Si hay algo que llama poderosamente la atención a primera vista cuando cogemos la caja de The 7th Saga en nuestras manos, si algo nos queda claro desde el primer momento, no es un veredicto de sus gráficos (por las pantallas impresas en ella), ni las primeras especulaciones de su historia por lo que se nos resume. Hay algo de lo que no deja lugar a dudas, y eso es que Enix, compañía más que conocida por sus incomparables RPG (una de las grandes, posteriormente fusionada con Squaresoft), supo vender el juego a los usuarios de una forma casi irresistible. “Este RPG puede causar excitación, shock, confusión… ¡y un completo disfrute!”, rezan los primeros textos de la caja. La cosa continúa por igual camino en la parte posterior y en el manual, por lo que, en teoría, es difícil resistirse a un juego con tantas y tan buenas cualidades. El problema es que, al igual que ellos, muchas otras compañías intentaban vender los juegos por la portada y por sus descripciones con descabelladas afirmaciones sobre sus proezas. Desgraciadamente, en algunos casos esto no tenía absolutamente nada que ver con la calidad del juego que albergaban en su interior y este que nos ocupa es el perfecto ejemplo.
Nunca me ha gustado cebarme en exceso en ningún juego en concreto, y siempre intento mirarlos de forma positiva, porque aunque sus cualidades no sean especialmente buenas, siempre hay algún detalle, algo que invite a continuar y termine limpiando o disimulando alguno de sus errores. Es por eso que tampoco quiero decir de primeras que The 7th Saga es un mal juego, pero sí es cierto que hay que pelear
más de lo normal para poder rascar y sacar a la superficie esos atisbos de calidad que siempre me esfuerzo por encontrar en cada RPG, porque en general me fascinan y porque después de una experiencia completa siempre hay algún sabor dulce. A pesar de lo que figura en la contraportada, nos encontramos ante un RPG bastante convencional. Los pantallazos que adornan su caja nos auguran personajes grandes, lugares épicos, terribles y monstruosos enemigos y mucha acción.
Ciertamente, no nos engaña, pero nuestra imaginación puede extraer conclusiones más benevolentes de dichas capturas que de las primeras horas con el juego. Como ya es la segunda vez que lo termino, al empezar ya sabía lo que iba a encontrarme. Su argumento se nos deja caer con cuentagotas, en pocos momentos muy determinados se nos da información, y solamente en los últimos pasos del juego se
nos contará realmente quien es el gran enemigo de turno y algunos detalles que esclarecen un poco su, por otra parte, sencillísima trama. Adiestrados por el Rey Lemele, icono de la fuerza y el honor y conocido en todos los lugares del mundo de Ticondera, un grupo de guerreros ha de partir, cada uno en su particular aventura, en la búsqueda y obtención de unas misteriosas runas repartidas por toda su extensión. Siete son las runas a buscar, como siete son los guerreros, cada
uno con su condición, cada uno con sus habilidades distintas. El rey, como último mensaje, promete que quien encuentre dichos objetos será el ser más poderoso de la tierra y obtendrá la fuerza para dominar su mundo. Así pues, el juego comienza un interés especial: el hecho de poder elegir a nuestro personaje entre 7 opciones distintas, valorando cuáles son los atributos que más nos interesan.
Poco más adelante podremos (más bien, por nuestro propio bien, deberemos) reclutar a otro de los compañeros, a quienes nos iremos encontrando de forma aleatoria dispersos por las ciudades. La teoría es intentar que nuestro acompañante tenga unas cualidades que complementen las del protagonista, para hacer más llevadero el camino. La realidad es que no podemos elegir libremente, ya que según quién sea nuestro protagonista, tendrá unas preferencias y unas enemistades para con los otros individuos. Yo escogí Wilme, el alienígena, y quería que Esuna
fuese mi acompañante, pero al no poder reclutarla de ningún modo finalmente opté por Olvan, el enano. En cualquier caso, pienso que el sistema de añadir un compañero para formar dúo… no está bien resuelto. Conseguirlo es harto difícil: nos tocará pasar largos ratos andando de ciudad en ciudad hasta dar con él, y aun así esto no garantiza que lo consigamos, pues todo depende de nuestro nivel y, de forma determinante, de la afinidad con el protagonista (las capturas que acompañan estas líneas no son de mi partida). De todas formas, muy pronto, tras los
primeros pasos en el mapa principal, el juego nos lanzará un aviso del tipo: cuidado, esto va a ser muy difícil. Y dicha “advertencia” se va haciendo realidad de forma muy acusada en poco tiempo, por lo que recomiendo, al menos, una hora o tres cuartos por sesión dedicados exclusivamente a subir nivel, y llegar de primeras hasta el nivel 10 sin dedicarnos a nada más, o nos crujirán en menos que canta un gallo. Si acatamos estas pautas con disciplina, el león, después de todo, no es tan fiero como lo pintan… Uno se puede desenvolver en las primeras
mazmorras y zonas abiertas con cierta comodidad y relax, siempre que lleve el nivel al día. Pero hay ciertos puntos en los que la dificultad se les fue de la mano a los programadores, especialmente hacia el final, cuando nos quitan determinados poderes esenciales y nos obligan a luchar con monstruos que, ni siquiera teniendo un elevado nivel conseguiremos sortear sin gran angustia.
Pero antes de continuar por aquí, voy a hacer un análisis de los aspectos técnicos, que a su vez, también están plagados de pocas luces y muchas sombras, una de cal y otra de arena. Los sprites son bastante grandes, casi enormes en el caso de las batallas. Estas se nos presentarán de una forma bastante original, en primera persona pseudo-3D. Son bastante agradables a la vista, ya que la perspectiva es clara, su presentación es fluida y sin demoras y los escenarios de alrededor se
presentan en tiempo real gracias al uso omnipresente del versátil modo 7. Al terminar con ella, se nos devolverá a la visión cenital que teníamos antes. En las mazmorras, esta animación se cambia por una cortinilla de pixelado, y en estas encontraremos diseños mucho más hostiles y toscos que en el resto del juego. No es que sea un apartado que brille en exceso, pero tan solo podremos distinguir entre 3 o 4 paletas distintas entre todas las mazmorras del juego. Al existir gran
cantidad de estas, la monotonía y el hastío (debido también a la gran dificultad y a su carácter laberíntico) se irá apoderando poco a poco del jugador, y en las últimas fases del juego nuestro tedioso deambular, unido a la falta de alicientes gráficos que nos alegren la vista, se convertirá en poco menos que una tortura. Por suerte, no suelen ser demasiado extensas. En cuanto entremos a cualquiera de las ciudades, su aspecto se vuelve mucho más amable que el resto de zonas
que visitaremos. Los que gustan de gran número de pueblos en los juegos podrán darse por más que satisfechos con esta aventura, ya que llegaremos a entrar en la friolera de más de 30 pueblos distintos. No son ninguna maravilla visual, y a la larga llegaremos a confundir unos con otros por su poca personalidad, pero siempre alivian nuestro pesado y largo caminar por el mapa, que es grande pero demasiado abierto en ocasiones, creando sensación de desorientación y de nerviosismo
al no tener demasiados puntos de referencia y estar formado por texturas demasiado repetidas, por no hablar de las últimas horas, en las que tendremos que apañárnoslas sin poder consultar el plano ni saber dónde estamos exactamente. Al menos, contaremos con un radar de enemigos que nos permitirá saber por dónde se mueven estos y, en contadas ocasiones, esquivarlos si es necesario. Personalmente, creo que les falta muchísima vida a los gráficos. La paleta de colores, en términos generales, es aburrida y parca en tonos vivos o texturas
interesantes. Tan solo algunos lugares con agua o islas romperán la repetitiva estética. Me recuerda a otros títulos en los que este apartado no me transmitió casi nada, como Brain Lord. El problema, a nivel personal, es que por momentos se asemejan más al estilo de RPG americano para PC, que detesto. Los final bosses elevan la puntuación media enormemente, mostrando diseños interesantes y bien hechos, y un tamaño más que aceptable.
La banda sonora, que en muchos títulos de limitada calidad suele ir en concordancia con la tónica general, peca de los mismos errores que otros apartados, extrapolándolos al sonido. El hecho de que sus composiciones sean lentas, desanimadas y con cierto aire de tristeza, debería hablar más bien que mal de ellas, pero estas no sobreviven al filtro de escucharlas durante más de media hora. Tres o cuatro
distintas son las que amenizan nuestra estancia en los poblados, pero al haber tantos, se repiten muchísimos, y hay algunas especialmente pesadas. Otras, sin embargo, simplemente están ahí y no molestan, pero tampoco destacan. Pero por suerte, se encuentran algunas que valen la pena, con unos instrumentos decentes, una buena cadencia (que no te insta a dormirte, pero que no descuadra con la ambientación) y melodías resultonas, agradables y bien terminadas. El sonido instrumental de
la mayoría deja un sabor bastante amargo, los instrumentos suenan como escondidos, mortecinos, sin luz. A pesar de que encontramos variedad en estos, la realidad es que muchos de ellos (como las cajas chinas) suenan en exceso a “Casiotone”, sin llegar a los sonidos de una 8 bits, pero bastante indignas para una Snes. El juego también es muy parco en sonidos FX y estos tienen una calidad muy
dudosa, especialmente algunos, como los de abrir puertas, son de auténtica risa… En los combates consiguen mucho más protagonismo: llamas, golpes más o menos contundentes, magias… pero nada que no hayamos escuchado antes con mejor calidad. Quizá lo más destacado de sus temas es que en algunos de ellos podemos percibir reminiscencias a la música clásica, lo cual les da cierto toque de elegancia, pero no los salva de la quema.
Volviendo al tema de los personajes, aunque añaden (limitadas) posibilidades de combinación, si alguien espera encontrar aquí algún vínculo entre ellos, siquiera alguna conversación profunda o alguna chispa emocional, sí que se ha equivocado diametralmente de juego. Acercándose de nuevo al odioso feeling de los RPG americanos para PC, en The 7th Saga cualquier detalle o sub-trama minimamente sentimental, cualquier atisbo de emotividad, ha sido completamente suprimido. Pero, desde luego, con las únicas interacciones
existentes, los programadores se lucieron, dicho al revés. En algún momento dado del juego, deberemos enfrentarnos a dos de los discípulos y cuando esto suceda, descubriremos lo que es el dolor. ¿Y queréis saber porque? Pues seguid leyendo, porque la pifia es tan garrafal que da ganas de reírse a carcajadas. Resulta que, en la versión japonesa del juego, conocida como Elnard, evolucionar a los personajes y subir de nivel resulta mucho más rápido y fácil, por lo que
estos, con el mismo nivel que tendrían en The 7th Saga, tienen mucha más fuerza, defensa, agilidad, vida… El tema es que decidieron que la versión americana fuese mucho más difícil, y subir de nivel fuese más improductivo. No obstante (y aquí viene lo bueno) cuando nos llegue el momento (inevitable e imprescindible, por cierto) de enfrentarnos a los dos personajes, estos poseerán sus atributos como si de la versión japonesa se tratase, con lo que vencerlos será un tormento
desmedido, una hazaña prácticamente imposible; y puesto que siempre están al mismo nivel que el protagonista, serán aplastantemente superiores en todos los sentidos. Estos encuentros son realmente horribles, una prueba de fuego a tus nervios y a tu paciencia. Reducirán tus ganas de continuar jugando a su mínima expresión y en un 99% será la suerte quien decida si eres capaz de matarlos o no. Cuanto menos nivel tengas al enfrentarte con ellos, mejor.
En el catálogo de Super Nintendo, y especialmente en el de los JRPG, hay títulos mucho más sofisticados en casi todos los niveles. Esto no debería ser impedimento si, aun así, el juego es divertido (no solo de vacas sagradas vive el jugador). Pero… ¿lo es The 7th Saga? Técnicamente va algo justo, y no admite comparación con los grandes del género, pero ver a tus personajes subir de nivel, ir mejorando sus parámetros y sobre todo, aprender nuevas magias, te mantiene pegado al
mando. Las batallas son numerosas, pero son ligeras y con un entorno agradable. El juego no es tan cruel como lo pintan algunas reviews hasta pasadas muchas horas… pero en un momento dado, la dificultad se desboca por completo, no importa cuanto nivel tengas, conseguirá aplastarte. A pesar de todo, su a veces desestructurado desarrollo es lo bastante constante como para invitarte a seguir, aunque a veces sea de puntillas.

- Lo Mejor del Juego: Cuando mueres, no pierdes experiencia, simplemente la mitad de los ingresos. El diseño de algunos jefes es interesante. El modo 7 y la rapidez de las luchas.
- Lo Peor del Juego: El tema de reclutar personajes no está bien llevado… pero enfrentarte a ellos es vomitivo. Emotividad nula y pueblos sin carisma. Los gráficos son muy “secos”.









22 comentarios:
Buen analisis.en su dia lo disfrute bastante aunque si es verdad que falla en muchas cosas en especial en su argumento para mi gusto.saludos!
Probaste el alcahest ? Para mi uno de los mejores arpg de super famicom.
Lo probé hace tiempo y en verdad me gustó lo que jugué, pero fue un atisbo simplemente, por lo que no quiero dar mi opinión sobre un juego que no he terminado y "machacado" bien. Me pareció que tiene bastantes posibilidades y muy buena jugabilidad. Próximamente...
Por cierto, desde hace ya mucho tiempo existe una traducción para jugarlo en inglés al 100%, por si a alguien le interesa.
Si si...de hecho lo estuve rejugando emulado no hace mucho en inglés en mi móvil con joystick (buena combinacion para la emulacion) y en su dia lo jugué en SNES en una de esas copias de cartuchos de super famicon que llegaban por estos lados en los 90.
Felicitaciones por tu blog, muy completo, críticas hechas con educación y conocimiento. Ahora estoy jugando a un desconocido de gran calidad: Treasure of the Rudras. Es un juegazo. Estuve buscando reseña aquí pero aparentemente no está. Me encantaría que lo reseñaras si lo has jugado. Saludos y felicitaciones.
Pues es un juego al que le tengo unas ganas tremendas, entre otras cosas por el sistema de magia. Todavía no he tenido ocasión de ponerme con él, pero puede que en breve cambie la cosa.
Bienvenido al blog, Pablo, un saludo y muchas gracias por tus comentarios tan positivos.
Hola Javi. Te comento que actualmente estoy jugando a Mystic Ark, de la SNES. Tengo entendido que tiene muchas similitudes con The 7th Saga, incluso se lo menciona como la secuela de dicho juego. ¿Lo has probado? Sin ser por ahora nada del otro mundo, Mystic Ark tiene mucha exploración, en muchos momentos me recuerda a una aventura gráfica debido a que te permite interactuar con elementos de los escenarios, ya sea tocándolos, abriéndolos u observándolos, así como también tener que buscar diversos objetos o dialogar bastante para avanzar en la historia. Mucho rpg tiene esto, pero éste pareciera que insistiera más en eso y lo asemeja a una aventura gráfica.
Hola de nuevo, Pablo.
Si no me equivoco, es uno de los juegos que puse en la encuesta y no, no lo he terminado, tan solo probado unos minutos hace muchos años. Se dice que es una secuela espiritual de The 7th Saga, pero no sé hasta qué punto llega su "parentesco". Por supuesto, lo tengo pendiente y como casi todos los juegos que aparecen en mi lista, tarde o temprano caerá por aquí. Siempre me dio muy buenas sensaciones a pesar de su desconocimiento, no sabía que su mecánica iba por ese camino, me parece bastante interesante, gracias por los datos.
Un saludo.
Hola a todos.
Este juego marcó mi infancia tanto en música (es muy buena) como en jugabilidad, lo recomiendo a todo aquel que es fanático de los RPGS de antaño.
Un saludo.
Hola AlucaroxNA, bienvenido.
Lo cierto es que The 7th Saga, pese a su flojo apartado técnico, tiene algún corte musical destacable y es un juego al que por alguna razón, yo también le cogí cariño pese a los momentos de desesperación que me dio. Gracias por aportar tu experiencia con él :)
Hola Javi, este juego tuvo un problema en la adaptación a USA como bien has comentado, pero ya hay un hack para jugar la versión USA con los mismos parámetros que si fuera la japonesa. Yo es la que juego, a fin de cuentas es como realmente fue diseñado el juego. https://www.romhacking.net/hacks/4232/
Saludos
Vaya, eso que comentas está genial :). No tenía ni idea, pero veo que salió a la luz posteriormente a haber terminado el juego para analizarlo. De todas formas, la cosa (como hago siempre que puedo) era jugar el juego en consola original. Pero la próxima vez que decida ponerme con él, es muy posible que tire de rom y de ese hack para probarlo. ¡Mil gracias!
Sí, yo lo uso en consola original con el flashcard aunque mi partida se bugueo y un NPC que debería abrir un boquete en una mazmorra no reacciona, pero no es cosa del juego sino de que usé una función beta de save/load state del flashcard y produce muchos bugs y cuelgues todavía. Me está bien por querer guardar partida e irme a dormir sin tener que esperar jaja.
El juego sigue siendo difícil con ese parche que conste, además dependes un poco de la suerte de que otros elegidos te toque enfrentar, si te toca uno que es débil a tus habilidades es fácil, pero sino te toca levear y levear.
Con todo salvo por el modo 7 en los combates que mola y el tema de que los elegidos a los que enfrentas y el rol que interpretan en la trama cambia en cada partida el resto del juego coincido contigo es que es bastante promedio tirando para abajo. Lo hubiera valorado como un juego bueno si fuera de los primeros del sistema, pero para 1993...
¡Hola SuperPacLand!
"Me está bien por querer guardar partida e irme a dormir sin tener que esperar". Tú lo has dicho jejeje. Usar ese tipo de artimañas a la larga puede traer ese tipo de catástrofes que ensucian la experiencia jugable. Yo rehuyo de ellas totalmente. Ya imagino que sigue siendo dificilísimo, pero eso está bien respecto al parche, solo modifica la curva de los niveles y eso está bien para mantener la esencia original. De todas formas... recuerdo que en mi segunda revisión (cuando lo analicé aquí), combatí tanto que el nivel era relativamente coherente (salvo por los enfrentamientos con los NPC, claro)... hasta el tramo final. Por mucho que uno suba de nivel, esa parte es tan horriblemente difícil que no tiene sentido. Estoy de acuerdo. Tratándose de un año en el que los RPG para la consola ya eran relativamente avanzados, The 7th Saga se quedó básicamente como uno del montón. Un saludo y gracias por contar tu experiencia.
Me encantó tu página. No la abandones nunca.
Hola Juan. Muchas gracias por tu alentador comentario. Los RPG me dan la vida, así que este blog, que ya cumple 16 años, tiene mucho recorrido por delante. Un saludo.
Hola muchas gracias por hablar de un juego tan poco conocido pero que para mi tiene un peso enorme pues un primo que ha fallecido me regaló la consola en la que lo jugué.
En el juego la historia de los robots (tetujins) se me hizo muy interesante, una civilización hiper avanzada de la cual nadie sabía nada se extingue de repente y queda un solo superviviente, el sountrack es hermoso y nostálgico, gracias por llevarme a una parte de mi adolescencia.
Hola Dr. Vann.
No hay de qué, amigo, para eso existe este blog, entre otras muchas cosas, para tratar de revivir en muchos recuerdos de épocas gloriosas ya pasadas. Aunque reconozco que no está, ni de lejos, entre mis favoritos, The 7th Saga sí alberga unas cuantas virtudes, como sus múltiples personajes, sus lujosos efectos en modo 7, o sus interesantes bosses.
Un saludo, y te acompaño en el sentimiento de tu dolorosa pérdida. Mucho ánimo.
Hola Javi,
Muchas gracias por tu comentario y por la data respecto a la dificultad "ajustable" que tiene este juego porque sin esa data hoy me estaría aún rompiendo la cabeza para intentar superar a ese mago con bastón que quiere conseguir las mismas runas que mi personaje.
Dicho lo anterior, obviamente dejé el juego porque considero una pérdida de tiempo y un desafío sin sentido tratar de sobrepasar un juego que desde lo narrativo no ofrece un beneficio en el largo plazo más que inflar el pecho al saber que se superó un escollo difícil.
Personalmente, al menos en estos momentos, experimento los juegos por el placer de una buena narrativa, diversión y algo de emociones (ya sea nostalgia u otra que pueda hacer emanar).
Cuando comencé a jugarlo sabía que era uno de los RPG más difíciles de la época y, como me gusta intentar jugar todos los juegos al tope de dificultad pero buscando un cierto margen de disfrute, le dí una oportunidad.
Nuevamente agradezco tu reseña, la cual la vi mientras estaba jugando para ver de reojo como lo experimentaste, porque cuando me percaté de la dificultad "ajustable" al nivel del personaje automáticamente decidí dejarlo de lado tanto por el tiempo que me podría demandar superarlo como así también por la escasa recompensa, como dije anteriormente.
Hasta la pelea que indiqué antes, el juego me parecíó el más difícil en el estadío inicial de un RPG, obviamente sin superar el pico de dificultad del Dragon Quest II (que ya se daba en el final del juego).
Con lo cual, me fue disfrutable, ya que con un poco de paciencia y algunos idas y vueltas para llenar la bolsa de pociones de vidas y mana se puede sortear sin problemas.
Hasta que llegó la pelea inevitable de uno de los buscadores de runas.
En el apartado técnico, destaco el apartado visual tanto en el detalle de los personajes como así también en el movimiento de ellos a la hora de pelear.
Tal vez, comparativamente con otros juegos de la época, cuando el juego utiliza el plano aéreo los personajes y el entorno se ve un poquito anticuado.
La música y los efectos me parecieron pasables. Nada que haya sido memorable ni mucho menos.
En resumen, recomiendo este juego únicamente a aquellos que quieran buscar un desafío extremadamente difícil que les haga inflar el pecho por superarlo sin esperar ninguna recompensa narrativa ni de otro tipo más que solo el hecho de superarlo.
Para el resto de los mortales, como yo, jamás recomendaría jugarlo.
Hay tantos juegos y obras narrativas del tipo para jugar que para mí es una pérdida de tiempo invertir en este título.
Un abrazo Javi y muchas gracias!
Hola Rodrigo.
Yo diría que más que un ajuste de dificultad, estamos hablando de un error de desajuste, algo que sucedió al adaptar el Elnard (japonés) al The 7th Saga americano, un fallo garrafal de sus programadores que puede condicionar gravemente y de forma definitiva la partida, por eso hay que tratar de enfrentarse a los personajes principales cuanto antes mejor, ya que si se sube demasiado de nivel, ellos lo harán de forma exponencial, y puede llegar a ser literalmente imposible derrotarlos, coartando con ello el avance.
Eso ya depende de lo que busque cada uno. Yo no lo considero una pérdida de tiempo, simplemente es un objetivo distinto como cualquier otro. Y que conste que es un juego que he terminado hasta en tres ocasiones. Lo de su dificultad legendaria... es relativo. Salvando lo dicho en el primer párrafo, como sucede en muchos otros RPG, es cuestión de constancia, paciencia, y dedicación con el grindeo. De hecho, en mi última partida (cuando redacté este análisis), me lo tomé tan en serio, que llegó un punto en el que los enemigos prácticamente no podían ni tocarme en ningún combate... hasta el cambio de localización final, en el que se le dio un patadón a la dificultad que es un auténtico infierno, hablo ya de los últimos pasos en la aventura. Por lo demás, lo dicho, es cuestión de paciencia.
Visualmente ofrece algunas grandes virtudes para la época. El uso del Modo 7 es impecable, los personajes son de un tamaño más que decente, igual que sus diseños. Por lo demás, la trama es poco apetitosa, la música, salvo algunos temas, no es de la que se queda en nuestra memoria, y a nivel jugable puede resultar algo repetitivo (aunque a mí, personalmente, me encanta combatir sin tregua). No me gusta usar la expresión "anticuado". No creo que los juegos envejezcan, ni bien, ni mal, ya que hay que saber mirarlos en el contexto adecuado, y compararlos solamente con títulos de su misma época y sistema.
Para todo aquel completista que desee ver lo máximo posible del catálogo de RPG de la consola, me parece recomendable. Quien solo busque lo más Top a nivel técnico o narrativo, queda fuera de rango. A mí me gusta, le tengo mucho apego, pero reconozco que es un juego para enfrentar con muchas agallas y paciencia.
¡¡Un saludo!!
En realidad mi reseña será sobre Elnard y no 7th Saga ya que decidí, por una cuestión de salud mental, jugar a su versión original japonesa parcheada al inglés, la cual está bien balanceada para que sean partidas disfrutables. Me negué a jugar la versión americana dada que su dificultad no pasa por haber hecho un juego difícil pero bien ejecutado, sino que se debe a errores que cometieron quienes programaron el juego para occidente con ese propósito.
En términos generales me llevé una buena opinión de Elnard. Está lejos de ocupar el primer o segundo nivel de juegos RPG favoritos de la SNES, pero es un buen recuerdo. Por ejemplo, Mystic Ark, de la misma compañía y con similitudes evidentes, me gustó mucho más que Elnard, aunque no lo supera en todos los apartados, pero sí en su mayoría.
Lo que más me agradó de Elnard fueron los combates dinámicos, con un reto justo, ni fácil ni difícil, y con una buena regularidad. Hacen que el juego no resulte pesado, pese a que el mapa es bastante extenso y debes repetir unos cuantos para llegar a determinados destinos. Aparte se incluye ese radar para ver dónde deambulan los enemigos, el cual te permite escapar de ellos, aunque es justo decir que muchas veces es imposible, pero no deja de ser un aspecto interesante.
La exploración es buena y es interesante ya que es difícil perderse totalmente. El juego apunta a que puedas buscar los objetivos de una forma no tan plana, sino que puedes obtener varios sin tener que cumplir con una especie de cronograma. He visto gameplays en el que se cumplían objetivos antes o después a cuando yo los obtuve, lo que habla de una buena libertad en el juego. Aparte hay buenas guías, como la del clásico personaje que a cambio de dinero te da pistas por dónde avanzar. Aquí no hay cuestiones crípticas o lugares que te los encuentras de casualidad explorando aquí o allá.
Lo más flojo del juego es su escasa historia, la cual es la típica de mucho RPG, y el nulo desarrollo de personajes. Mystic Ark en este aspecto lo supera ampliamente ya que tiene una historia mucho más original al adentrarte en mundos diversos tipo como Alicia en el país de las maravillas. Y la calidad de diálogos con los NPCs son mucho mejores.
Otro aspecto nulo es gráficamente, donde Mystic Ark también lo supera ampliamente. Aquí parece que los ambientes fueran diseñados con el editor del juego de NES Battle City, el de los tanques, porque son en su gran mayoría estructuras cuadradas o rectangulares, con una paleta de colores limitada.
Sobre la música, me gustó bastante. Muy por debajo de bandas sonoras de juegos RPG de la SNES, pero tienen el toque inconfundible de los juegos de Enix, esa cosa de tranquilidad o de melancolía. Hubo una que me encantó que es cuando recorres el mapa. Muy pacífica y hermosa.
Bueno juego, aunque lejos de los imprescindibles de la SNES o SFC.
Veré de dejar mi reseña de Alcahest, el cual también jugué este año y resultó ser lo que esperaba, un muy buen juego de acción RPG.
Saludos.
¡Muuuy buenas, Pablo!
Me parece correcta tu decisión. Sin que te vaya a resultar precisamente fácil, te ahorrará más de un disgusto. De todas formas, lo de la monstruosa dificultad de The 7th Saga está mucho, creo que excesivamente, mitificado. Yo lo he terminado tres veces, y recuerdo claramente, en la última de ellas, cómo llegué a tener tal nivel de experiencia que ningún enemigo, salvo los de la última zona, eran capaces ni siquiera de tocarme. Como en muchos otros RPG, todo es cuestión de dedicarle tiempo y paciencia farmeando. Eso sí, con dos 'peros'. La susodicha última zona, aunque es una mazmorra relativamente corta, es de una dificultad absolutamente atroz, vayas con el nivel que vayas, los enemigos son implacables, hasta el menor de ellos. El otro 'pero', se refiere a lo que tú mismo comentas: el famoso error de programación de la conversión entre Elnard y The 7th Saga. Dicho error consiste en que para la versión americana se manipularon las progresiones de subida de nivel para hacerlo más difícil, pero se olvidaron de hacerlo también con las de los personajes protagonistas, con los que uno se debe enfrentar en determinado punto del juego. El gran problema es que, mientras tu personaje sube X nivel, la máquina hace que dichos personajes principales suban de forma mucho más rápida, con lo que si no les buscas y les combates tan pronto como sea posible, llega un punto en que resultan, literalmente, imposibles. Pero si nos centramos en sus características normales, salvando estos puntos, he jugado a muchos RPG mucho más insoportables en cuanto a dificultad, y de Super Nintendo, sin ir más lejos.
The 7th Saga no es Top de la consola, obviamente, pero porque existen una tonelada de juegos mejores. Eso no quiere decir, ni mucho menos, que sea un juego, solo un exponente menor. Y efectivamente, Mystic Ark, si lo has terminado, sabrás de buena tinta que es mejor en prácticamente todo que su predecesor espiritual. También hay que tener en cuenta que entre uno y otro hay años de por medio, y esos años entonces suponían un salto tecnológico de siglos.
Por cierto, esa tranquilidad y melancolía que citas de algunos de sus temas, es también de lo que más me gustó en este aspecto. Claramente, su punto débil es la trama, en eso también coincido. Me alegra que lo hayas disfrutado, y cuando te apetezca, hablamos de ese buen Alcahest.
¡Saludos!
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