Y también, por supuesto y por encima de todo, porque tenía unas ganas irresistibles de volver a sentir toda su grandeza a los mandos de mi querida Wii. Como no podía ser de otra forma… me ha dejado maravillado. Como siempre que me siento a escribir sobre un Zelda, las cosas se complican a la hora de expresar todas las cosas que puede ofrecerte su magnitud. No es fácil describir algo tan grande, épico y majestuoso, tan precioso y pulido como el más puro de los diamantes, con un contenido tan inmenso en cuanto a sensaciones y en apartado técnico… pero al mismo tiempo, las ideas fluyen solas en cuanto me dejo llevar y me vuelvo a escapar a cada uno de sus mundos. La crítica, tanto la especializada como la de los propios usuarios, lo aclamó como a ningún juego antes, lo cubrió de auténtica y merecida gloria. Tres de cada cuatro consolas se vendieron junto al juego, y es que había muchísimas ganas de ver cuan digno era el primer título de la saga que se estrenaba junto a una consola de Nintendo. Cientos de miles de imágenes en distintos medios nos hacían babear, soñar, y al mismo tiempo nos tenían en vilo contando los días que restaban para su aparición. Las puntuaciones fueron totalmente descomunales, manteniendo el sentido de la infalible regla de tres: nuevo Zelda, nueva obra maestra. Y esto no ha fallado jamás. Tras el sorprendente y radical cambio de aspecto que Miyamoto dio a su saga con Wind Waker y seguido a la aparición de un par de spin off, Twilight Princess ofreció al público algo que muchos echábamos de menos y esperábamos con verdadera ansia: un aspecto realista, pero esta vez, llevado al extremo, aferrándose al sentido más estricto de la palabra. Nunca hasta esa fecha habíamos visto con nuestros ojos a un Link tan real, a unos personajes con tanta personalidad visual, tan vívidos e impactantes, viviendo en unos entornos tan llenos de magia. Y es que, al mismo tiempo que observamos nuestro alrededor, prendándonos con su colorido y su fidelidad, una sutil niebla lo envuelve todo, desde el tupido bosque de Farone hasta la vasta región que habitan los Zora, sumergiéndonos ya desde el principio en el aura de misterio de la que todo Zelda debe hacer gala. Este efecto no apacigua la explosión de colorido que es Twilight Princess, y aunque nos costará unos minutos acostumbrarnos a esa leve distorsión, a esas formas más difuminadas, al final termina siendo ese espectáculo impagable que vienen a ser todas las aventuras de Link, un Link más adulto, más realista y con más habilidades y animaciones que nunca.
Las fuentes de las hadas son auténticos paraísos visuales, con cientos de colores a distinguir entre sus aguas, y esto es solo un atisbo que veremos al principio: le seguirán inmensas montañas, interminables ríos, el lúgubre cementerio e incluso un escondido lago cuyo entorno cambia de estación con cada visita. Lugares tan idílicos que parecen sacados de un sueño. Y conectándolos a todos, una mastodóntica pradera de Hyrule, sin duda, la mayor vista hasta la fecha, que descubriremos paso a paso al principio, y más tarde peinaremos con atención para descubrir todos y cada uno de impagables secretos. Unos secretos que acechan en cada rincón, escondidos, misteriosos… hechizadores, quizá sin llegar al nivel del extraordinario Ocarina of Time, pero aun así plagados de fantasía y magia, que pueden tomar la forma de paredes huecas, cuevas subterráneas, lugares en las alturas... por supuesto, siempre lidiando con las manadas de monstruos que pululan por ella, y que van cambiando conforme evolucionamos nuestros poderes. En realidad, pasaremos un alto porcentaje de nuestro tiempo (en mi caso, 75 horas de juego) recorriendo sus planicies, ya sea a pie o a lomos de nuestra intrépida yegua Epona, que vuelve a hacer su aparición en este capítulo, pero mucho más realista, detallada y mejor animada que nunca, además con mejor control si cabe. El simple hecho de recorrer toda su extensión, como viene siendo marca de la casa, es un auténtico placer, apreciando sus detalles como flores, árboles, cambios de tonalidades, ensoñadores rincones… y es que cuando de un Zelda se trata, me encanta dar vueltas incluso sin tener un objetivo, perderme por los caminos y enamorarme de cada rincón, dejándome atrapar por su esencia, paseos que pueden desembocar en lugares como la gran mansión del hombre de las nieves, un laberíntico bosque encantado a la luz de la luna o el añorado templo del tiempo. Y por supuesto, si necesitamos un respiro de tanta acción, lo perfecto es visitar Ordon, Kakariko (imprescindible) ir a pescar para desconectar y, por supuesto, la gran ciudadela del castillo, que en este Twilight Princess luce un aspecto tan brillante, tan lleno de vida y tan enorme que apenas se puede comparar con la de títulos anteriores. Decenas de transeúntes, tiendas, rincones insólitos, misterios que resolver… una verdadera maravilla. Por el día, la luz ilumina Hyrule y le da un aspecto fantástico, las calles de los pueblos están rebosantes de gente, el horizonte se ve claro y todo parece más vivo. Pero como sucede desde el Ocarina of Time… tras cada día se produce el momento mágico de todo Zelda en que cae la noche acompañada de un dulce canto, y visitar los mismos lugares a estas horas puede ser toda una experiencia. Bajo el influjo de la oscuridad, los enemigos se crecen, el eco de nuestros pasos resuena en el silencio y el misterio inherente a todo Zelda se refuerza. Ya sea en la misma campiña o en el mítico Lago Hylia, he vivido 100 días y 100 noches, y ni una sola de ellas ha dejado de fascinarme y embrujarme, mientras Link busca las almas de espíritu, mientras recolectamos las gotas del rocío de la luz o damos vueltas para encontrar ese insecto que siempre se nos escapa (haceos un favor y no dejéis de visitar el castillo de Maripola una vez tengáis bastantes de estos, es algo que recordaréis toda la vida).
El propio nombre de Twilight Princess ya nos puede sugerir un anticipo de lo que encontraremos en esta grandiosa aventura RPG: probablemente la más oscura en la que Link ha tomado parte salvando el Majora’s Mask. No creo que desvele nada clave si os digo que pronto nuestro protagonista adquirirá la habilidad de transformarse en un lobo. No podrán haber elegido mejor animal. A partir de este momento, la oscuridad jugará un papel absolutamente trascendental; nuestra acompañante Midna es un ser de lo más misterioso proveniente del reino del crepúsculo con extraños poderes. Su relación con Zelda y con su propio mundo es un enigma que resolveremos poco a poco. Dicho reino se abrirá ante nosotros en determinados momentos, es algo imprescindible para avanzar, y podremos disfrutar de su tétrica influencia en los lugares ya conocidos, lo que llega a ser tan terrorífico como el propio Majora’s Mask. Sin embargo, otro de los momentos que quedó para siempre en mi recuerdo fue el primer descenso al mundo de la oscuridad, corriendo bajo la forma animal por los tejados de un castillo de Hyrule con un aspecto, una luz y unas formas que nos dejarán encandilados, un lugar fascinante y onírico, en donde nos sentiremos como si estuviésemos sumidos en una extraña pesadilla.
Viajando entre los dos mundos llegará, por supuesto, el momento de enfrentarnos a sus muchas mazmorras. Entre ellas, podremos encontrar desde la clásica del bosque, el patíbulo del desierto, Celestia (en el cielo) o la siempre temida mazmorra del agua. Preparaos a practicar vuestras habilidades con los distintos artefactos que Link podrá utilizar para resolver los puzzles, que van desde el ya archiconocido boomerang, el gancho, los bombinsectos o las botas pesadas, porque será imprescindible dominarlas todas al 100%, al igual que llevar en la recámara un buen número de pociones, hadas y demás: las necesitaremos. Porque en términos generales, las mazmorras de Twilight Princess son diabólicos engranajes diseñados con toda la idea de hacernos sufrir, técnicamente asombrosos, originales a rabiar pero retorcidos como ellos mismos. De hecho, creo que son los templos más difíciles que soy capaz de recordar en un juego de la saga. Cualquier punto minúsculo de visión que se nos pase por alto, por ejemplo, puede suponer horas de desorientación, de no saber a donde ir ni que hacer, por lo que hay que ser tremendamente perspicaz y atento ante cada habitación, cada personaje e incluso cada enemigo. Al final de cada una de ellas, nos esperará el final boss de turno, diseñados con muchísimo gusto y detalle, inmensos en tamaño, y sobre todo, con puntos débiles muy pícaros y complejos, difíciles de descubrir hasta no haber perdido un buen número de corazones en el intento. Eso sí, por suerte se han enfocado más hacia la estrategia que hacia la dificultad, lo que bajo mi punto de vista les hace más divertidos de eliminar. Para ello, entre otras cosas, será muy conveniente aprender las técnicas que nos enseñará “la sombra del héroe”, un intrigante personaje, maestro de la espada, que nos legará sus habilidades siempre que lo invoquemos en forma de lobo.
He de confesar que lo primero que me maravilló de este juego, más incluso que su aura oscura o que la historia fue, sencillamente, la música de la introducción, en donde se nos cuenta la traición de Zant tras el destierro del pueblo de las sombras. Esa música… tiene un sabor a tierras encantadas, a un cuento olvidado en la memoria… un sabor añejo que por alguna razón es capaz de evadirte. Como no podía ser de otra forma, y aunque esta vez tan solo figura en los créditos del final en segundo plano, Koji Kondo sazonó a este Zelda con sus polvos mágicos, con esas composiciones que, en esencia, muy pocos son capaces de superar, aunque el mérito principal es de Toru Mineguishi y Asuka Ota, dos compositores “de la casa” que ya han puesto su sello a otras obras mayores como Majora’s Mask y Wind Waker (nada menos). La creatividad de su trabajo emerge de entre la variedad más absoluta, desde momentos más íntimos, susurrados por un sencillo piano, a composiciones más pomposas y grandilocuentes, con una fuerza imparable, con la palabra aventura por bandera. El dramatismo de algunas, como la que suena en el desesperado momento tras un encuentro con Zant conseguirá meternos en tensión, al igual que el hecho de encontrarnos de repente un cambio de música cuando enemigos acechan. Cada uno de los instrumentos audibles, cada línea musical y cada cambio de intensidad están meticulosamente estudiados, creados para emocionar al jugador. Y tanto es la música como el propio silencio, la inquietante calma del Hyrule nocturno, contando con todo un elenco de efectos de sonido como el aullar de los lobos, los grillos, las onomatopeyas de los enemigos o el susurrar del agua: todo ello crea una atmósfera indescriptible.
Hay melodías que resultan perfectamente reconocibles, incluso algunas (pocas) han quedado prácticamente intactas, como la que suena en territorio Zora, tan dulce y evocadora que sigue haciéndome cerrar los ojos cada vez que la escucho. No veía el momento de concluir esta aventura RPG, esta experiencia tan intensa que cuesta creer que se trate de un simple videojuego, siempre buscaba excusas para poder ver aunque solo fuese la caída de una noche más, quizá otro de esos momentos de escalofríos en los que se pone a llover… pero al final, como cada una de las grandes historias que marcan una época, ha de terminar, y lo hace a lo grande, con una épica e impresionante batalla contra Ganondorf digna de esta irrepetible odisea.
- Lo Mejor del Juego: Los gráficos más realistas de un Zelda hasta la fecha. Esencia pura en todos sus secretos. Historia sólida y original. Cada pieza de su banda sonora es suprema. Sus noches…
- Lo Peor del Juego: El sistema de control de objetos me resulta algo ineficiente. Hay puzzles MUY puñeteros. Las mazmorras pierden un poco de carisma hacia el final, cuando el desarrollo se vuelve más lineal.
----OTROS ANÁLISIS RECOMENDADOS----
La Música de este RPG
__________________________________________________________Por lo que he podido observar a lo largo de la vida de este juego, y en particular desde que lo he vuelto a jugar, no todo el mundo recibió a este Zelda con tan buenos ojos como a anteriores entregas por muchos motivos diferentes. Pero lo que creo que nadie podrá negar es que este Twilight Princess tiene una banda sonora de auténtico cine, y nunca mejor dicho. Variedad absoluta, un nivel compositivo por las nubes y una calidad técnica sencillamente aplastante, todo perfectamente discurrido para profundizar en nuestras emociones mientras acompañamos a Link en una de sus aventuras más oscuras y difíciles.
Don't want you no more. Desata, acompañando a la introducción que veremos si mantenemos la pantalla de título, una lluvia de oscuros y profundos tambores, creando un marco dificilmente superable para ambientar el reino de la oscuridad, pero de repente, dichos tambores quedan rotos por una preciosa melodía, que se desliza serpenteante entre ellos, dejando todo en calma para estallar con una parte fabulosa, 100% orquestada y llena de majestuosidad, con tubas, clarinetes, trompetas... fantástica. Lo difícil, después de escucharla, es tardar más de un segundo en empezar la aventura.
Agitha's Castle. O como se le conoce en la versión europea, el castillo de Maripola, es uno de esos lugares que se quedarán siempre en mi recuerdo. Cuando ya llevemos unos cuantos insectos y volvamos a la casa, veremos como esos entrañables bichos campan, corren, ruedan y vuelan a sus anchas por todo el espacio, lo cual es una sensación fantástica. Suelo quedarme un buen rato observando cada especimen al son de esta simpática canción, parecida a una nana por sus instrumentos, pero más llena de vitalidad y alegría. Sus tintineos y cadencia se pueden relacionar fácilmente con la ambientación del lugar, es absolutamente deliciosa.
Midna's Desperation. Hay temas que han de ser escuchados varias veces para poder encontrar ese "algo" especial y saber apreciarlos mejor. Pero este tema, que aparece por primera y casi única vez durante la desesperada travesía hacia el castillo con Midna debatiéndose entre la vida y la muerte... me enamoró desde el principio, desde el primer golpe de piano. Compositivamente es sensacional, el piano y su melodía expresan a la perfección toda la desesperación que la situación necesita, es un aluvión de sensaciones en tan poco tiempo, la amargura de sus notas, junto a los quejidos de Midna, que al menos a mí me pone los pelos como escarpias.
Memories of Impaz. Un tema dulce, lento y apacible como él solo. También muy poco explotado durante el juego, es necesario vivirla junto al momento en el juego para entender toda su esencia, pero al hacerlo por separado también podemos descubrir mucha ternura en ella, a cada segundo cubierta por un halo de nostalgia que nos puede traer decenas de recuerdos a la mente. Hace referencia a la anciana Impaz, uno de los personajes más entrañables del juego. Escuchándola damos un respiro a tanta épica y acción.
Twilight. No es precisamente propia de un juego de la saga Zelda. Bien es cierto que siempre hemos encontrado algún corte más tétrico en casi todos los juegos, pero creo que este es uno de los mejores. Tratándose de uno de los capítulos más oscuros y tenebrosos de la saga, expresa en sí misma toda esta aura. Difusa y casi aleatória, sus fantasmales tintineos, sus arranques y dibujos, jugando siempre con tonos bajísimos, nos transportarán directamente al sombrío mundo de Midna, la tierra del crepúsculo.
Malo mart castle branch. Aunque las sombras predominen en este Twilight Princess, por supuesto, también hay lugar para momentos alegres y, por supuesto, melodías como esta, que podremos escuchar en la tienda de Malo en la ciudadela. Vale la pena entrar aunque solo sea para disfrutarla, es pura creatividad compositiva. Su aire festivo se ve reforzado por las trompetas, el bajo jugueton en plan funk y las burlonas voces de fondo que desafían a la melodía central. Junto a la del payaso que nos lanza en cañón, es la más divertida y alegre del DVD.
Credits pt. 1. Sé que la selección se alarga mucho, pero es complicado seleccionar tan pocos temas de entre un número y variedad apabullante. Cuando lleguemos al final, se nos regala, como colofón a esta aventura tan colosal una larguísima pieza cuyo objetivo creo que es reunir las partes musicales más aclamadas y estandartes de la saga Zelda. Por ejemplo, podremos escuchar desde una versión de la melodía de la campiña, que acaba entremezclándose con la clásica, que retumba en nuestros oídos con una fuerza arrolladora, seguida de retazos de ambientación nocturna, todo con una producción y orquestación solo al alcance de un mago de la música como Koji Kondo.
Ejemplar de mi colección
__________________________________________________________The Legend of Zelda - Twilight Princess
Con The Legend of Zelda - Twilight Princess, Nintendo hacía historia al presentar, por primera vez en la historia, un nuevo título de la saga junto al estreno de una nueva consola, en este caso la Wii. Obviamente, esto empujó todavía más las ventas de la consola, hasta el punto que se hacía casi imposible conseguir alguna copia. Yo por suerte reservé con mucho tiempo, y en cuanto recibí ambos, no pude esperar a jugarlo. Ahora, 10 años después, la historia se repite, vivida con todavía más intensidad. Si no hubiese conseguido esta edición en su día, probablemente me haría con la versión HD de Wii U. La de Game Cube también me interesaría, pero los precios que se piden por ella son desmesurados.
Primero, y obviamente lo más importante, el estuche del juego. En su interior encontramos el disco, muy bonito, con un grabado en color dorado del Link de esta aventura. El brillo de espejo de las letras de Wii contrasta con este grabado, en el que además podremos apreciar unos detalles u otros según el ángulo en que lo miremos. Quizá se puede ver alguna pequeña huella, o alguna manchita, pero el brillo de la parte legible deja a las claras que continua tan nuevo como cuando lo compré
La conservación de la caja, por ser un producto relativamente actual, tampoco tiene demasiado mérito si se ha tratado como es debido. Como nueva. Una rayita en la parte delantera, un pequeño surco, y poco más, de estado se ve perfecta, igual que por atrás, solo que por apoyarla por esa parte, puede que no tenga ya todo su brillo.
El estuche de plástico viene bien cargado, con el manual de precauciones sobre salud, el cupón con el código para acumular puntos estrella y un catálogo de publicidad de Nintendo en donde aparecen los juegos más deseados de esa época, como Mario Galaxy o Metroid Prime 3: Corruption. Y por supuesto, encontramos el manual, de unas 40 páginas, perfectamente ilustrado y maquetado con mucho gusto. Mi copia está excelentemente conservada, tan solo el lomo está un poco desgastado y blanquecino, pero ni puntas dobladas, ni bordes rotos... nada. Por dentro también está completamente nuevo.
Por último, y como suele pasar en casi todas las salidas de un nuevo Zelda, traía como gran extra un gran poster en donde se muestra a Link amenazado por varios esqueletos y monstruos voladores acercándosele por la espalda. También podemos ver varias imágenes reales del juego. Por supuesto, desde que lo tuve en mis manos continúa colgado en la pared de mi antiguo cuarto. Tiene las inevitables marcas de venir doblado, pero las esquinas están perfectas y no tiene ningún desgarro ni pelado en la imagen. La captura no tiene demasiada calidad debido a la poca luz del momento.
Fecha de adquisición: 14 de Noviembre del 2011
Precio: 44,85 GBP (unos 51,88.-€)
10 comentarios:
Llámame loco, pero creo que repites el primer párrafo dos veces, aunque no sé si lo has hecho a propósito para la maquetación.
Este Zelda, a día de hoy, es el único que no consigo tragar.
Ya el primer tramo en la aldea me pareció, dicho malamente, un "coñazo" y las siguientes horas ( aguanté 8) no fueron a mejor, nada me atraía, los diálogos no me interesaban nada, las mazmorras poco inspiradas. Un Link muy bonito, pero nada más. Tuve que dejarlo porque no me divertía.
Un placer leerte.
¡Qué tal Seijuro!
Totalmente cuerdo, y muchas gracias por avisar, se me fue el santo al cielo (ya decía yo que me sobraban muchas imágenes de la selección que hice). Disculpas por el desaguisado, ya está corregido.
Curiosamente, conozco a más de uno con la misma opinión de él. Es cierto que empieza muy suave, y tarda en coger el ritmo que esperas de él. A mí personalmente esta segunda oportunidad me ha cautivado incluso más que la primera, pero sí es cierto que algunas personas me han dicho que les ha terminado aburriendo, que les pone excesivamente nerviosos o que no les han terminado de gustar las mazmorras. Obviamente los diálogos son algo muy secundario en cualquier Zelda, pero si debería de tener algo más de fuerza de atracción en las mazmorras.
Como siempre, gracias de nuevo.
Hola! En verdad es un placer leerte. Hace ya mucho tiempo sigo el blog, pero creo que nunca antes había comentado.
Me encanta como escribís. Es como un mensaje de un apasionado a otro.
Puntualmente, coincido con muchos acerca de este juego: no me gustó. No porqué fuese malo, ni porqué sufriera de odiosas comparaciones con OoT (que tampoco me ha cautivado tanto como ALTTP o Link's Awakening -mi favorito personal-) sino simplemente por ese "algo" de las aventuras de Link que siento que le falta.
Nuevamente, fue un gusto leerte. Me hubiera gustado explayarme un poco más en mi comentario, pero desde mi celu me resulta desesperante escribir. Un gran abrazo!
Pd. Perdón si parece spam, olvide comentarte. Antes de leer tus análisis pensé que era el único loco que recorría lugares de los videojuegos por el simple hecho de apreciar la belleza de sus paisajes y su música.
En su momento, en FFX llegué a pararme en la Isla Besaid solo para escuchar su melodía y ver como caía el agua de la cascada jajajá!
¡Muchas gracias Teto! Me encanta conocer a gente apasionada al mismo nivel que yo, de hecho, es una de las razones que más me anima a escribir. Reconozco que soy un forofo de cualquier cosa que lleve la palabra Zelda en su título (especialmente de los capítulos de la saga principal), pero si dijese que todos me gustan por igual, mentiría. Los tres que has citado son sin duda mis favoritos, de hecho, sería interesante que todos publicarais aquí una lista con el orden de vuestros 5 Zelda favoritos :)
En efecto, nunca dejo que las prisas condicionen mi experiencia jugable. Intento apreciar y disfrutar cada momento, cada escena de cada juego, sea para Master System, Super Nintendo o XBOX360, y creo que ciertos momentos son especiales porque cada uno los hace así. Paisajes, melodías, personajes, momentos de trama... cada RPG tiene uno de cada, no importa de qué año o sistema sea, solo hay que saber "hacerlos especiales", otorgarles ese valor añadido según el criterio o los gustos emocionales de cada uno.
Y nada de spam, puedes escribir tanto como se te antoje. Un placer y gracias de nuevo por leerme y comentar.
Este fue mi primer Zelda y me maravillo. Lo jugué cuando me compre la wii después de mucho tiempo de no tocar los videojuegos y lo disfrute al máximo.
Me fascino tanto que me tire de cabeza a por el Wind Waker de la GameCube y la experiencia fue igual o más satisfactoria.
Sé que la mayoría de fans de la saga no opina lo mismo pero cada uno tiene sus experiencias y sus perspectivas y yo me sumergí al Twilight Princess sin hacer comparaciones con nada, de hecho lo hice al revés, y luego compare el ocarina con los Zeldas que ya conocía.
Me quedo con este parrafo del análisis:
"Porque en términos generales, las mazmorras de Twilight Princess son diabólicos engranajes diseñados con toda la idea de hacernos sufrir, técnicamente asombrosos,
originales a rabiar pero retorcidos como ellos mismos"
En mi caso ha sido ahora, con mi segunda incursión, cuando por fin lo he visto como la excelsa maravilla de juego que es, como ese "eslabón perdido" que no me fascinó en su día tanto como otros capítulos y que por fin, 10 años después, por fin me ha cautivado al 100%. Lo que hablamos: el factor nostalgia siempre me inducirá a sentir que A link to the past y Ocarina of time son mis Zeldas favoritos, pero habría que ver si el orden a la hora de jugarlos habría alterado el resultado. En cualquier caso, y sea como sea, obra maestra imprescindible.
Gracias por tus siempre bienvenidos e interesantes comentarios, Rufus.
Yo jugué un poco bastante de A Link to the Past, y otro poco de The Minish Cap, y la verdad que, ALTTP me encantó, esa música, la lluvia, esas perspectivas, realmente me sentía adentro de un cuento fantástico y misterioso. Algún día voy a ponerme a jugar la saga como se debe, por ahora estoy intentando terminar Wild Arms y Wild Arms Alter Code F, en el primero ya casi llego al Cementerio de barcos, y en el segundo necesito subir de nivel, Berserk en Volcannon Trap está más fuerte que nunca. Muy lindo el análisis, realmente dan ganas de jugar este Zelda.
Este es mi Zelda favorito, el nivel de arte y el diseño de los jefes tanto intermedios como finales es asombroso (mi favorito es el jefe intermedio en el templo del desierto, donde estan todas las espadas en un cuarto y debes despertarlo para combatir con el) incluso es el favorito de mi hijo tambien, ya lo ha jugado como 4 veces. La musica a pesar de no ser orquestada es genial. Para mi de los mejores Zelda, con personajes casrimaticos.
El problema con la saga Zelda es que tiene tantos capítulos y todos rayan a un nivel tan extremadamente alto en cuanto a calidad... que uno se vuelve loco pensando en cuál es su favorito. Con este, me sucedió que, al rejugarlo, entendí su grandeza de una forma que la primera vez pasé por alto, colocándolo sin duda entre mis mejores Zelda. Ya ves, por los comentarios, que en cuanto a opiniones, es un juego de grandes contrastes. ¡Un saludo amigo!
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