
Si ya de por sí me ha sido complicado a veces sintetizar, ordenar y plasmar las innumerables y profundas huellas emocionales que han dejado en mí las grandes obras maestras del género RPG que más me han marcado, especialmente aquellas que pasaron por mi consola favorita, como Chrono Trigger, Earthbound o Terranigma, hoy me encuentro, después de bastante tiempo, frente a frente con los créditos finales de un juego que pertenece y casi encumbra ese selecto grupo. The Legend Of Zelda – A Link To The Past, se escribe con letras de oro de muchísimos quilates dentro de la historia de los videojuegos, acompañando a Super Nintendo en su más tierno amanecer para mostrar al mundo las maravillas que Shigueru Miyamoto y su equipo podían conseguir en la nueva y flamante, por aquel entonces, máquina de Nintendo. Desde su primer capítulo, la saga pudo ser disfrutada en todo el mundo, pero fue con este tercero cuando la saga dio un salto impresionante no solo en cuanto a su calidad, sino también refiriéndonos a su popularidad. Pero no solo ocupa un lugar importante en la evolución de la serie en general, también llena un gran espacio en mi corazón y, no me cabe duda, en el de todos aquellos que, como yo, tuvieron la suerte de crecer con esta brillante joya, de descubrirlo y degustarlo poco a poco en su adolescencia, conservando todavía unos recuerdos casi indescriptibles de esa magia que fue capaz de introducir en nuestras vidas.

Estoy seguro que algo se le ha movido en su interior a más de uno al ver la primera pantalla que acompaña estas líneas, algo que da señas de que es imposible que este juego te deje indiferente. En realidad, A Link to the Past no llegó en toda su plenitud hasta mí en su fecha de lanzamiento, sino unos años más tarde. En mis más tempranas experiencias con él, curiosamente, no llegó a enamorarme, no fue ese el momento en que los RPG pasaron a ser parte de mí. Pero cuando

pude jugarlo y terminarlo en toda su extensión, su espíritu se apoderó de mí de tal forma que hasta día de hoy siempre le dedico sus correspondientes horas año tras año. Es difícil saber con exactitud cuantas veces habré disfrutado de sus parajes, de sus secretos y de su imborrable esencia. Pero aunque parezca mentira, sí que conservo momentos en mi memoria de todas y cada una

de las veces que este juego ha pasado por la ranura de mi Super Nintendo. Porque algunos de ellos, como la turbulenta noche donde todo empieza, en la habitación de nuestro héroe sumida en el silencio de la noche, con un manto de oscuridad envolviéndolo todo y solo el perturbador sonido de la tormenta mientras Link escucha por telepatía la voz de Zelda pidiendo ayuda… es sencillamente insuperable, un comienzo desconcertante salvo por lo explicado en la intro,

pero aun así con una fuerza que te hace vibrar. Lo mejor de todo es que, partida tras partida, parece imposible pensar que ya han pasado más de 15 años desde aquella vez que me conquistó para siempre, pues cada nueva experiencia con él, a pesar de conocer al dedillo su mapeado, escenas y secretos, sigue siendo igual de excitante y adictiva. Después de bastante tiempo alejado de él, me ha parecido oportuno elegir el verano, estos días calurosos y nostálgicos,

como entorno para volver una vez más a mi tierna y despreocupada infancia, para volver a recorrer sus fantasmagóricos bosques, su apacible pueblo y reencontrarme con sus pintorescos personajes, porque es algo necesario para mí cada cierto tiempo, algo que su propia esencia me obliga a repetir y que, sorprendentemente, cada vez toma un color, algo que muy pocos pueden estar orgullosos de conseguir.

Desde un primer momento, aunque no sea algo demasiado notorio, se nota que este capítulo de la leyenda de Zelda está ligeramente más basado en un argumento que los dos anteriores. No es que posea una solidez que lo pueda englobar entre las grandes deidades del género, pero está más trabajado y tiene más vertientes, incluso en esta ocasión son dos los principales entes malvados que harán la vida imposible a Link mientras recorre y desvela los

entresijos de, por primera vez, dos mundos paralelos en un mismo juego. Dos realidades opuestas pero de algún modo relacionadas, dos caras de la moneda que nos transportan de un verde y luminoso Hyrule, lleno de florecientes praderas, exuberante fauna y flora y alegres paisanos a un decadente y oscuro mundo rodeado de un halo de misterio y oscuridad, tenebrosos bosques y grises parajes en donde la muerte ha plantado su semilla. De los ríos más azules a

un tenue ambiente que en ocasiones roza el surrealismo. En cuanto tengamos los objetos necesarios, podremos cambiar a voluntad de uno a otro, por lo que la extensión de esta Aventura RPG se duplica en cierto momento dado, regalándonos un mundo completamente distinto que podremos (y deberemos) recorrer con la misma atención y énfasis que el primero. Para dar un valor diferencial a cada uno de ellos, los programadores no dudaron en dotarlos de una

personalidad fuera de toda duda, cambiando no solo la ambientación general y los personajes, sino también sprites, caminos a recorrer e incluso la banda sonora, en la que también se aprecia claramente esa dualidad de luz y oscuridad. Al contrario de lo que sucedía en los dos primeros juegos de la saga, el mapeado aquí está abierto casi completamente desde un principio, con lo que podemos realizar una exploración prácticamente completa, quedándonos

con los lugares más llamativos que sabremos que habrá que visitar en más de una ocasión. Pero solamente con el descubrimiento de ciertos objetos podremos ir abriéndonos paso a través de esos lugares que se nos resisten, una verja, una piedra, un agujero… algo que crea a la par irresistibles sensaciones de misterio y de entusiasmo por descubrir que se oculta más allá, y que siempre ha sido la piedra angular de todo Zelda que se precie.

Todo es más moderado en esta tercera parte de la saga, y adaptado a los tiempos que corrían. Los objetos clave, aunque no estarán ocultos con tanta malicia como en los dos primeros juegos, no son gratuitos, y nos mantendrán muchas horas pegados al mando, maldiciendo y explorando rincones deliciosamente escondidos para dar con ellos. Con su obtención, las posibilidades se abren considerablemente, y renace la impaciencia por volver a visitar sitios

a los que antes nos estaba vetado el paso. Se puede entender que la exploración es algo absolutamente esencial para el progreso, para encontrar esos objetos – llaves, pero también para descubrir con asombro aquellos con los que uno no cuenta, que aparecen como la mayor de las sorpresas en el lugar menos imaginado. Es otra de las principales fuerzas de los Zelda, el no poder hacerse ni la más remota idea de lo que uno encontrará al atravesar las puertas de una tenebrosa gruta, al poner una bomba en una pared agrietada o al abrir un

inquietante cofre: es el factor sorpresa, algo en lo que Miyamoto siempre ha sido un verdadero maestro inigualable. La pieza de corazón que más a la vista está puede ser terriblemente difícil de conseguir, y al contrario, el cofre más inaccesible puede estar en realidad a nuestro alcance con un simple movimiento. Es imprescindible, para ello, contar con una habilidad extra sensible a la hora de recordar y memorizar trozos del mapa, ya que muchas veces los detalles más inesperados contienen la clave de todo, por lo que la

concentración visual debe ser máxima. También se puede extrapolar esto a las mazmorras, especialmente las últimas: un detalle desapercibido nos puede costar horas y horas de deambular desorientados, y os aseguro que su dificultad no es para tomársela a broma, ya que al principio pueden parecer un paseo comparadas con las del primer juego, pero poco a poco empiezan a combinar dificultades y obligándonos a usar con gran pericia varios objetos del inventario.

Observando con cautela todo el aspecto técnico, pocos podrían adivinar que este A Link to the Past fue, inicialmente, un juego previsto para su lanzamiento en la 8 bits de Nintendo. Claro que, con el intenso y deslumbrante lavado de cara que se le dio, es algo casi imposible de adivinar, ya que está a años luz de sus hermanos menores, incluso en cuanto a originalidad. Obviamente, la mecánica está basada en el primer capítulo, esto salta a primera vista, pero

aun así me mantengo en lo dicho, ya que la cantidad de novedades que incorporó le dieron un aire totalmente renovado, ampliando distancias incluso en mayor medida de lo que lo hacen los títulos más recientes. Quizá el mapeado todavía quede algo lejos del mastodóntico plano del Zelda original, aunque juntando el de los dos mundos no le ande a la zaga en cuanto a posibilidades y sobre todo en cuanto a cantidad de misterios y esos simpáticos detalles casi ocultos que refuerzan las sensaciones positivas que el juego es capaz

de transmitir. En cuanto al resto de apartados… es como comparar un avioncito de papel con el mismo “Concorde”. Los gráficos, incluyendo cualquier sprite o detalle que podamos ver en pantalla, fueron totalmente renovados, cubiertos con una refrescante capa de color y brillo. Los primeros pasos que damos en el juego quizá no le hagan del todo justicia, pero poco a poco aparecerán ante nuestros ojos enormes estructuras, una variedad de

terrenos notable y unas animaciones rápidas y dinámicas, un grandioso pueblo llamado Kakariko (os suena, ¿verdad?) y efectos dignos del cerebro de la bestia, como algún que otro polígono y una espesa capa a base de ghost layering cubriendo los frondosos bosques perdidos, utilizados con gran sabiduría y creando unas atmósferas sencillamente mágicas. Pero no me limito a enumerar aspectos puramente técnicos, porque también entra en juego la incomparable imaginación de los creadores a la hora de crear rincones

únicos, con una personalidad arrebatadora, y unas mazmorras construidas a base de rebuscadas estructuras y caminos insondables. Y es que Nintendo en este sentido siempre ha sido invencible, dotando de vida propia a cada una de las cuadrículas en las que se divide el mapa general, incluyendo aquí a todos los habitantes que en él conviven y con los que, por supuesto, habrá que dialogar, algo que en esta ocasión cobra mucha más importancia. Pero no serán los diálogos, aunque sean mucho más abundantes, los que

realmente despierten nuestra vena emocional. A Link To The Past utiliza, como la gran mayoría de secuelas y precuelas, métodos mucho más sutiles para conseguirlo, basados en el misterio y el impacto visual, como las sensaciones de pisar por primera vez el lluvioso y aterrador Pantano del mal del mundo oscuro, el silencioso cementerio o la impracticable montaña de la muerte, junto a la delicada ambientación que proporciona todo el apartado sonoro.

Y es que cuando nos encontramos con el tema que ameniza nuestros paseos por la campiña, podemos disfrutar de una composición más viva que nunca, llena de arreglos y detalles, más suave y melódica, más épica que nunca, y nos invade una sensación aventurera, llena de peligros y emociones. La reacción natural de todo fan de la serie Zelda va a ser la misma en los primeros momentos: dejar pasar el tiempo sin hacer nada, sin mover a Link, tan solo escuchando la poderosa composición y dejando que nos

introduzca de lleno en el mágico reino de Hyrule, que nos lleve de la mano hacia otras melodías como la del pueblo de Kakariko, dulce y armónica, o la orquestada y amenazadora canción del castillo. Si se inspecciona este apartado a fondo, se pueden descubrir auténticas maravillas que en un principio pasan desapercibidas por su sutileza, como la magnífica ambientación del santuario o el alegre tema de los bosques. Incluso hasta la banda sonora se ha llevado con absoluta maestría ese drástico cambio entre el mundo de la

luz y el de la oscuridad. El más notable de ellos, el cambio del tema principal de Hyrule por el de la tierra oscura. Grandes composiciones, utilizadas en capítulos venideros, nacieron aquí, en Super Nintendo, por lo que volver a escucharlas de nuevo y con más experiencia, puede suponer algún que otro escalofrío de nostalgia, embarcándonos una vez más en otro maravilloso viaje atrás en el tiempo.

A pesar de ser uno de los primeros grandes juegos de Snes, posee también un envidiable elenco de efectos sonoros que coexisten con la música en perfecta armonía, de gran calidad compositiva e imaginativa. Por ejemplo puedo poner el sonido de nuestra espada al cortar el aire: por mucho que lo escuchemos siempre será un placer, pero también los retumbantes pasos sobre el agua en las cuevas, los ecos, las gallinas, las cerraduras… todo ello salteado con las clásicas fanfarrias que anuncian un momento importante. El perfecto control sobre Link en 8

direcciones, mucho más cómodo, eficiente e intuitivo que en anteriores ocasiones y su ampliada lista de habilidades y nuevos movimientos, como correr, nos permiten empezar a disfrutar de esta maravillosa aventura desde el primer segundo sin demorarnos mucho en el aprendizaje, algo que, para una experiencia que tiene tanto y tan bueno que ofrecer, se agradece de sobremanera.
- Lo Mejor del Juego: La magia Zelda elevada a su máximo exponente. Aspecto brillante y definido. El magistral trabajo de Koji Kondo. Innumerables y entrañables secretos.
- Lo Peor del Juego: El pitido cuando escasea la vida. Algunos secretos son imprescindibles y… cuestan muchísimo de encontrar para novatos.
----OTROS ANÁLISIS RECOMENDADOS----
__________________________________________________________
La Música de este RPG
__________________________________________________________
Los desarrolladores de la saga Zelda siempre han tenido un increíble afán de superación en cada capítulo tirando por la senda de la innovación en casi todos los aspectos pero respetando aquellos que son clave. La música entra dentro de este último conjunto, y muchas de las melodías que nacieron en A Link to the Past continúan sonando en las entregas actuales tan bellas como lo hicieron en su concepción. Como siempre, un gran y sonoro aplauso para el trabajo del incomparable maestro Koji Kondo, que alcanzó aquí uno de los puntos culminantes de su carrera.
Princess Zelda's Rescue. Su pequeña intro ya es como un hechizo mágico que se vierte sobre un tema que en sí mismo rebosa melodía y dulzura a partes iguales. Sus estrofas se balancean creando un remanso de paz en nuestra mente. A partir de este capítulo, escuchar sus notas ha sido sinónimo de la aparición en escena de la princesa que da título a la saga. Disfrutadla de nuevo con los ojos cerrados y decidme si no os trae a la cabeza el más maravilloso de los recuerdos.
Forest of Mystery. Una melodía que fue sustituida con el paso del tiempo. Y aunque he de reconocer que la que figuraba en Ocarina of Time la supera para mi gusto, esta no se queda atrás en cuanto a calidad. Baña el frondoso bosque de misterio e intriga con una sutil y exclusiva aparición, tanto que a veces olvidamos su necesario acompañamiento. La elección de los instrumentos fue absolutamente perfecta, así como la hipnótica cadencia de sus notas.
Safety in the Sanctuary. Pese a que por su tonalidad se pudiese haber encuadrado en el mundo oscuro, la encontramos en el momento en que escoltamos a Zelda hasta el santuario. El título tampoco resulta muy acertado, ya que la canción transmite de todo menos seguridad, sería mejor usar palabras como tristeza, desesperación o inquietud. Pero más allá de estas curiosas comparaciones, encontramos un tema que vacía el alma, misterioso, oscuro y casi perturbador.
4.- Kakariko Village. Se le han dado muchos arreglos a lo largo de la saga, se le ha embellecido con más instrumentos... pero el tema central del pueblo de Kakariko sigue teniendo hoy en día un encanto que va más allá del lugar que acompaña y que cobra una personalidad arrolladora por sí sola. La sensación de calma y bienestar que produce entra en armonía perfecta con sus habitantes y casa, sea la versión que sea. Gallinas, vendedores, ladronzuelos, granjeros... son conceptos que van irremediablemente unidos a ella.
5.- Hyrule Field Main Theme. Tenía que estar aquí por fuerza imperativa. Si por calidad en su composición fuese, habría estado presente en esta sección con cada nuevo análisis de un Zelda, pero la versión de Super Nintendo posee un brillo y una fuerza especiales, arrolladores, una carga épica monumental, imposible de ignorar, de las que nos deja unos segundos anonadados, arrastrados por su espíritu indomable y aventurero. Una melodía que no aburre después de tantísimas horas de acompañamiento es, por esto y mucho más, un auténtico prodigio.
____________________________________________
EJEMPLARES DE MI COLECCIÓN
____________________________________________
The Legend Of Zelda - A Link To The Past (Pal Esp)
Más por curiosidad que por cualquier otro motivo (y con bastante retraso al hacerlo por mi parte) os cuelgo aquí unas imágenes de mi cartucho de este grandioso juego. Y digo cartucho porque es la única parte del juego que conservo en mi colección. El mismo no llegó de la tienda a mi mano como la gran mayoría de los que poseo, sino que en su día lo cambié por otro, concretamente por el NBA Jam Tournament Edition. Nunca antes lo hice y nunca lo he vuelto a hacer, pues nunca me gustó intercambiar juegos con otras personas. Pero en este caso, salí claramente ganando. En un futuro no muy lejano espero poder conseguir las partes que me faltan para completarlo y hacer que sea una parte tan digna de mi colección de RPG para Snes como cualquier otra, o incluso más, tratándose de un juego muy especial para mí, el primer Action RPG que pude jugar. Hablando ya en "lenguaje de colección" el cartucho presenta mejor aspecto por delante que por la parte trasera. El adhesivo que muestra el logo del juego tiene todavía el brillo original, pero por detrás tiene alguna mancha de color amarillo típicas de los cartuchos de Snes, seguramente debido a algún factor externo. Está integro y con los conectores relativamente bien conservados.
Fecha de adquisición: Julio de 1997 aproximadamente.
Precio: Cambiado por NBA Jam Tournament Edition.

Zelda no Densetsu: Kamigami no Triforce (NTSC Jap)
¿Cómo, repito, cómo iba a ser posible que faltase aquí esta incontestable obra maestra, que al fin conseguí en formato físico? Siendo uno de los grandes juegos de mi infancia, y además, uno de los que me abrió las puertas al maravilloso universo de los RPG, mi amor por este The Legend of Zelda: A Link to the Past es prácticamente infinito, pero no solo en cuanto a recuerdos y nostalgia, ya que posteriormente lo he terminado varias veces, y no ha perdido ni un ápice de su magia. Además, llega a esta sección para adornarla un poco más, constituida hasta ahora únicamente por el triste y solitario cartucho del A Link to the Past español.
Sin duda, y lo puedo decir bien claro, este es el juego en mejores condiciones que me traje de Japón, concretamente, de una tienda Suruga-ya de Osaka. Desde luego, no se puede decir que sea un chollazo, ya que se pueden encontrar por mejor precio, pero, ¿en mejores condiciones? Eso ya es más complicado, por lo cual, estoy contentísimo y muy satisfecho con la compra que hice. Creo que fue la mejor caza refiriéndonos a su relación calidad / precio. Cuando lo vi, teniendo en cuenta todos los descuentos aplicables que tenía, no lo dudé ni un segundo. Es como si, desde su estantería, pronunciase mi nombre a gritos.
Sirva su caja como ejemplo de todo lo dicho. En la imagen podéis ver cuán perfecto es su estado de preservación. Tan solo un puntito blanco en cada una de sus esquinas delanteras, y casi perfectas las traseras. No tiene la más mínima marca de uso, incluso al trasluz son muy difíciles de localizar. Si bien su color verde, en zonas concretas, no es 100% homogéneo, no veremos en toda su superficie un solo pelado, obviando las micro rayitas que tiene en su solapa superior, y en los laterales. Su dolencia más "grave" es tener una junta de la caja a malas penas levantada, unos milímetros, y el hecho de que su solapa superior no cierre completamente bien. Dejando eso a un lado, su forma es perfecta, y no hay ni ondulaciones ni deformaciones de ningún tipo.
Vamos ahora con su manual, que está justo como yo lo deseaba, extremadamente bien cuidado. Si atendemos a sus poquísimos desperfectos, vemos algún puntito suelto de decoloración en su portada, algo que se hace sobre todo visible en la parte de arriba, sobre el primer kanji. En la parte inferior, vemos el borde de la página ligeramente doblado, nada, unos milímetros. El papel no tiene otras ondulaciones aparte de las citadas, ni rayas, ni desconchados, y va mejorando conforme nos alejamos de la primera página, quedando solo la tirantez de las grapas en el centro, y viéndose absolutamente perfecto a partir de la página 20.
El cartucho, literalmente, podría pasar como recién salido de la fábrica. No muestra el más mínimo signo de uso, ni siquiera la más pequeña mancha amarillenta. Superficie 100% intacta, no hay golpes, ni muescas, y su adhesivo, mostrando la sagrada Espada Maestra, luce de fábula, liso, brillante, y como una patena. Un auténtico 10 de 10 en general, no hay un solo defecto a resaltar, en ninguna de sus dos mitades.
Aunque venía con bastante polvo y manchas de suciedad, ya me encargué de limpiar el insert interior para dejarlo impecable. No está perfecto, pero sí en muy buenas condiciones. No presenta deformación alguna salvo en una de sus alas, y las esquinas están muy, muy bien cuidadas, cosa difícil de ver. No es una parte realmente importante, pero creo que es la mejor de cuantas me traje de Japón.
Llegué a ver muchos más Zelda no Densetsu: Kamigami no Triforce, pero o bien eran más caros, o bien no traían la tarjetita de plástico, y esto último era para mí una condición sine qua non para adquirirlo, aunque tuviese que pagar más por él. Es tan bonita, que no se puede considerar un ejemplar completo sin ella. En una de sus caras muestra los controles, y en otra, los distintos items del juego con sus correspondientes explicaciones. Una maravilla que, además, está estrictamente perfecta, como si contase con la protección divina de las diosas Din, Farore y Nayru.
Aparte, también se incluía en el pack el folletito de color verde, pero no la bolsita protectora. Con todo, una pieza a la altura de tan magna obra maestra, que parece muy fácil de conseguir, pero en verdad, no lo es tanto.
Fecha de adquisición: 09 de Febrero del 2025.
Precio: 6090 yenes (unos 39.-€).
20 comentarios:
Muy buenas tus reseñas javi hace mucho tiempo k las sigo y esta es la primera vez k comento me gustaria preguntarte algo cuales son los mejores rpgs con nota 10 k has jugado en mi caso sin duda alguna son Terranigma como no jaja tales of phantasia xenogears me encanto la magnifica historia y el ocarina of time no puede faltar xD
saludos !
¡Hola Marcos! Antes que nada, muchas gracias. Te podría confeccionar una lista que sería interminable, incluso un top 100 jajaja. Pero para más comodidad para ambos, te remito a una sección del blog donde tengo hecho un top 10 de los mejores RPG que he jugado en mi vida. Entra aquí y al final de la página lo verás. ¡¡Un saludo y gracias por leerme!!
http://javimetalrpg.blogspot.com.es/p/acerca-de-mi-y-de-los-rpg.html
¡Hola Javi!
Como de costumbre, una reseña excelente de un juegazo.
Si me permites hacerte una pregunta acerca de las traducciones y las diversas versiones del juego, ¿crees que la traducción de la versión de GBA hace justicia respecto a la original, así como en el aspecto jugable, o quizá traducciones no oficiales son más fieles?
¡Gracias!
Hombre, ¡qué tal!
Pues muchísimas gracias. La verdad es que juegos tan especiales como este para mí hay muy pocos y he intentado plasmar en unas pocas líneas (el texto original era el doble de largo jeje) lo que me lleva transmitiendo durante muchos, muchos años. Pues es una pregunta complicada, no sabría muy bien respondértela porque no he jugado a ninguna otra versión o parcheo del juego, siempre lo tuve original. Respecto a la versión GBA, supongo que te refieres al Four Swords. El aspecto visual no está mal, es bastante original, pero prefiero mucho antes el original. De todas formas, sé que rondan traducciones a varios idiomas del original.
Gracias a ti por leerme, un saludo.
Gran reseña como siempre. Te comparto una anecdota personal, siendo creo que la segunda vez que jugue Zelda desde la original SNES, empezando una nueva partida, se me formo un recuerdo memorable, pues siendo aprox. las 3 de la tarde de un viernes empezaba a correr mi juego cuando empezo a llover muy fuerte, sensacion que vino completamente en el momento ideal con el inicio del juego, la ambientacion fue perfecta, y me ayudo mas a sentirme inmerso en el juego, que juegos, yo siento que estos juegos pueden darte una experiencia cercana a leer un buen libro, pues alimentan tu imaginacion (en este caso por las limitantes del hardware) y te crean momentos epicos que dificilmente puedes explicar
Gracias de nuevo. Siempre he pensado que cuando la realidad acompaña aunque sea con un sencillo nexo a las sensaciones que estás viviendo con un buen juego (a mí me pasa lo mismo también con la música, por ejemplo) se convierte automáticamente en un recuerdo imborrable. Es curioso que compartas este recuerdo, ya que a mí me sucedió algo similar precisamente con TLOZ - Ocarina of Time, en el momento de lluvia en el cementerio, con la silenciosa calma que invade el lugar, el sonido del agua al caer se mezclaba con la tormenta que caía en esos momentos. Todas y cada una de las veces que lo vuelvo a jugar, me vienen a la memoria esos instantes que pasan a ser parte de la propia experiencia.
Yo incluso iría un paso más allá en esa afirmación, creo firmemente que la experiencia con un buen RPG puede equipararse de igual a igual con un buen libro, ya que aunque posea entorno gráfico, despierta tu imaginación de forma que tu mente aporta una gran parte de las sensaciones que ya de por sí el juego te hace sentir. Al fin y al cabo, este género siempre está basado en su propia historia más que en cualquier otro aspecto (concretamente los JRPG).
posiblemente mi pecado como jugador es jamas haberme pasado ni este zelda ni el de gameboy, ya me toca solucionarlo jeje
Ambos son auténticas maravillas a las que yo considero dos de los mejores juegos para dichas consolas en general. Altamente recomendables, pero particularmente este A Link to the Past, una experiencia casi obligada para cualquier jugador, sea amante en concreto de los RPG o no. Desde aquí te animo a terminarlos :D
Maravilloso análisis Javi, como siempre, da gusto leerte.
Muchísimas gracias por tus palabras amigo, me has alegrado la mañana. Simplemente me encanta lo que hago y disfruto haciéndolo :D. ¡¡Un abrazo!!
Hola Javi! ¿cómo estás? Perdona, que ando pelín desaparecido, acabé el año agotado de jugar y tengo menos tiempo por temas laborales...
He escogido el Link to the past como primer juego del año, lo jugué hace casi 30 años y aún me acordaba de cosas. Ahí su grandeza..
De lo que no me acordaba era de lo difícil que era, ¿cómo me lo pude pasar en su día sin guía? ¡No tengo ni idea! Me ha costado dios y ayuda pasarlo con guía.
¿Cómo ves su dificultad?
Porque de verdad que me ha costado acabarlo una barbaridad, es un juego bastante puñetero, por no decir toca c.... para encontrar objetos para hacer determinadas cosas para avanzar, como, por ejemplo, encontrar ciertos medallones, que tienes que recorrerte todo el mapa, o para abrir el último dungeon de la tortuga tienes que aplastar en un orden determinado tres postes. O conseguir las piezas de corazón, o las mejoras de la espada...
O el final boss con Ganon tirándote al vacío y vuelta a empezar...
Pero bueno, me parece un juego que mantiene todo su encanto intacto y estamos hablando de un juego muy temprano de Super NES, todo el apartado gráfico es fabuloso para el año en que salió, se nota que pusieron todo el empeño en ello, el diseño de los árboles se te queda grabado, todo el entorno de Hyrule es precioso, los enemigos, como se va abriendo todo el mapeado, los dungeons con esa perspectiva aérea, es todo mágico.
Fue mi primer rpg con "mundo abierto" con todo el mapa para explorar, que sentimiento de libertad ¿no tuviste la misma sensación?
El apartado musical es algo repetitivo, pero el tema principal se te queda grabado.
Pero el apartado FX sí que es variado y muy bueno, gran trabajo ahí.
No le recordaba un argumento tan flojo, es muy muy precario y no logra sumergirme en la trama. ¿Y dices que mejora en estos a los de Nes? Pues cómo serían jaja
En fin, creo que prima la acción, siempre lo ha dicho Miyamoto, le importa la diversión directa de un juego, su jugabilidad, que no haya apenas aprendizaje, en detrimento del diálogo o la trama que le parece secundario.
Este juego es claro ejemplo, la jugabilidad aun hoy es fantástica, te metes en ella desde el primer momento y te pones a explorar.
En fin, no sé si coincides, pero jugado en 2023, para mí aún mantiene ese aura mística de otra época, que Nintendo cuidó con mimo, y aunque haya acabado algunos días hasta las narices, reconozco que las mil y una trampas de sus dungeons son puro ingenio.
Y se me han vuelto a quedar grabadas esas imagenes de bosques, desiertos, enemigos, árboles, ríos y ese universo tan particular que tiene.
Abrazo Javi!
¡Hoooola Jose! Muy bien, espero que tú también :D. No te preocupes, es completamente normal, pero que sepas que me alegra mil leer tus comentarios.
¡Pues vaya una forma de comenzar el año! Por todo lo alto, sí señor. A Link to the Past fue mi primer contacto con el JRPG (salvando definiciones técnicas, vamos a dejarlo así para no alargar el mensaje, jeje) japonés, y por supuesto, me dejó prendado. Yo lo terminé por primera vez en el 94 si mal no recuerdo, no lo tuve antes.
Posteriormente, para escribir este análisis, lo rejugué, y recuerdo que me puso en bastantes aprietos. Pienso lo mismo que tú, todavía no sé cómo lo pude terminar en su momento sin ayuda. Pero sí recuerdo que lo jugué "por tandas". Me atascaba continuamente, lo dejaba unos meses, y milagrosamente, cuando lo retomaba siempre daba con la solución, y eso fue algo que, de hecho, me hizo encariñarme todavía más con él. Mi inglés en aquellos tiempos era bastante pobre, así que imagino que muchos de esos parones fueron debidos a la mala comprensión (como por ejemplo, tocar la ocarina bajo la estatua del pájaro). Tiene cosas ilógicas más dignas de un juego de NES que de Snes, a veces es pura casualidad avanzar, y no hablemos ya de la cantidad de secretos. Las mazmorras fueron creadas con mucha inteligencia, y hay muchas veces en las que uno no sabe que hacer ante los nuevos elementos presentados en cada una. A parte, los enemigos van a por todas, y en ocasiones resulta agobiante.
Totalmente. Se mire por donde se mire, sigue alcanzando, o rozando muy de cerca, la calificación de obra maestra. El salto cualitativo en los gráficos fue abismal, con esos trazos gruesos, más cercano a los dibujos de una fábula, colorista, buenas animaciones, diversidad, dos mundos enteros completamente distintos... una virguería, y tirando de algunos recursos de la nueva Super Nintendo.
Por lo del mundo abierto fue por lo que lo comencé con ciertas reticencias. Pensaba que me asfixiaría con tanta libertad, y de hecho, por momentos fue así. Es un juego que casi requiere boli y papel. Pero hasta entonces, fue el mapa más grande jamás creado en una consola, y la libertad era casi total, puliendo y casi reinventando el sistema de backtracking de una forma espléndida.
Musicalmente yo le tengo mucho cariño. Las orquestaciones sonaban mejor que nunca en una consola, el Main Theme es mi favorito de la historia, y algunas, como la de la iglesia, se me quedaron ahí bien marcados. Sentó cátedra incorporando al universo Zelda melodías que perdurarían prácticamente durante el resto de la serie. Y como dices, los efectos, una gozada, originales y con una calidad sonora que, de nuevo, no se había escuchado en una consola hasta su aparición.
El gran highlight de su argumento es la introducción del hechicero Agahnim como mal secundario, lo que le da mejor apoyo y consistencia, aunque lo cierto es que avanza bastante poco o de forma muy lenta. Pero tiene momentos inolvidables que me siguen tocando muy adentro cuando los recuerdo, como el encuentro con ese niño de la flauta en el bosque perdido. Yo lo considero suficiente para el momento. Sí, los de NES son mucho más simples jejeje, poco más allá del rescate de la princesa, aunque también introducen personajes y elementos notables para la época.
Por supuesto, es que joyas de tal calibre siguen siéndolo por muchos años que pasen. Los jugadores más jóvenes lo encontrarán muy arcáico y tosco, pero lo cierto es que sin A Link to the Past, no hubiésemos tenido el 99% de los que le siguieron. Es durillo, pero gratificante, muy entrañable y con una esencia muy única y potente, y además, largo y extremadamente jugable. Tranquilo, yo también había sesiones que acababa hasta el gorro de él jeje. Que sepas que me has dado muchas ganas de jugármelo de nuevo, que a lo tonto, ¡ya hace 9 años de esta última vez!
¡Un abrazo Jose!
Javi, perdona que te abro este hilo otra vez, pero al tenerlo reciente he investigado más a fondo las roms al inglés que hay de los Zeldas que salieron para Satellaview.
BS The Legend of Zelda, ¿cómo lo ves? sí, ya sé que es un remake del Zelda de Nes y no te van los remakes, pero es que este es una verdadera curiosidad y traducido al inglés.
Por lo visto tiene un problema y es que funcionaba con un reloj que desencadenaba eventos cada cierto tiempo...no sé cómo lo habrán solventado.
El BS The Legend of Zelda: Ancient Stone Tablets ya tardío del 97, es aun más curioso, se supone que es una especie de secuela de Link to the past, aunque el avatar del personaje jugable no es Link, pero se juega en el mismo mapa de Hyrule con algún añadido.
Y tiene otro hándicap, en su día solo se podía jugar una hora o un tiempo limitado...
En fin, preguntas, ¿lo has probado? ¿Crees que merecen la pena? ¿Los problemas derivados de la plataforma original se han solventado un poco?
Estoy por lanzarme!
Hola Jose
No te preocupes, nunca está de más abrir un hilo y aportar cosas. En especial, el tema que mencionas. Ambos juegos los he visto siempre más que como títulos completos, hechos y derechos por así decirlo, como curiosidades / añadidos al A link to the past. Confieso que nunca he jugado más allá de unos pocos minutos a cada uno, pero al mismo tiempo, me llaman poderosamente la atención. Sobre el primero, efectivamente, es un remake del primer TLOZ de NES con gráficos y sonido vigorizados. Tal vez lo pruebe algún día más a fondo, pero siguiendo con mi forma de proceder, primero quiero rejugar y analizar el original, que no sé por qué todavía no ha aparecido por aquí jejeje. El segundo es todavía más curioso. Aunque no forma parte de la saga canónica, lo presentaron como la continuación directa. Poco te puedo decir sobre él que no sepas ya. Hasta donde yo sé, el segundo (Ancient Stone Tablets) sí se puede jugar en emulador, incluso existe traducción. No así el primero, cuya rom, creo, nunca se ha llegado a poder recomponer del todo. Si averiguas algo más, o decides meterle mano, ¡cuéntame cosas! :D
Un saludo.
Hola Javi.
Yo no considero a Zelda como una saga de RPG. Básicamente porque ningún personaje tiene crecimiento en HP y MP, algo que veo como un aspecto clave para poder catalogar a un título como "un juego de rol".
En base a esto, y viendo tu fanatismo por el rol y por los juegos de Link, te pregunto qué opinas sobre el crecimiento de los personajes en HP y MP (qué importancia le das a este aspecto, cuán decisivo lo ves en un juego del género, etc.)
Saludos roleros!
¡Hooola Kroll!
Siempre ha estado abierto el debate respecto a la inclusión o no de la saga Zelda en el marco de los RPG. En mi opinión, se queda en un limbo entre el género de la aventura (que es muy amplio y ecléctico) y el de los RPG. Zelda II: The Adventure of Link si lo encajo en el rol, ya que el protagonista puede ganar niveles, y los combates tienen un lugar más destacado. Del resto, hombre, para mí están mucho más cerca de los RPG que, pongamos, un juego de carreras o uno de plataformas convencional. Yo, como verás, los califico como 'Aventura RPG' por eso mismo, porque poseen elementos (múltiples mejoras en armamento y defensa, conversación con NPC, mundo épico, puzles, uso de objetos constante, perspectiva...), pero carecen de muchos otros esenciales, como progreso de atributos o niveles. Y digo esenciales, porque para mí estos últimos son de suma importancia para poder incluir un juego en el género RPG, tal como fueron concebidos en sus orígenes, con Dragon Slayer, Ultima, Hydlide, Wizardry... De todas formas, supongo que esto es algo tan objetivo como el tema de las etiquetas o diferenciaciones varias, y todo es respetable. Yo desde luego, no le hago ascos a nada dentro de los RPG japoneses o derivados. ¡Un saludo!
Muchas gracias por tu respuesta, Javi.
Tus argumentos son sólidos y entendibles, y son los mismos que comparten todos aquellos que califican a Zelda como juegos de rol. Mi opinión es que esta saga fue etiquetada como RPG porque su llegada a Occidente coincidió con juegos como Final Fantasy, y al leer algunos análisis de la época de ambos juegos, se ven frases como ''Final Fantasy es un juego tipo Zelda'' (o viceversa) Y creo que esto se debe a que, como bien marcas con los juegos que mencionaste (Ultima, Wizardy, etc.), el público más adulto que había crecido con microordenadores tenía bien en claro qué era un juego de rol (y qué no), pero el jugador de consolas más joven quizá no lo tenía tan en claro, y ahí nace ese paralelismo Zelda/FF. Y finalmente, creo que el momento crucial se da con la Nintendo 64 y Ocarina Of Time. Al tener un catálogo de juegos de rol sumamente escaso, y al no contar ya Nintendo con sus históricos Final Fantasy, pues se aprovechó esa etiqueta de Zelda como saga rolera para tener así un caballo de batalla frente a PlayStation y su FF VII.
Esa es mi opinión, que obviamente puede ser equivocada total o parcialmente, pero que es simplemente fruto de mucho jugar, charlar con colegas jugones e investigar.
Gracias por darme el espacio para opinar, Javi.
¡Saludos roleros!
Hola Kroll
Sí, coincido con esos argumentos con la gran mayoría de fans de Zelda, aunque bien es cierto que no necesariamente todos los fans de Zelda van a pensar igual. Algunos incluyen a la saga de lleno en el género, mientras otros rechazan diametralmente la etiqueta. Tampoco me extraña que en su momento de saltar el charco, a Zelda se le calificara como RPG, sobre todo, en Europa (donde en sucesivas ediciones, llevaría la etiqueta bien grande). Para mí esta clasificación es bastante errónea. Muy poco o nada tiene que ver la saga Final Fantasy con ningún Zelda. Pero probablemente, ante la tremenda escasez de RPG que llegaron al viejo continente en aquellos días... supongo que querrían hacer más 'bulto' con él. Obviamente, los jugadores americanos, desde los tiempos del PLATO o el Apple II, ya llevaban décadas jugando a CRPG, y los japoneses, pues para qué vamos a decir jejeje.
Creo que es una opinión totalmente respetable, y todavía más cuando ha sido creada a base de interés, curiosidad, conversación, y sobre todo, de jugar. Esa para mí es la única forma de forjar gustos y opiniones fiables.
No hay de qué, el placer es mío, como siempre, a la hora debatir sobre cualquier tema relacionado con los RPG. Y como te dije en su día, aquí ningún problema con las discrepancias en absoluto.
¡Un saludo!
Todos mis respetos hacia la saga Zelda. He probado varios de sus títulos (y los que no, los he visto completos en longplays), y simplemente es su atmósfera y su propuesta las cosas que no me atraen. Pero eso no hace en absoluto que deje de apreciar sus grandes cualidades, y la enorme importancia de esta serie en los videojuegos.
Gracias de nuevo por dejarme divagar un poco respecto al tema central de este post, que es la reseña de ALTTP.
Saludos roleros, Javi.
Por supuestísimo, divaga cuanto quieras, toda opinión o comentario respecto a cualquier RPG, sean del tipo que sean, y siempre que sean coherentes, son más que bienvenidos. Si tuviese que escoger tres títulos de la saga, lo tendría difícil, pero me quedaría con Ocarina of Time, A Link to the Past, y posiblemente Twilight Princess, pero no ha Zelda que haya jugado y no haya dejado unas sensaciones increíbles en mi interior. Obviamente, no es lo mismo terminar uno de ellos, jugando y viviendo la experiencia, que verlo en vídeo, pero bueno, sí puede valer para hacerte una idea. ¡Saludooos!
Publicar un comentario
Si te ha gustado el análisis y/o te resulta interesante, deja aquí tu comentario :)