Mis 10 Reglas de Oro

Desde el momento en que nació como blog El Pequeño Rincón de los Grandes RPG, empecé a publicar análisis que hasta ese momento, tan solo estaban escritos a máquina en un papel o en una carpeta de mi ordenador, guardados como algo que es creado con la única función de existir, pero nunca de ser revelado o expuesto al público. Con las facilidades que ofrece Internet hoy en día, es muy factible la idea de publicar todo tipo de textos gracias a los blogs, ya sean artículos, análisis, reportajes, ensayos… Sin embargo, no toda la información que encontramos en la red es igual de verídica o fiable. Con la apertura de posibilidades que supone Internet para todo el mundo a la hora de dar a conocer todo tipo de información, podemos encontrar fantásticos lugares en la red llenos de calidad, veracidad, trabajo y que inspiran una total fiabilidad, pero también otros totalmente faltos de valores estables a la hora de emitir cierto tipo de opinión o información.

Siempre he tenido la firme idea de que para un trabajo bien hecho hay que ceñirse a unas normas bien definidas, una ideología firme, sólida e inmutable que siga unas pautas, las cuales hay que seguir de forma constante. Es por ello que, en este apartado, describo lo que yo llamo las 10 reglas de oro de El Pequeño Rincón de los Grandes RPG, que no son más que 10 puntos por los que me rijo firmemente a la hora de escribir mis análisis, los cuales tienen tanta carga informativa como de opinión. Por lo tanto, desde el momento en que la opinión de uno mismo tiene peso en el texto, un blog adquiere una cierta responsabilidad para con la gente que lo lee y no me refiero necesariamente a quienes vayan a gastar su dinero en algún videojuego, si no a algo más sencillo: al tiempo que se invierte al probar cualquier recomendación. Por supuesto, nunca hay una verdad absoluta que pueda ser expresada a través de una opinión (en mayor o menor medida, pero siempre subjetivas). Siempre habrá quien esté de acuerdo y quien no, pero es importante saber que ha estado construida en base a unos principios sólidos y bien perfilados, aquellos que yo personalmente considero esenciales para crear un buen texto, que son los que a continuación listo.

1.- El más importante de todos. A la hora de analizar, es totalmente imprescindible haber terminado un juego totalmente y de forma reciente, pasando a través de toda su historia hasta el epílogo. Se puede haber prescindido de secretos si estos no son esenciales, pero obviamente cuanto más mimo pongamos en recorrer cada rincón del juego, más secretos encontraremos y más amplia habrá sido la experiencia. Lo que no se puede hacer es terminar un juego que tiene una vida de 40 o 45 horas en tan solo 20, señal de que habrá sido jugado a toda prisa y sin el nivel de apreciación necesario en todos sus apartados para ser comentado con coherencia y fiabilidad. Casos extremos son aquellos (por desgracia más frecuentes de lo que pensamos) en los que se hace un análisis de un juego sin haberlo jugado o apenas habiéndole dedicado 5 o 10 minutos, una táctica deplorable. También considero preciso el terminar el juego sin usar trampas ni save states de emuladores; es casi seguro que estos arruinarán la experiencia jugable. Para redondear, es perfecto si puede ser jugado en la consola original.

2.- Mi blog está dedicado a hablar de un género muy concreto, el de los RPG, pero no entiende de sistemas o épocas. Por lo tanto, es imprescindible mantener la perspectiva. La tecnología de las videoconsolas y videojuegos en general ha avanzado de una forma tan frenética que juegos con un tiempo razonable pueden parecer obsoletos tanto gráfica como sonoramente. Es por esto que, a la hora de estudiar los apartados de un juego, se ha de hacer teniendo en cuenta las variables más importantes, características técnicas del sistema, año de salida… Un juego para Gameboy o Nes puede tener perfectamente unos gráficos maravillosos al mismo tiempo que uno para XboX360 puede ser horrible en este aspecto. Una canción de un juego de Snes puede ser una genialidad con las capacidades de la época y una de Playstation 3 puede tener una calidad sonora increíble pero estar totalmente vacía a nivel compositivo. Todo depende de la vara con que se mida, y hay que tener, obligatoriamente, una para cada consola.

3.- Final Fantasy III para Nes es simplemente Final Fantasy III. Final Fantasy III para Nintendo DS es precisamente eso, Final Fantasy III para Nintendo DS, valga la redundancia. Con esto quiero decir que, a no ser que sea tras el análisis de una versión original, nunca encontraréis en este espacio alguna versión de algún juego para un sistema más moderno, también llamados “remakes”. No soy en absoluto amigo de los refritos de juegos clásicos. Puede que consigan que los gráficos sean renovados, aportar de algún modo vistosidad o hacerlos más atractivos para aquellos que no ven más allá de este apartado. Pero aquí el apartado gráfico es uno más, no supera en importancia al sonoro ni al jugable, y no es, ni por asomo, el apartado más importante a valorar. El juego original podemos estar seguros de que mantiene su esencia. El refrito, puede que sí, o puede que no, y esto último sucede en una gran parte de los casos. Hay juegos que son tan perfectos en sus sistemas de origen que nunca debieran ser profanados. Ojo, no confundir con posteriores entregas de una saga, esto es un caso totalmente distinto.

4.- La objetividad con que se analice un juego es fundamental precisamente por lo que comentaba al principio, el factor responsabilidad. Es, a veces, el aspecto más difícil de implementar a un análisis y a veces es casi imposible olvidar el hecho de que fuese nuestro juego predilecto de pequeños, o por el contrario, que una de sus precuelas o secuelas nos hiciera odiar la saga, pero esto no debería de ser algo determinante a la hora de escribir sobre él, ya que para aquel que indaga sobre dicho título sin una idea preconcebida, podría resultar algo engañoso y demasiado sujeto a una opinión demasiado cerrada o una mala experiencia. Tampoco deben influir a la hora de expresarse los problemas técnicos que puedan haber surgido por el hecho de haber jugado en un emulador, esto es de cajón. No se debe condicionar la experiencia de nadie por problemas que no sucederían de haberse jugado en el sistema original.

5.- La red, los espacios de opinión, los podcast… todos están plagados de reviews centradas en los aspectos más técnicos y farragosos de un juego. Y esto está bien, por supuesto, siempre es interesante conocer datos que podrían ser útiles e incluso sorprendentes para aquellos que quieran mirar a un juego desde un punto de vista más, por decirlo de algún modo, matemático. Pero yo pienso firmemente que no todo en un juego es su envoltorio, el número de chips que lo conforman, el espacio que ocupa o la cantidad de polígonos que mueve por segundo. Hay algo debajo de todo eso, invisible e intangible, pero (sobre todo en este género tan profundo) totalmente perceptible a través de su esencia, para la cual quizá se nos queden cortos incluso los cinco sentidos. Cuando me pongo a leer análisis en diversos sitios, los datos numéricos, nombres y todo eso me parecen muy bien, pero lo que me interesa de verdad es lo que se puede llegar a sentir si decido sumergirme en la aventura que me propone el juego, por eso considero necesario tratar cada experiencia bajo este prisma.

6.- No menos importante, para mi forma de hacer las cosas, es evitar leer o tener algún contacto con análisis externos de un RPG cuando estoy escribiendo el del mismo. Una cosa es, si se desea incluir datos o referencias técnicas, investigar en los sitios adecuados para no insertar información errónea y otra muy distinta (que desgraciadamente también se produce con frecuencia) leer análisis de otras personas o fragmentos de estos para absorber ideas o basarse en ellos. Es algo así como traicionar la ideología de uno mismo y al mismo tiempo introducir ideas o conceptos contaminados en el análisis, que además restan espontaneidad y homogeneidad al conjunto del texto al venir de fuentes externas. Si realmente se abre la mente y todos los sentidos y se aprende a sentir realmente la esencia de un RPG, aunque sea en pequeños detalles, más allá de datos y filigranas técnicas, las palabras acaban surgiendo solas.

7.- Llevo jugando a videojuegos desde que tenía 8 años, cuando tuve mi primer contacto con mi todavía adorado Commodore 64. Con el avance de las generaciones de consolas, parece ser algo casi normal el despreciar los videojuegos antiguos, tan solo por detalles tan vacios como la obsolescencia de sus gráficos o sus músicas. Por el contrario, yo nunca seguido esa línea, lo cual considero una ventaja a la hora de mantener la objetividad tanto a la hora de comentar un juego que salió hace meses como de hace 25 años. Si perteneces al primer grupo que he comentado y de los que afirman que: si no es en 3D, es un mal juego, no debes perder tu tiempo aquí, te has equivocado enormemente a la hora de elegir blog y estas totalmente fuera de lugar. Si perteneces a esa (cada vez más) rara especie capaz de disfrutar y empatizar exactamente igual con un juego de Game Gear que con uno de Gamecube, sin tener una mente cuadriculada, seas bienvenido, pasa y comenta, critica, sugiere… estás en tu casa.

8.- Un apartado en el que llevo ya tiempo trabajando y que considero que complementa muy bien al de los análisis es el de Un Poco de Música. La música es, para mí, uno de los apartados más importantes y en el que, de hecho, más énfasis se ha puesto siempre en mundo de los RPG. Tanto o más que, por ejemplo, el apartado gráfico. Es un aspecto que tiene tal peso en el propio juego que incluso puede cambiar la forma en que ves a un personaje, a un lugar, la forma en que vives una situación determinada… Una experiencia con un RPG sin música o con mala calidad sonora es, sencillamente, una experiencia incompleta. Nunca jugaríamos viendo los gráficos a través de un cristal translúcido, así que, ¿por qué hacer prácticamente lo mismo con la banda sonora? Pasar por alto composiciones tan mágicas como Underworld (Terranigma), Gerudo Valley (Ocarina of Time), Brink Of Time (Chrono Trigger), Riding the Excess Express (Paper Mario 2) o Summers (Earthbound) es prácticamente un pecado para la experiencia de uno mismo e implica, en consecuencia, privar al lector de conocer uno de los puntos clave y mejores momentos de los RPG.

9.- Un punto de importancia un tanto menor que los anteriores, pero que hay que tener también muy en cuenta a la hora de pulir la personalización de nuestro blog y darle un aspecto diferenciado y único. Las imágenes dicen mucho del propio análisis al que acompañan. Hablan del esfuerzo que se ha invertido en él y del tiempo dedicado a explorarlo y quedarnos con esos momentos gráficos especiales que nos marcan e influyen a la hora de recordar, pasados los años, algunos de los puntos clave de la aventura. Es importante que las imágenes sean de creación propia. Si son robadas, puede que incluso tengan marca de agua y, aparte de restar mucha seriedad al blog, puede que estemos usando un archivo con derechos de autor (que, aunque en parte yo no creo en ellos, esto es así). Además, si la vaguería se lleva al extremo, puede incluso que estemos haciendo hotlink a imágenes de otra web, con lo que estaremos robando parte de su ancho de banda al cargarlas. Los emuladores, con sus funciones de screenshot, pueden facilitarnos mucho la tarea.

10.- Por último, en este punto pretendo hacer referencia y dar las gracias de forma general a todos aquellos que comentáis en el blog. Este es el espacio más adecuado (y en realidad uno de los pocos) para mantener comunicación con los lectores y creo que ante estos lo mínimo que se puede hacer es prestar atención y responder lo más rápidamente posible a aquellos que os molestáis en leer y comentar los análisis. Creo que no hacerlo es, en parte, una falta de respeto y por supuesto os animo a que habléis sobre cualquier cosa relacionada con el blog, sugerencias, debates, opiniones... siempre con coherencia y educación, ya que, por otra parte, también aplico un ligero filtro ortográfico manual para que no se cuelen lindezas como “hoyga”, “komo le ago” o aberraciones lingüísticas similares; todos los comentarios de esta índole serán directamente eliminados.

¡Gracias por leerme!