores partes de algunas composiciones, como la de Mazinger Z. Y aquí llega la que es, de lejos, la parte más interesante y atractiva en el ámbito musical. Aunque lógica y evidentemente muy simplificadas, pero muy bien adaptadas al chip de la Game Boy, podremos deleitarnos con las auténticas melodías de los openings de Gundam, Getter Robo y Mazinger Z, rebosantes de aquella maravillosa e intensa épica setentera que envolvía todo aquello relativo a este tipo de héroes. Y esto, al mismo tiempo, significa un plus de variedad en los combates, ya que dependiendo de con qué personaje enfrentemos al enemigo, sonará la música correspondiente a su franquicia. Los FX prácticamente solo están presentes en batalla, poniendo sonido a los proyectiles, impactos, explosiones y arañazos, nada destacables.


Aunque cuenta con una opción vs. para dos jugadores, aquí el modo campaña es el verdadero eje central. El perfil de sus mecánicas, refuerza lo dicho anteriormente: nos encontramos ante un juego, con más carga táctica que de RPG, tremendamente clásico y simplificado hasta el extremo, aunque ciertas características innovadoras para su momento le adhieren un interés extra. Para empezar, se nos ofrece la posibilidad de jugar la aventura con uno de los tres grupos distintos, formados por personajes de Gundam, Mazinger Z o Getter Robo, y las fortalezas y debilidades de cada conjunto están muy diferenciadas. Los Mazinger poseen gran potencia de combate, pero son poco ágiles, todo lo contrario a los Gundam, mientras que la mayoría de los Getter Robo tienen la fascinante habilidad de poder transformarse en otras criaturas y adaptarse al medio (tierra, mar o aire) y a los enemigos, siendo los más equilibrados. Esto también implica cierto valor rejugable, ya que las partidas y las variaciones estratégicas pueden resultar muy dispares según a quienes escojamos. Pero los equipos, y esta es otra de las mejores cualidades del juego, no son cerrados e inamovibles. Siempre y cuando tengamos algún hueco disponible, podremos reclutar personajes de otras series, y aquí es donde entran en juego los atributos de lealtad y carisma, aunque en general, conseguirlo es una tarea harto desesperante. Podremos tener hasta 10 personajes en nuestra tropa y emplear hasta 7 de ellos en el campo de batalla. Me ha encantado el personaje de Texas Mack, pero menos que el flipante Getter Robo G y sus tres trans-formaciones. Ocultos en el mapeado, se encuentran diseminadas multitud de armas, armaduras, o ítems de refuerzo, y hay que reconocer que es bastante pesado peinar cara región para encontrarlas, pero creedme, no solamente merece la pena, sino que además es algo casi imprescindible para poder terminar el juego. Porque todo lo que tiene de simple en su concepción, lo tiene de brutal e intransigente, y os ahorraré los detalles del infierno que me ha hecho pasar. Super Robot Taisen posee la mayoría de particularidades que detesto en un Tactical. Los personajes se bloquean entre sí, en un turno hay que escoger entre moverse o atacar a distancia, las muertes son permanentes, es inflexible con los niveles de experiencia y admite muy pocos caminos estratégicos. No os digo más que llegué a un punto en el último nivel en que, sencillamente, me era imposible continuar, teniendo que recomenzar todo el juego desde el principio. Al menos, tiene una duración muy accesible… Así que, consejos para no padecer un infarto: evitad el cuerpo a cuerpo, mantened unido al grupo, usad sabiamente los puntos de Espíritu, y apostad todas las mejoras a un solo personaje. Lo último suena estúpido, pero es la única forma de vencer a Gilgilgun.


Obviamente, tratándose del primero de tan larga y fructífera saga, hay que entender que es la esencia misma de esta, pero reducida, en todos sus apartados, al mínimo común denominador. Hay que afrontarlo con toda la perspectiva posible, y ser tolerante hasta cierto punto con sus defectos, que son casi tantos como virtudes contiene, y evitar comparaciones con posteriores títulos de una serie que ha evolucionado casi hasta el infinito. Gráficamente, gracias a sus protagonistas y sus diseños (y en menor medida, a sus melodías heredadas de los respectivos animes) satisfará a toda legión de fans de estos héroes mecánicos japoneses, pero su dificultad es tan dura como la rigidez de su progreso o su mecánica en términos jugables, así que si buscas un Tactical RPG permisivo y/o ligero, aléjate de él. Pero si lo tuyo son los retos tortuosos que pongan al límite tu tensión arterial, este cumple con todos los requisitos. Si así ha de ser, levanta el puño y grita: “Fight on, Super Robots!!”



- Lo Mejor Del Juego: La exquisita y variada selección de protagonistas y enemigos, su pixel art, y sus transformaciones. Tres equipos con cualidades muy distintas y la posibilidad de reclutar enemigos.

- Lo Peor Del Juego: Mecánica muy limitada. Su dificultad alcanza unos límites demoledores. La tasa de fallos en ataque es tan ridículamente alta que da ganas de llorar. Escasa oferta musical.

----OTROS ANÁLISIS RECOMENDADOS----

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La Música de este RPG

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La aparición de los tres temas de cabecera de las franquicias de Getter Robo, Gundam y Mazinger Z, que junto al malvado Gilgilgun protagonizan el juego, es un buen motivo para que aquellos adoradores de estos personajes se lancen a probar este Super Robot Taisen, primer exponente de la casi interminable saga creada por el triángulo Winkysoft / Banpresto / Bandai. Una lástima que, aparte de los citados, la selección de temas sea muy escasa, porque hay buenas ideas y un visible aprecio por la 'estética sonora' de aquellas queridas y recordadas series de mechas.

Choose your team. Aunque en un principio pensé que tan solo aparecería en la selección inicial del equipo principal (dado el carácter exclusivo que muchos temas poseen en el juego), también aparece a la hora de escoger los participantes que van a formar parte de cada campaña, con lo que la podemos escuchar más veces. Nos recibe con una percusión muy constante, y con aires bastante tensos y dramáticos en su melodía, que se adaptan como un guante al estilo de este tipo de dibujos japoneses, aunque a veces destacan más los tonos graves que las propias notas principales.



Overworld. Será sin duda la composición más presente en la aventura, y eso en verdad es algo positivo, ya que como he comentado en el análisis, es una de las mejores y variadas, con diversos registros y cambios de tono. Sus bases cabalgantes ya son un aviso de su gusto por la acción bélica, pero lo que más destaca en sí es su línea principal, muy melódica y tremendamente épica, que bien podría formar parte de alguna de aquellas míticas introducciones, incluyendo esas notas de tesitura casi barroca en el centro de su melodía.



Tobe Gundam. Conociendo la composición original, tal vez resulta algo chocante, especialmente las primeras veces, escucharla con ese sonido de la primera portátil de Nintendo, tan desnuda, sin voz ni instrumentación. También suena algo más alegre y desenfadada que en su versión primaria debido a esto. Pero dejando estas obviedades a un lado, es un tema muy gratificante de escuchar durante las batallas protagonizadas por cualquier miembro del equipo Gundam, tiene un tempo amable y no resulta estridente. Y el resto, lo puede poner nuestra imaginación :)



Mazinger Z. ¿Cómo, repito, cómo diablos podría haber faltado este pedazo de tema en este primer Super Robot Taisen, que además tiene un equipo Mazinger como protagonista? Solo escucharla, hará renacer en muchos grandes y entrañables recuerdos de la serie original (aunque yo ni siquiera había nacido en su primera emisión aquí, Telecinco la repuso allá a principios de los 90) que tuvo un gran éxito en nuestro país. Su esencia está muy bien plasmada aquí, con esas notas superépicas que nos suben el ánimo cada vez que suena, sobre todo, esa parte con percusión más acelerada.



Battle (Getter Robo). Esta personalmente no la conocía en su versión original, pero tras haberla escuchado unas cuantas veces (al luchar contra integrantes del equipo Getter) ha resultado ser una de mis favoritas, y posiblemente, la más variada en cuanto a tiempos, melodía principal y combinación de sonidos. De nuevo, cantidades industriales de épica para dar más vida aún a las batallas, de ritmo frenético y una entrada ya de lo más explosiva en sus primeros compases. Particularmente, me encanta ese último tramo antes de reiniciarse por sus tonos tan intensos y emotivos.